Kyoto [;WonHa;] EN EDICIÓN

ルナ

月と天使たち
La luna y los ángeles.

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Kim SoJung, veintitrés años. Piel clara, ojos oscuros y cabello del mismo tono. Graduada como periodista y escritora.  SoJung, era descrita por ser alguien fuerte, comprensiva y amigable con quien lo merecía.

El sueño de SoJung siempre había sido trabajar en una cafetería, junto al río Kamo, donde al posarse la primavera en tierras japonesas, los pétalos de los cerezos caían en sus aguas. Uno de sus amigos de universidad, Nakamoto Yuta, un barista, había decidido comprar un local y transformarlo en una cafetería.

SoJung era hija única, hasta que sus padres decidieron adoptar a Kim SeungMin, su primo, sus tíos habían muerto hace varios años en un trágico accidente de auto y al no tener familia más cercana, se quedó con ellos. Se llevaban siete años de diferencia, pero se amaron desde siempre.

Seungmin decidió trabajar junto a ella en la cafetería. De hecho solo lo hacía cuando tenía vacaciones escolares y no sabía que hacer todo el día en su casa. Y solo le gustaba ir por un tipo de su edad llamado HyunJin, un amigo del hermano de Yuta.

De solo escuchar ese nombre. Su sangre hervía. Solo quería aprovecharse del pequeño Minnie.

Seungmin decía "Sojung, Hyunjin es un chico bueno"

Patrañas.

Hwang solo quería meterse entre los pantalones de su bebé. Por eso a SoJung no le caía nada bien.

Y no estaba de más mencionar a su mejor amigo. Cha EunWoo, un astrólogo, quien trabajaba del otro lado del río. Una venta sobre cosas para astros o alguna cosa así que por algún motivo no llegaba a comprender del todo.

La cafetería en la que trabajaba, llevaba el peculiar nombre de; "Neo Coffe & Tea", supone que Yuta le puso así porque todo mundo le llama NCT, algo de moda entre el  City Pop quizás. Porque Yuta amaba a Miki Matsubara.

Y justo ahí, es donde conoce a una de las protagonistas de su -también- peculiar historia.

Aunque pocas veces le ha tocado atender a aquella chica, ha sido cautivada completamente. Cabello corto, igual de oscuro que sus ojos, sus labios color cereza, piel blanca y muslos gruesos.

-¿Desearía agregar algo más a su orden? -.

Y ahí estaba, frente a ella, pidiendo lo mismo de todos los días. Un cappuccino sin azúcar y una dona con glaseado.

-No, muchas gracias SoJung - Le sonrió mostrando su hilera de dientes blancos-.

Las mejillas de SoJung probablemente se volvieron de colores indescriptibles, la sonrisa de Jung EunBi, era para encandilarse de tan radiante que era. SoJung, la mayoría del tiempo se dedicaba a atender en caja, así que casi nunca escuchaba la voz de EunBi , solamente recibía su dinero y un Gracias de su parte, sabía su nombre y edad.

La primera vez que conoció a EunBi, una extraña sensación había recorrido su cuerpo. Había estado todo el tiempo observando a la pelinegra. Y cuando esta se había ido de la cafetería, sintió la necesidad de seguirla. Pero no lo hizo, eso hubiera sido muy raro.

¿Una conexión? o ¿simplemente sentía que se estaba volviendo una acosadora...?

Los monjes de la ciudad la habían detenido más de una vez, le aseguraban que tenía el amor tan cerca, así que cuando finalmente su otro lado del hilo se diera cuenta, ni si quiera ellas podrían separarse.

Eran las ocho de la noche, y ese día EunBi aún no se había presentado, algo muy raro, ya que frecuentaba todos los días alrededor de las dos treinta de la tarde. La campana de la cafetería reveló aquel delicado y angelical rostro, la noche de SoJung se volvió más feliz.

EunBi, tan hermosa, como siempre lucía, y ahora, una de las tantas boinas que usaba adornaba su cabeza, haciéndola lucir muy tierna.

-Buenas noches SoJung - Saludó amablemente, iba a tomar la misma orden pero la mano de EunBi la detuvo abruptamente- ¿Quieres tomar un café conmigo?

La boca de SoJung se secó, se limitó ante cualquier palabra y simplemente asintió, viendo nuevamente la sonrisa de EunBi plasmarse en su cara.

SoJung solo pudo levantar el dedo hacía el reloj, que suerte que Eunbi entendió que a las ocho treinta terminaba su turno. Llevó dos cafés a la mesa, ese día estaba un poco helado.

-¿Tienes novio? - La pregunta sorprendió a SoJung, esta negó - ¿Enserio?, pero eres muy bonita.

-Tuve una novia, pero, ahora estoy soltera - Sonrió y fue la primera vez que EunBi la observó tan delicadamente-.

-¿Quisieras salir conmigo? - SoJung la miro y soltó una risa nerviosa - No te asustes, como amigas...o una cita, no sé.

-No lo sé, trabajo todos los días, y salgo hasta que cae la noche, solamente los sábados tengo día libres y los utilizo para escribir. - Se encogió de hombros-.

-¿Escribes? -SoJung asintió- No lo imaginaba, pensé que eras barista, como Yuta.

-Me gradué hace unos años de periodismo y seguí un curso sobre escritura, no es la gran cosa.

-Es maravilloso, yo puedo dibujar muy bien, por si algún día necesitas alguna ayuda, ya sabes.

Tomaron el café hasta que se acabó, SoJung miraba sus uñas repetidas veces y EunBi observaba tranquilamente el río.

-Pide un solo día, y dejaré de pedirte otras más - Sonrió nuevamente y SoJung también-.

La convenció , y es que, no era gran cosa que SoJung no dijera NO, como la vez que estaban a 42 grados y salió en una botarga a entregar volantes por la apertura de la cafetería. Ella y Yuta tuvieron que regresar, pero al hospital porque se habían deshidratado.

Eran las diez treinta, y SoJung ya se había despedido de EunBi luego de platicar y conocerse solo un poquito más, habían quedado de verse en la cafetería el día Jueves, a las dos treinta de la tarde, y que llevara ropa cómoda, porque irían a nadar.

Se sentía nerviosa, a pesar que faltaba una semana, ¿que ropa llevaría? que desastre, ahora tendría que ir a comprar ropa para ir a nadar, ¡JAMÁS HABÍA PENSADO EN IR A NADAR! ¿Qué clase de persona no tiene ganas de ir a nadar? Ah, sí, SoJung.

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Llevo editando está historia desde marzo de 2,021, espero que sea la última vez que entre en edición.