El regalo perfecto

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25 días para navidad

El invierno se aproximaba peligrosamente a una de las regiones más frías del planeta; Sinnoh. Siendo apenas la primera noche de diciembre, la nieve comenzó a caer en un toda la región, dejando un hermoso paraíso blanco a la mañana siguiente. Desde ciudad Canal hasta ciudad Marina, toda la región se pintó de blanco. Los bosques, los ríos, las ciudades y los pueblos, todos ellos se volvieron completamente blancos.

Uno de aquellos lugares que se tornaron blancos fue la gigantesca y elegante mansión Berlitz, la cual acumuló una gran cantidad de nieve en su patio y en el tejado de la misma. Aquella nieve logró disminuir la temperatura en el interior, cosa que logró despertar a una de las habitantes más jóvenes de la mansión.

En medio de una gran cama con lindas sabanas bordadas se levantó una chica de piel blanca, ojos color cian y cabello corto de color negro. La chica se despertó de golpe gracias al gran frio que había en la habitación. Al quitarse sus sabanas se dio cuenta de que un Zangoose dormía justo en su cama.

—Buenos días, Goose, parece que tú no soportaste el frio —dijo de manera somnolienta a su pokémon, acariciándole—. Supongo que esta vez no tendrás un regaño.

El pokémon solo se limitó a volver a refugiarse en las sabanas de la chica, realmente moría de frio. La chica solo le sonrió a su pokémon, se levantó de su cama y corrió a abrir las ventanas de su gran habitación de color blanco.

Al abrirla, la chica pudo darse cuenta de que toda la región tenía una ligera cobertura de nieve. Aquella capa se extendía más allá de lo que ella alcanzaba a ver desde su alcoba. Al ver aquella escena, una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Finalmente llegó el momento —la chica contuvo levemente su ánimo—. ¡Diciembre ha llegado!

Con entusiasmo, la chica corrió a su armario y buscó rápidamente un abrigo para poder salir a disfrutar del panorama, sacando del gran armario de madera un abrigo rosado, unas botas del mismo color y una bufanda roja.

—No me gusta mucho usar el abrigo de Platinum, pero esto es la ocasión en la que vale la pena —comentó la chica mientras comenzaba a quitarse la camisa blanca y los pequeños shorts que usaba para dormir.

Mientras la chica se vestía para poder disfrutar de la nieve, una sombra oscura salió de por detrás de ella y se acercó lentamente a ella hasta que pudo de estar justo a espaldas de la chica. Cuando ella se dio la vuelta pudo ver a su Banette.

—Nett, finalmente llegó —dijo con alegría mientras se acomodaba su abrigo—. La hermosa época navideña llegó.

Al ver esa felicidad reflejada en su rostro el pokémon fantasma sonrió enérgicamente. El pokémon reconoció el gusto de su entrenadora por dicha fecha y se alegró junto a ella, ambos disfrutaban de aquellas bellas festividades navideñas.

—Banette —el pokémon se acercó un poco más a su entrenadora y le sonrió alegremente.

—Sera mejor ir a disfrutarlo —dijo al terminar de colocarse sus botas—. El último llegar es un huevo podrido.

Y sin perder el tiempo, la chica salió rápidamente de su habitación y comenzó a correr de manera enérgica hacia la salida de la mansión, mientras que su pokémon la siguió muy de cerca para ganar esa pequeña carrera.

La chica corrió sin problemas entre los pasillos, bajo las escaleras con gran habilidad y finalmente llegó hasta la gran puerta que conectaba la mansión con el patio principal y, sin pensarlo dos veces, abrió la puerta.

El regalo perfectoWhere stories live. Discover now