Todos conocemos al angel cliché, el angel de alas blancas y guardián de las personas, pero debes saber que existen otro tipo de ángeles, los angeles de la muerte. Si como lo lees, hay angeles de la muerte, pero a diferencia de los guardianes de los seres vivos los angeles de la muerte se aprovechan de su belleza engañando a las personas y utilizando las como herramientas, convirtiéndolos en personas temibles y desagradables. Se dice que los angeles de la muerte se ganaron el puesto por un gran pecado que cometieron en su primera vida, lo que da a entender que ser angel de la muerte no es un premio, si no un castigo. Dicen que los angeles de la muerte pueden ser demasiado hermosos y hasta que abarcan todos los puntos de tu tipo ideal. Y aún que no lo creas estos también sirven a Dios, pues como dicen, todo tiene que tener un balance. Aún que estos disfrutan del dolor de los seres vivos. ¿Será ese nuestro castigo por haber pecado?...
-Señor Arredondo si no le interesa la clase le tendré que pedir que se retire-dijo la mestra un poco molesta por la necesidad de cortar su lectura. Lo miró tan sería que Luis no dijo nada más y tomó sus cosas para salir del salón y buscar otro lugar para dormir.
Llego a los patios traseros de la universidad, se sentó en una banca y miró el cielo.
-Luis!- levanto la vista encontrándose con una chica de estatura baja y de piel pálida.
-¿Nos vamos?- le sonrió
-¿Eh?- Luis no podía procesar las cosas, estaba tan perdido en esos ojos azules que lo miraban atentamente.
-Ven- la chica lo agarró de la mano y lo guió por todo el patio trasero hasta llegar a la salida.
- Solo tienes que seguirme, todo estará bien...
2 horas después Luis despertó en una habitación en donde había poca luz que daba la cortina entre cerrada de la habitación.
-¿Donde estoy?- se sentó en la orilla de la cama para tallarse los ojos y ver a su alrededor. Fijo su mirada en la esquina de la habitación y pudo observar a la chica de los ojos azules.
-¡Tú! ¿quien eres?- la señalo- ¿por que me trajiste aqui?- la chica solo lo miraba sonriendo- habla!- Luis comenzaba a desesperarse y asustarse, revisó con la mirada la habitación para ver si estaban solo.
-Solo estamos tú y yo- contesto la chica- ¿cual es tu pecados?
-¿Qué?- Luis la miró extrañado
-¿Cuales es tu pecado? - repitió la chica
-Ahh me largo, creo que me tope con una loca- Luis se levanto de la cama dispuesto a irse, pero la chica lo aventó con mucha fuerza como si quisiera matarlo en ese momento. Luis la miraba impresionado, pero mas que eso asustado.
La chica dio un salto por la habitación hasta llegar a donde estaba Luis y ponerse encima de él- ¿Cuales es tu pecado?- Luis casi se desmaya al verla, el rostro le había cambiado, paso de ser una chica atractiva de ojos azules a un fenómeno con la frente amplía, ojos y labios enormes, cara ovalada a los lados y cabello maltratado. De sus labios no salía nada, ni siquiera el grito que moría por expresar para que alguien lo auxiliará.
-Bien, te ayudaré- sonrió y ahí Luis supo que nunca se le borraría esa imagen de la cabeza- Tus padres estan de luto, perdieron a sus dos hijos, el mayor lo perdieron por asesinó y la menor en manos del mayor- no dejaba de mirarlo.
-¿De que hablas? - Luis no entendía nada de lo que estaba pasando.
-Tú mataste a tu hermana!- la chica sonreía.
-No es cierto!- Luis grito por fin desesperado y la chica rió.
-Deberías hacer memoria de como llegamos aqui- la chica se levanto- recordar lo que hiciste...-
Luis trato de hacer memoria temeroso de que lo que decía esa cosa fuera verdad. Golpeo el suelo, una y otra vez y rompió en llanto, lloro como niño pequeño, desesperado y con ganas de romper todo lo que estuviera serca- ¡No es cierto! ¡no puede ser!- grito llorando.
-Te lo dije- la chica rió
-¡Fue tu culpa!- la señalo
-Creo que deberías dejar de dormirte en clase- se acercó a él- fuiste tú, siempre le tuviste rencor, nunca lo aceptaste hasta hoy, ella te quitó tu trono- le beso la mejilla y Luis solo la miraba con odio- Te doy la oportunidad de que decidas tu forma de castigo- en una mano tenía una soga, en la otra una pistola. Luis se levanto, sin ganas, sintiéndose la mierda mas grande del mundo y tomo el arma, caminó al baño y se escuchó la última decisión que tomó.
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Sonó el teléfono de la casa-¿Familia Arredondo?
-Si, ¿quien habla?
-Tiene que venir a identificar el cuerpo de Luis Arredondo.- la señora soltó el celular y calló al suelo, rompiendo en llanto y gritando. Una pequeña entro a la habitación y al ver a su madre así corrio abrazarla y preguntarle que tenía, no hubo respuesta. La familia Arredondo estaba de luto.
