Negación

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Primavera 2014.-

Me desperté con un horrible dolor de cabeza, la habitación estaba a oscuras y el aroma al vodka inundaba mis fosas nasales. Las sábanas de seda negra tapaban mi espalda y cuerpo desnudo, mire me alcé un poco para ver a mi lado a un chico, el cuál no conocía.

Tenía un lindo perfil y su piel era bastante blanca. Sonreí de medio lado mientras me sentaba en la cama y miraba la habitación, intentando que mis ojos se acostumbraran, tome mi bóxer negro y me lo coloqué para acto seguido comenzar a colocar la demás ropa. Revolví mi cabello de colores, me miré en el espejo del baño cuando entré viendo las marcas de aquel chico y lo que había pasado en mi cuello y clavícula.

Chasque la lengua, odiaba ese tipo de marcas. Lave mi rostro, tome las ultimas cosas que me faltaban y salí de la habitación, saliendo del departamento y así salí a la fría calle, metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón negro para caminar a casa, prendí un cigarrillo en el camino, viendo las calles vacías de la cuidad.

Llegué a casa pasada las 5 de la mañana, mi padre se estaba preparando para ir a trabajar, era día Lunes, y me valía bastante el ir a clases. Subí sin ganas a mi habitación para ver unas maletas sobre la cama, alce una ceja riendo sin humor.

— ¿Realmente me vas a sacar de la casa?

Hablé mirando las maletas color negro sobre mi cama intacta, eran dos y bastante grandes.

— Ganas no me faltan, SeHun. No tientes a tu suerte, ve a darte un baño, tienes 15 minutos para estar listo en la sala.

— Debes estarme jodiendo.— me giré a verlo cabreado.— ¿Qué te hace pensar que te haré caso?

— Que sino te subes ahora, te llevaré así mismo y dudo mucho que al Gran Oh SeHun le guste verse así en un lugar nuevo.— me señaló con desdén alzando sus cejas de manera severa.

Tenía un dolor de cabeza de los mil males y quería meterme al auto y llevarme quién sabe dónde, me frote la nuca molesto para llevar mi cuerpo al baño, pase por su lado y al hacerlo me tomo de la mano, haciendo que me detuviera.

— Lo hago porque me importas, Hijo.

Sonreí burlón.

— Tus formas de demostrarlo son del asco, déjame decirte.

Me solté bruscamente para salir de la habitación y caminar al baño.

Luego de treinta minutos estuve dentro del maldito auto y a su lado como un crió al que llevan a la primaria.

Mire por la ventana en todo el momento, memorizando por dónde estábamos pasando y por dónde no lo hacíamos. Luego de treinta minutos más de conducir se detuvo en una enorme residencia, mire el lugar impactado, parecía un hospital psiquiátrico.

 Luego de treinta minutos más de conducir se detuvo en una enorme residencia, mire el lugar impactado, parecía un hospital psiquiátrico

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EFÍMERO [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora