Su mirada filosa se clava en mi alma ,siento mis dedos hormiguean y mi corazón late tan
rápido y tan fuerte como caballos en la guerra.
Me quedo firme ,fija contra el suelo y su mirada se posa en mi labios ,recaigo ,la beso y me elevo.
Es un terremoto ,una maldición , es la que me hizo perderlo todo ,pero también es lo único que
me queda.
Niebla en mi corazón que no me deja ver más allá de sus labios .
Reino sobre todas mis emociones ,pero desde que llegó ,no he parado de arrodillarme ante ella
,le juré lealtad a sus besos , y le entregué mi alma en una bandeja dorada junto a mi corazón y
mi corona.