Capítulo 3

1.1K 112 30
                                    


Llegué a casa más temprano que de costumbre, la profesora nos había dejado salir antes. Entré contento de verlos y los empecé a buscar por la casa. Hasta que escuché un grito de mamá viniendo de su cuarto. Me acerqué con miedo, no me gustaba ver llorar a mama. La puerta estaba abierta. Pude ver como papá le estaba pegando con fuerza muchas veces, y ella no podía hacer nada. Estaba en el piso llorando y rogando piedad. No se de dónde saqué el valor suficiente para tratar de pararlo.

-¡No la toques! -dije con algo de miedo entrando al cuarto.

Papá me miró furioso, y fue ahí cuando recibí mi primer golpe por parte de él. Corrí hacia el baño, me encerré y comencé a llorar sin hacer ruido. Eso podría hacerlo enojar más. Estaba temblando. Tenía muchos moretones y un corte por el que sangraba. Me costaba respirar.

El recuerdo de hace ya cinco años me perseguía todos los días. Mamá siguió apareciendo con moretones, no tan frecuentemente. Este hombre parece estar calmado, pero sigo con mucho miedo. Tengo miedo de encontrarme en ese baño llorando con más moretones. O de no encontrarme más.

Al día siguiente vi a Pedro caminando con sus amigos en el colegio, y me miró también. Hizo como si no me conociera y siguió en lo suyo. ¿No me había reconocido? ¿No tenía ganas de hablar conmigo? ¿Quería hacer como que no me conocía? ¿Mintió en todo lo que dijo ayer? Siempre dudo bastante sobre mí mismo, así que estas preguntas ya eran normales.

El resto del día fue normal. Pero Raúl se tuvo que quedar hasta más tarde para hacer un trabajo con un amigo de su curso. Así que me iba solo. Minutos después escucho unos pasos detrás mío que cada vez se acercaban más. Lo ignoraba, pero en un momento tocó mi hombro y me sobresalté. Miré hacia atrás y no era nada más y nada menos que Pedro.

-Te estuve siguiendo como por tres cuadras boludo -rió, estaba un poco transpirado.

-Ah... -respondí sin saber qué decir- ¿por qué?

-Quería hablar con vos -se encogió de hombros- en el colegio no tuve oportunidad.

Y así hablamos por un rato en el que yo estaba muy incómodo. Cuando llegamos a la parada de colectivo de Pedro, él paró y, apoyando una mano en mi hombro, dijo:

-No tenés que estar incómodo conmigo, me di cuenta de que no estabas a gusto. No te voy a juzgar ni nada. -me sonrió con calma y sentí que mis mejillas se calentaron un poco.

-Dale, gracias -le sonreí de vuelta y justo llegó su colectivo, y se fue.

De camino a casa estuve pensando en todo esto. En que me ignoró a la mañana pero era amigable a la tarde, en que me buscó a la tarde, en que no me habló cuando había otras personas, en el sonrojo.

...

Hola! Perdonen la tardanza y que sea tan corto, pero jA, no tenía inspiración. Voy a tratar de actualizar más seguido, pero no prometo nada uwu.

Gracias por leer <3

Paralelos (PEDRIMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora