Al final del día fui con Pedro y sus amigos hasta un patio, en donde había algunas personas que ellos conocían. Me presentaron, hablamos un poco hasta que se les ocurrió hacer una fiesta con mucha gente de la escuela. Yo, aunque estaba dudando, no dije nada.
Fuimos caminando de nuevo Pedro y yo, y llegó el tema de la fiesta.
-¿Y? ¿Vas? -me preguntó sonriendo.
-No sé, no soy muy fan de las fiestas... -respondí sincero.
-Dale, va a estar buena, voy a estar yo y van a estar los chicos.
-Pedro, recién hoy conocí a tus amigos -reí un poco, y vi como él sonreía un por esto.
-Pero te cayeron bien, ¿no?
-Sí, qué se yo...
-Dale, vení... -dijo haciendo un falso puchero y poniendo su brazo al rededor de mis hombros.
-Está bien, voy -suspiré.
Pedro festejó revolviendo mi pelo y riendo, haciéndome reír a mí también. Seguimos hablando por un rato hasta que llegamos a su parada, donde justo venía su colectivo. Él empezó a correr hacia este y me miró sobre el hombro.
-Chau, espero verte mañana Tin -rió y entro a su colectivo.
Me sorprendí por ese apodo que nadie nunca me había dicho. Me hizo sonrojar y reír un poco como idiota. ¿Por qué justo ese apodo? ¿Qué quería decir? Tenía que calmarme o me iba a hacer mal, y lo se por experiencia, pero hace mucho tiempo que no me siento así.
Y así el resto de la semana pasó, hablando mucho con Pedro y con sus amigos. Me empecé a sentir por primera vez en un grupo de amigos. En mi grupo. Y todo gracias a él.
Llego la noche. Me preparé y salí de mi casa. Le había dicho a mis papás que iba a dormir a lo de Raúl, porque ni locos dejarían que me vaya a una fiesta donde seguramente haya alcohol. Arreglé bien las cosas con él por si llama a su casa mi madre, así que todo en orden. También le conté a Pedro de mi plan, para que no me pase a buscar por mi casa sino por unas cuadras más lejos. Lo vi en la esquina en la que acordamos encontrarnos, nos saludamos y caminamos hacia el lugar. Se lo veía feliz hablando de la fiesta, estaba muy emocionado.
Una vez allí, nos encontramos con nuestros amigos. Bailamos por un rato, hacíamos jodas, algo de lo que no soy muy fan, pero me gustó. Hasta que decidimos hacer el juego de la botella.
Nos sentamos en ronda en el piso y fueron girando la botella varías veces. Siempre se besaban chicos con chicas, y si tocaban dos del mismo género siempre se pasaba. O casi. Alguien giro la botella y apunto a Pedro, la giraron de nuevo y me toco a mi.
-Bue, no importa, la giro otra vez -dijo uno volviendo a agarrar la botella.
-Ay ya fue boludo es lo mismo -reí haciendo parecer que era por los efectos del alcohol, cuando en realidad apenas había tomado.
-Ya fue wacho -dijo Pedro al mismo tiempo que gateaba a través de la ronda hasta llegar hasta mi, y me besó. Nos besamos muy fuerte, como así decía el juego, y sentí que estaba en el cielo. Cuando nos separamos, Pedro me guiño el ojo disimuladamente y volvió a su lugar.
-A partir de ahora todos se besan con quien le toca -dijo uno riendo, y varios se lamentaron por esto.
Seguimos jugando a esto por un rato hasta que nos aburrimos y seguimos boludeando. En un momento voy al baño para respirar un poco.
Me encerré en un cubículo del baño (que olía muy mal) para hacer mis necesidades. Cuando abrí la puerta, estaban rodeándome estos chicos. Los que me hacen bullying. Sentí derrumbarse todo.
-Ay mira quien está acá -dijo uno a su amigo.
-¿El putito vino a una fiesta? -dijo otro riendo.
-Yo ya me voy... -murmuré con miedo tratando de salir.
-No te vas a ningún lado -dijo uno de ellos empujándome bruscamente hacia adentro del cubículo- Hace mucho tiempo quisimos esto, y esta es la oportunidad perfecta.
-Por favor... -dije, y se me cristalizaron los ojos.
-Che, el putito está llorando, ¿queres llorar, maricón? -dijo otro y me pego un puñetazo haciéndome caer al piso y golpearme la cabeza contra el inodoro, lo que me dejo muy mareado.
Los tres juntos empezaron a golpearme y patearme, como si fuera algo divertido. Como si fuera el saco de boxeo con el que entrenan en el gimnasio. Sentí como corría sangre por mi boca. Escuchaba sus risas llenas de maldad. Solo quería desaparecer.
-¿Que vas a hacer? ¿Eh? ¿Llamar a tu novia Raúl? -rió con maldad.
-Lindo par de lesbianas que son ustedes -me golpeo el estómago con fuerza dejándome sin aire por unos segundos.
Ya por ese entonces estaba a punto de desmayarme, golpeado por tres hombres más fuertes que yo, lleno de moretones y sangre. Hasta que alguien abrió la puerta del baño.-Martín, ¿estas...? -dijo una voz familiar, que se quedó callada al instante. Los que me golpeaban dejaron de hacerlo para mirar a esta persona.
-VÁYANSE YA MISMO -dijo amenazante el nuevo, imponiendo miedo. Era uno de los anfitriones de la fiesta, y los otros no- O LLAMO A LA POLICIA.
Estos matones se fueron casi corriendo, y Pedro se me acercó velozmente.
-Martín... -me tomo en brazos mirándome preocupado.
-D-duele... duele mucho... -dije llorando aferrándome a él con las pocas fuerzas que tenía. Ya no podía sentir ningún tipo de vergüenza.
-Ya se, tranquilo, ahora te voy a curar, ¿Sí? -dijo preocupado pero tratando de calmarme, y salió del baño y de la casa.
Y, aunque no quería, caí desmayado por culpa del fuerte golpe contra el inodoro y de todos los golpes que tenía. Lo último que vi fue la cara de mi salvador, preocupado.
...
Hola! Perdonen la tardanza, me lleve tres materias y bueno :/ por eso les traigo este capítulo lleno de drama 7u7 espero que les guste uwu

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Paralelos (PEDRIMENTE)
FanfictionEllos van a la misma secundaria. Pero Martín tiene un pasado (y presente) muy oscuro con el que le cuesta lidiar. Entonces, llega Pedro con una esperanza de salvarlo.