How wonderful life is...

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[ Cada persona ha vivido momentos que se quedan grabados a fuego en la memoria y en el alma; que por más que pueda pasar el tiempo, por mucho que la vida trate de dejarlos pasar, nada ni nadie puede borrar su recuerdo nunca, ni borrar el sentimiento abrasador, sea cual fuese, que consumió el alma en aquel entonces.                                  Sencillamente hay cosas que no se olvidarán en la vida, que se atesoran con el capricho de quien no quiere dejar ir un pedacito de sí, la imagen nítida del momento en el que se fue más feliz.

Nunca pensaron que aquello podría sucederles, que se enamorarían por primera vez y serían correspondidos, que esos momentos podrían sucederse uno tras otro mientras estuviesen juntos, que esa felicidad desbordante podría convertirse en un estado de ánimo casi permanente al tenerse el uno al otro.

Y tampoco pensaron que todo eso podría verse destrozado, que sus vidas quedarían desoladas y que, como animales actuando por instinto, acabarían por volver a buscarse en un último intento de recuperar lo perdido. ]

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How wonderful life is when you're in the world.


Ellos creían saber qué era el amor antes de conocerse.

No, nunca lo habían experimentado, pero no les parecía tan complejo e inexplicable como lo hacía parecer todo mundo, simplemete lo veían como algo mundano y carente de tanto misterio.

Pero todos sus esquemas quedaron fulminados en el mismo momento en el que descubrieron que con mirarse bastaba para revolverlo todo; no sabían que alguien podía llegar a sentirse así, a sentir tanto y a sentir que alcanzaba un nivel de felicidad y libertad tan inmenso. Era como verse flotando en mitad de la calma, en mitad del universo, perdido pero sin la más mínima intención de encontrarse.

Eran como estrellas suspendidas en la inmensidad, como si en medio del vacío y de la nada hubiese un destello tan cálido y acogedor que automáticamente les hacía sentir en casa.

Eran hogar.

Y orbitaban el uno alrededor del otro, jugaban a buscarse y se encontraban todas y cada una de las veces. Se miraban y descubrían mundos nuevos.

Era como sumergirse en un mar totalmente desconocido y verse reconfortado al no hayar malestar, si no al descubrir esa sensación que les arropaba, que aunque había riesgo de ahogarse, la euforia lo callaba y sólo quedaba, de nuevo, la calma.

Casi como volar, flotar.

Casi como desvanecerse, deshacerse.

Y cada día iba a más, había un ayer que les hacía sonreír con sinceridad, pero había aún más ganas de enfrentar un mañana juntos. De despertarse y mirarse, viéndolo todo e ignorándolo todo a un mismo tiempo, deseosos de descubrir más y más.

Y es que, pensaban, "qué maravillosa es la vida cuando tú estás en el mundo".

Así que sí, hubo un tiempo en el que la felicidad constituía la base de sus días y el deseo y cariño lo inundaban todo. No podían imaginarse nada contra lo que no pudiesen luchar, juntos eran invencibles y todo lo demás ajeno a esos sentimientos se les antojaba vulgar y poco merecedor de atención.

Pero ni ellos eran invencibles ni el tiempo se pararía por ellos. No tenían ese poder. A ojos del mundo no valía más lo que sentían que cualquier otra cosa. En el fondo dependía de ellos, y no estaban listos para afrontar ciertos problemas.

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⏰ Última actualización: Jan 05, 2019 ⏰

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