Mi Pelea de Rodillas

Mi Viaje Pt 2

En las últimas dos semanas dormí con mi madre, no quería olvidar su aroma y su cercanía conmigo. La iba a extrañar mucho nunca había dejado a mamá y a papá tanto tiempo.
Solía viajar pero regresaba a la semana mis viajes de la iglesia u otras aventuras no duraban más de eso.

En fin, me iba mañana 14 de noviembre, compramos todo para el camino, agua, comida y algunos aperitivos ya que era un viaje de 7 días en carretera no sabíamos a que nos enfrentaríamos. Se puede llegar a Nevados en avión pero resulta que el pasaje era bastante costoso no podíamos pagarlo.
Mi hermana Caroline averiguo y realmente era mejor ir en carretera.

Me despedí de los hermanos de la iglesia el último servicio que fui, ninguno sabía que tenía planeado el viaje y my hermana nunca se los mencionó. Alejandra estuvo llorando porque sabía que me iría por mucho tiempo y le dolía más el hecho de que no sabía cuando volver a verme. Era la única amiga que tenía ella después de eso estaba sola.

Tuvimos una pequeña cena con mamá un día antes, se puede decir que para despedirnos y yo aún no tenía lágrimas en los ojos o algo, eso era bien extraño sin embargo disfrute cada instante antes de irme.

Nos encontraríamos con papá en el camino ya que el estaba en el distrito de San Cristo frontera con Tunja. Papa estaba allá en desde hace algún tiempo por asuntos de la abuela y su salud.

Mamá se quedaría sola en casa hasta que papá volviese y le hiciera compañía.

Voy a tener que dejar estos vestidos Helena no me entran en la maleta - me dice Caroline tratando de cerrar uno de los equipajes.

A ver puedo intentar cerrar - digo subiendome sobre una maleta para que el cierre pudiera sellar con facilidad pero era inútil. Había demasiado y realmente estaba pesado.

Eran 3 maletas y las 3 era entre ropa, sábanas y cobijas.

Lastimosamente dejaré mi amado vestido rojo - dice ella con una expresión de desepción

Y el de color crema - añado con puchero

Al menos tenemos los chocolates para el camino y bien guardados para que no nos lo quiten en la frontera - dice con satisfacción. Y le sigo ya que tenemos mucho tiempo sin probar de esos chocolates.

Lo teníamos todo ya guardado. Solo 3 maletas y un bolso particular para cada una. En total 5 cosas que llevar.

Eran las 4 pm y por fin llegó el día que temía que llegara. Dejaría mi casa y parte de mi se quedaría allí y no hablo de bienes materiales sino recuerdos importantes que viví y sobretodo la libertad que tenia de pasearme por la casa para orar en cada madrugada y cada noche. Cada cumpleaños y navidades. Todo eso se quedaría aquí y en mi memoria.

Le dije Adiós a mi casa... Mi hogar porque en mi corazón aunque suene loco, nunca más volvería allí.

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Llegamos al terminal. Y estábamos esperando la hora de que nos llamaran para irnos. Teníamos 3 horas esperando. Mamá nos alcanzó aquí porque quería ver cuando nos fuéramos.
El terminal estaba repleto de pasajeros y entre ellos familiares más que todo despidiéndose. Parecía como si nos fuéramos a la guerra y en realidad no hay mucha diferencia si se mira desde esa perspectiva.

Mamá cuidate mucho no quiero que salgas de la casa si no es necesario, no quiero que estés sola si - le decía a mamá con mucha insistencia

Tranquila hija yo se cuidarme y no voy a estar sola, estaré con Dios - me sonrió. Mamá es una mujer muy valiente y he aprendido mucho de ella.

Hablábamos de muchas cosas mientras llegaba la hora hasta que...

Pasajeros con destino a San Cristo por favor dirijirse a la puerta de salida...

Llegó la hora. Hacer la fila y detrás de nosotras venía mamá. Mientras más nos acercábamos al expreso más aumentaba mis ganas de llorar.
No eramos las únicas, todos los familiares estaban en la fila, se veía grande era por la cantidad inmensa de familias que estaban para despedirse. Mi mamita, mi mamita me dolía mucho...

Llegada la entrada abracé con fuerza a mamá y mi hermana también. Las lágrimas eran incontrolables, odiaba el hecho de irme y dejarla.

Dios cuidala por favor no la dejes sola...  Decía dentro de mi

Mamá nunca soltó una lagrima pero si podía ver sus ojos más brillantes y húmedos. Mi mamá la fuerte.

Subimos los equipajes y después nosotras. Gracias a Dios nuestro puesto daba a la ventana donde estaba ella para poder seguir viéndola y despedirnos con la mano. Mi alivio en ese momento era que un taxi la vendría a buscar.

Sentimos el movimiento del cambio del expreso para retroceder y agitamls nuestras manos una vez más para despedirnos hasta que arrancamos y ya estaba lejos de nuestra vista.

Nunca me ha gustado llorar delante de mi hermana, pero esa vez las dos fallamos y nos consolamos una a la otra.

Nos fuimos de casa.. De nuestro hogar con la esperanza de volver a ver a mamá una vez más....

Mi corazón estaba roto