En esa noche particularmente fría... él tenía que sentirse así
"¿Por qué?" Me pregunté ¿Por qué a las 2 am? ¿porque cuando creo que las cosas van a mejorar de nuevo se derrumban?
Mis pisadas eran veloces, eran agiles, porque a pesar de odiar cada segundo ese momento, sabía que él solo me tenía a mi.
Y yo solo lo tenía a él, y ayudarlo era una de las razones por las cuales aun me mantenía con vida, era la razón mas importante de mi existir.
Desde ese momento en el que vi su vulnerabilidad, dentro de él, en el instante que me mostró lo fragil que su mente y pensamientos podían ser, en el instante en el que pude ver aquellas marcas finas y ya cicatrizadas por sobre todo su cuerpo, lo supe.
Supe que yo era para él era su temple, y que él para mi sería mi inspiración.
Y en esos momentos lo odiaba a él y me odiaba a mi, por saber que era mi "responsabilidad" cuidarle y por sentír molestia de hacerlo.
Porque era inoportuno, porque me absorvía, toda mi atención giraba en torno a él.
Lo que en un principio pensé me daba motivos para vivir, ahora se transformaba en molesto y rutinario y me sentía tan miserable por pensar así.
En cada segundo de esa llamada, de su angustiada voz quebrada decir "Ven, Craig" volvía a recapacitar, y volvía a castigarme por si quiera pensar abandonarlo y terminar todo lazo con él.
Por su particular tono pude discernir que estaba sufriendo un ataque de ansiedad, atiné a contestar "en un momento llego" aunque ofuscado muy a los adentros.
Escaparme por la ventana en la madrugada ya era rutina, gracias a sus llamados nocturnos.
Dormir era cosa del pasado.
-¡Tweek! -grité arrojando pequeñas piedras hasta su ventana, era mas que obvio que sus padres escuchaban los ruidos pero les era mas facil ignorar que hacerse cargo.
-Ahora bajo -la vocesilla que tanto reconocía se escuchó en un susurro y en breve ya estaba saliendo por la puerta trasera.
Le sonreí, a lo que él correspondió con un beso en los labios.
Esos labios perfumados y suavez al tacto que me devolvian todos esos sentimientos que en un principio hicieron enamorarme de él
-Estás helado- dijo tomando mis manos congeladas entre las propias, esparciendo un agradable calor en las mias.
-Claro, son las 2 de la mañana.
-Si -afirmó y volvió a dedicarme un beso- perdón por volver hacerte venir.
-Sabes que para eso estoy.
-Gracias ¿Quieres ir a caminar?
-Bueno, pensé que estaríamos en tu cuarto, ya sabes, lo habitual.
Despues de 7 años juntos, pasar la noche en su casa ya era comun, me sabía de memoria cada rincon de su cuerpo, no era un secreto que teniamos necesidades, estan eran saciadas mutuamente, y es que aun no me aburría de la aterciopelada piel de Tweek
-Si -arrastró el monosílabo y arrugó la nariz- quería platicar un poco contigo.
-Ah -solté con sincera sorpresa- de acuerdo.
Tomé su mano, y el afianzó el agarre y en cuestión de nada ya estabamos en medio de la vacia calle del vecindario.
-Pensé que estarías peor, te escuchabas mal -corté el silencio dirijiendo mi mirada hacia Tweek.
-Lo sé, es que en realidad, estoy bien.
-¿Como?
-Quería que vinieras para platicar sobre algo.
-No te estoy entendiendo Tweek.
Y allí en medio de la oscuridad, apenas alumbrados por una opaca luminaria... sus palabras salieron disparadas como una bala hacia mi corazón
"Ya no podemos estár juntos"
"¿Porque?" Le pregunté, con la voz y los ojos quebrados.
El negó con la cabeza y soltó mi mano "Eres dependiente a mi, ya no quiero aprisionarte... perdón por todo"
Caminó hacia el lado contrario, dandome la espalda, dejandome atras, olvidandome.
Destruyendome. ... Todo el tiempo pensé, que él era mi responsabilidad, que yo era su soporte, cuando siempre fué al revéz.
Cuando Tweek era mi razón de vivir.
Iría hasta luna y de regreso por ti mi pequeño.
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