Últimos días de diversión

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Cuando llegué al Foodger, la generala estaba en la entrada esperándome con los brazos cruzados.

Llegaba 3 horas tarde por el simple echo de que la casa de ese chico quedaba de lo más alejado del Foodger aún no me podía quitar de la cabeza a aquel chico, su acento italiano y aquella forma de ser me hacía de lo más imposible que me olvidará de el.

-Benson! Te quedas hasta bien tarde y cierras tu - Dijo la generala dándome las llaves caminando hacía dentro mientras que yo me acercaba a Matteo con una toalla al rededor de los hombros.

-¿Que te pasó Luna? - Dijo Matteo sentándose encima del mostrador con el móvil en la mano.

-Ay Matteo, conocí a un chico... - Al ver la cara de Matteo no me pude resistir a reír, se le notaba que estaba de lo más celoso. - Se llamaba Benicio, Benicio Banderbield y era... Bueno alto, pelo castaño, ojos color oscuros e italiano - Dije recordando el momento que tuvimos en la alberca mientras que Matteo se enfadando más y más - Dale Matteo no te pongas celoso - El me miró y se fue a servir mesas.

Me quedé completamente sola, en el mostrador cuando vi entrar por la puerta al chico de ojos color café que veía día a día.

-Simon, aquí dale vení - Salí del mostrador y corrí hacía donde el estaba, le cogí del brazo y caminamos hacía la parte de atrás del loca - ¿Que pasó con Ámbar, Simon? - El me miró con cara extraña, y a los 2 segundos me estaba besando yo me quedé acorralada contra la pared, después de unos segundos Le metí una patada y salí lo más rápido posible, así chocando me con Matteo el cuál me miraba de lo más extraño.

-Luna! - Dijo Simon saliendo como si no acabará de pasar nada mientras que yo intentaba esconderme.

-Simon dale anda te, estamos cerrando - Matteo me miró de una forma muy extraña mientras que yo cogía a Simon del brazo y lo echaba de tal forma que cerré la puerta de la forma más brusca posible y volví donde estaba Matteo. - Me explicarás lo que acaba de pasar, Lu o lo tendré que adivinar yo solo? - No le hice ni un tipo de caso, me fui a servir mesas mientras que Matteo hablaba por el teléfono con su prima Flor.

-Benson, Balsano! Cierren ya! - Dijo la generala saliendo por la puerta haciendo que todos los clientes salieran lo más rápido después de ella.

Una vez el Foodger cerrará me puse de nuevo los patines y salí lo más rápido de allí dejando a Matteo solo mientras que yo patinaba y patinaba más y más rápido. Cuando llegué a la mansión vi a Rey recogiendo las pertenencias de mi madrina, junto con las maletas de Ámbar y las mías. - Ya nos vamos? - Entre corriendo dentro del salón mi madrina me miró y asintió con la cabeza y en ese momento vi como Ámbar bajaba la mirada mientras que miraba el móvil.

[•••]

El avión estaba apunto de arrancar, no me creía que la última cosa que le había dicho a Matteo era "Dale Matteo, recoge las mesas".

Ámbar hablaba por vídeo con Simon lo que me ponía a mi de lo más incómoda ya que intentó besarme y yo por mucho que quisiera hablar con Matteo el no me cogía el celular por lo que me hacía pensar ¿Estaría enfadado conmigo?

-Ámbar, Luna dejen los celulares estamos apunto de arrancar - Dijo mi madrina, mientras nos miraba fijamente, apagué el celular y me puse a mirar por la ventana, Ámbar me miró yo le devolví la mirada y cogí mi medallita de la Luna mientras que Ámbar miraba su medallita del Sol. - ¿Cambiará algo entre nosotras por el echo de cambiarnos de ciudad? - Dije rompiendo el silencio que había, nosotras sabíamos que nuestra amistad no era de las mejores, pero el simple echo era que nosotras lo quisiéramos o no éramos hermanas y por si amigas.

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2019 ⏰

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