Harry, Would You Love Me This Way? -L.S- [PAUSADA]

4. Wild Thoughts

Había pasado una semana.

El rizado mentiría al decir que no le costó adaptarse a ese gran giro de 180° que había dado su vida de un día para el otro. Pero no se quejaba. Ver al pequeño ojizarco con aquellas pequeñas faldas y crop tops era una de las mejores cosas que le pudo haber pasado al rizado. Ya que, si bien el brillo en los ojos de su novio había vuelto junto con sus blancas sonrisas y su humor característico; El ámbito sexual paso de largo, esto ya que, si bien la nueva ropa que Louis usaba le daba por sobre todas las cosas un aspecto adorable, también lo hacía condenadamente sexi. Y eso era un gran problema para la parte baja de Harry. Más aún si pensaba sobre ello en su oficina.

Pero se había acostumbrado, se había acostumbrado a tener que llenar su mente con asquerosos y malos pensamientos para bajar la dolorosa erección que se formaba en sus boxers cada vez que pensaba en su pequeño novio. Porque Louis estaba en su mente a cada segundo del día, en recuerdos sexis que terminaban con un Harry sonrojado y avergonzado, o en recuerdos adorables que terminaban con un Harry sonriendo sin razón como un tonto enamorado en plena junta. Como había pasado hace unos minutos atrás.

Aquellos recuerdos adorables de Louis que carcomían la mente del ojiverde a cada segundo del día, se basaban en un Louis viendo películas infantiles tomando algún refresco en un vaso con una pajita. Riendo con los chistes u ocurrencias de los personajes, moviendo sus piecitos al compás de la música que pasaban en aquellas películas. Porque esa era una nueva costumbre que el más bajo había adquirido, ver películas o series infantiles toda la tarde, a veces con o sin la compañía del rizado. Y sinceramente, era algo que Harry amaba, aunque aún no supiera la razón de esta nueva costumbre del más pequeño.

-Harry, ¿Puedes dejar de pensar en el culo de Louis y prestarme atención un segundo?

El mencionado volteo a ver a su castaño compañero con el ceño fruncido. Liam lo miraba a punto de soltar una estruendosa carcajada, mientras que el más alto trataba de no sonrojarse y de no lanzarle mil maldiciones a su amigo. Porque si bien Liam era uno de sus compañeros de trabajo, también era uno de sus grandes amigos tanto dentro como fuera del ámbito laboral. Además de que se conocían desde que el rizado había entrado en la universidad, y tal vez esa era la razón por la cual soportaba todos sus chistes.

-¿Qué diablos quieres Liam? – pregunto el rizado mientras volvía su vista hacia los miles de papales que habían en su escritorio en un intento de esconder su sonrojo.

-Estas más ido de lo normal, ¿Qué viene haciendo Louis que te tiene tan distraído? – pregunto el castaño mientras lo miraba intrigante. El rizado suspiro molesto.

-Nada, Solo.... Nada – contesto a fin de cuentas mientras acercaba su taza con café a sus labios. Sonriendo ante el recuerdo de su pequeño Louis tomando leche con chocolate con una pajita entre sus labios. Era un recuerdo que deseaba nunca olvidar.