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Capítulo : 1
Título: "Estoy orgulloso"

— ¡Solo un poco Steve! — gritó de manera desesperada, mientras temblaba y se sentía morir en cualquier momento. — Ya te dije que no. Tu prometiste que ya no volverías a beber. Y yo también te prometí ayudarte, así que no. No más — dijo el rubio mientras se cruzaba de brazos y sacaba pecho, mostrando así que no iba a dar su brazo a torcer.

Tony no pudo más. Se echó a llorar.

Se sentía como la misma mierda, su cuerpo estaba temblando de una manera brusca y la necesidad de sentir aquél líquido quemando su garganta lo volvía loco.

— Tranquilo Tony. Estoy aquí. — dijo Steve mientras lo abrazaba – o más bien intentaba hacerlo – más Tony se resistía. No quería que aquel que lo privó de su amada bebida hace más de cinco días lo tocase. — ¡Alejate! ¡N-no me toques!— gritó Tony mientras se revolvía en los brazos de su amado.

Bueno. Amado ... no era el rubio en este momento.

— Shh. Tranquilo, yo sé que puedes. Es difícil pero ... Tu saldrás de esta. — susurro el rubio contra la cabellera castaña del pequeño— No puedo Steve. Ne-necesito ... — intentó decir el castaño, pero su cuerpo empezó a tener otro ataque.

Eso pasa cuando uno quiere dejar la bebida.

Es difícil, pero no imposible.

Era una de las condiciones que le había dicho el rubio para que este aceptara ser el novio del más bajo. Y Tony juró hacerlo. Pero nunca pensó que aquello sería muy, muy difícil.

Aquellos ataques siguieron por unos cuatro meses más.

Obviamente eran menos fuertes cada día pero, aquello no significaba que ya podía estar cerca de una botella sin que las ganas lo invadieran y terminara haciendo lo que se juro dejar de lado.

Y eso se confirmo una tarde.

Steve encontró junto a los demás del equipo, a un Tony totalmente ebrio en el suelo de la sala, junto a una botella de Whisky totalmente vacía.

A la mañana siguiente, el castaño se levantó con un dolor de cabeza terrible y con la garganta echo pesados, aquello era gracias a que su garganta ya no estaba acostumbrada a ese tipo de bebidas.

Steve entró con un vaso de agua y una pastilla para aliviar el dolor de cabeza.

Una vez su garganta dejó de estar seca. Se disculpó de manera ronca y entre lágrimas.

— Lo - lo siento Steve... Yo ... — Tony no pudo terminar de hablar. Steve lo había apegado a su pecho mientras lo abrazaba. — Tranquilo ... No estoy desepcionado de ti. — Tony lloró con más intensidad.

¿Qué hizo el para merecer a tal hermoso ser?

Se prometió a sí mismo que no volvería si quiera, a ver una botella o cualquier tipo de bebida.

Y así lo hizo durante un año.

Más la prueba de fuego llegó una tarde, el castaño se encontraba solo en la torre. Acababa de llegar del trabajo, y Jarvis le avisó que era el único en la torre.

Siguió caminando hasta que se topó con su "pequeño" bar. Se sintió extraño. No venía a aquella parte hace ya un año. En la barra había una botella de whisky junto a un vaso a medio tomar.

¿Quien dejó esto aquí?

Mientras el castaño tenía su mirada en la barra.

El resto del equipo y Loki, estaban escondidos detrás de la puerta de la cocina.

Habían puesto aquella botella y el vaso a medio tomar – cortesía de Loki – en la barra a propósito. Necesitaban saber si el castaño estaba totalmente curado.

Vieron como el castaño se acercaba a la barra, y Steve quiso salir de su "escondite" para evitar que el castaño tome el vaso.

Pero Natasha lo detuvo.

— Tranquilo Steve. — dijo esta mientras aún lo sujetaba de su sudadera. — Lo va a tomar Natasha — dijo este mientras la miraba y susurraba.

— Tranquilo rubio idiota. Mira — dijo Loki con una sonrisa altanera mientras movía su cabeza en un ademán de que mirara con dirección hacia el castaño. 

Vió como su castaño alejaba su mano del vaso. Mientras temblaba levemente.

— ¿Jar-Jarvis? — preguntó de manera temblorosa. — ¿Sí señor? — respondió su IA — Quiero que ... Envíes a alguien para que se deshaga de todo el licor. — dijo seguro de si mismo. Se había prometido a él y a su rubio que no volvería a tomar. No más. — ¿Toda señor? Son dos mil dólares de alcohol. — respondió.

¿Dos mil dólares en alcohol?

Dios que vergüenza ...

El castaño no sabía dónde meterse. Se sentía totalmente avergonzado. — Si ... Hazlo — comento bajito, y dando una última mirada al vaso de alcohol se fue hacia su habitación.

En ningún momento miró atrás. Aquello era un adiós total.

Cuando el castaño se fue. El equipo entero festejó – menos Loki – ante tal hazaña.

Insignificante para algunos, pero para ellos era un gran paso por parte de Tony.

Su mayor vicio se elimino por completo.

Obviamente siguieron vigilando al castaño unos tres meses más. Entonces decidieron hacer una fiesta para celebrar tal logro. Tony no cabía de alegría. Lo logró, fue difícil pero lo logró. Tal y como se lo había dicho Steve.

Una vez en su cuarto, Tony estaba sentado en el borde de su cama con sólo unos boxers. Hasta que sintió como Steve se sentaba a su lado.

— Tony ... — llamo este de manera baja, el nombrado lo miró expectante. Y el rubio dijo cuatro "simples" palabras que llenaron su corazón. Palabras que el pensó que no eran para nada importantes ... que equivocado estaba.

Estoy orgulloso de tí — dijo Steve mientras le sonreía, pero su sonrisa se borró cuando vio los ojos del castaño llenarse de lágrimas y sus labios temblar.

¿Había dicho algo malo?

Pero no pudo preguntar, ya que Tony se le lanzó a los brazos mientras lloraba desconsoladamente.

Entonces recordó. Nadie, en todos los años en los que Tony llevaba viviendo, alguien le había dicho que estaba.        ' orgulloso de él '

Ni siquiera Howard. Ni la pobre María.

Ella no tenía permitido acercarse a su hijo.

Envolviendo más al castaño volvió a repetir las mismas palabras. Tony solo lloraba más.

Entonces Steve juro algo. Llenaría y repararía el corazón de su pequeño a toda costa.

"Pequeñas" cosas no tan "Importantes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora