Superación [#2]

3 0 0
                                    

En las profundidades del espacio, donde el tiempo no significa nada. Hay un reino, el reino de los desesperados, gobernado por el Desesperador, una entidad primordial de los conceptos abstractos que rigen el universo. Su dimensión es un reflejo de su alma, aquello no se le puede describir con un género definido, pues es la acumulación total de toda la desesperación, frustración, estrés, y melancolía de los mortales. La forma de esta entidad no es descrita como tal, pues su aparente forma astral es creada con la desesperación más fina de las almas más atormentadas de la existencia, puede ser visto como un humanoide con miles de rostros agonizantes intentado salir de su ser, con un ojo color miel entre abierto. Como un minotauro gordo saliendole pus o sangre de sus ojos y oídos cubiertos de cerrilla. O si estás en un evento emocional, le verás como la persona que has perdido, con un futuro incierto.

Aquello estaba parado en medio de un millardo de almas, sus pies estaban puestos en una roca puntiaguda, mientras que los desesperados intentaban escalar la piedra. Su mirada penetrante, observaba con desprecio y egocéntrico a los muertos intentando dañarle. -¿Qué acaso no pueden acercarse y matarme?, ¿qué acaso no son un ejército y yo un mero enemigo?, ¿qué a caso no tienen las agallas suficientes para venir y atacarme?, no sois nada ante la realidad y por eso estáis aquí, en el vacío- su voz emanaba una tristeza para los desesperados.

Pero ante un billón de almas, ante un millardo de metas fracasadas, ante miles de almas estancadas en la cobardía, había una que luchaba por si misma, un espíritu que tenía todo aquello que Desesperación odiaba: determinación, esperanzas, sueños, optimismo. El alma no peleaba contra sí mismo, ni contra Desesperación, él peleaba para mejorarse así mismo, y veía la dimensión del vacío como un reto que superar. Escalando su propio infierno personal, cada piedra puntiaguda que sostenía era más difícil que agarrar que la anterior, pero su perseverancia lo ayudaba.

El reino vacío solo tiene un dicho "Abandona toda esperanza, pues desde aquí, el reino de los débiles y pecadores desamparados, hacen que el ángel más piadoso llore por la tristeza". Nunca antes había intentado salir de ahí.

Desesperación se había dado cuenta hace milenios de la huida de ese hombre, más no le había tomado importancia, pues durante siglos aquel hombre caía una y otra vez, en vez de tomarle importancia, solo se reía a carcajadas de el sujeto, aunque su determinación era digna de admirar.

Aquel hombre tenía recaídas, y frustraciones, pero en lo más info luchaba en conjunto de su ser para salir de ahí. Y su paciencia tuvo sus frutos después de milenios. Él había superado el acantilado, celebró de gloria todo su esfuerzo, aunque no fue por lucho tiempo, pues una figura que abarcaba lunas completas salía del hoyo, era Desesperación, indignado de aceptar esta superación. Agarró al hombre por las costillas y lo alzó. Él estaba muy enojado, y su voz era tan maldita que se una sola palabra hizo temblar toda su dimensión - ¡¡NADIE ENTRA A LOS DOMINIOS DEL VACÍO Y SALE DE EL CON FACILIDAD!!-, y con una grata sonrisa, abrió un agujero dentro de su ojo y pensando desaparecer al ente dentro de sus fauces; pero un sonido y una luz quebró el reino de Desesperación, una voz femenina salía de entre la radiante energía - ¡ya basta desesperación, el hombre ha superado su prueba, ahora déjalo irse conmigo!-, la luz se apagaba lentamente, y de ella salía la Diosa de los muertos.

-¡Oh!, sí es Perséfone la güitre de los mortales, la anomalía del multiverso, ¿a qué debo tu inesperada invasión a los dominios de Desesperación?- el concepto tiró al mortal al suelo y se puso enfrente de ella, -¡Sabes perfectamente que no tienes derecho a invadir a mi reino-, Perséfone respiró suavemente y reclamó, - Pero esa alma ha peleado para la redención. Por lo cual merece el descanso eterno.-, Desesperación se precipitó e inicio una pelea entre ellos, su pelea es tan peligrosa que una cantidad inconmensurable de galaxias explotaron y el espacio del vacío infinito se quebró. Los poderes rugían, y los reinos se estremecían. Los dioses se agitaron, y los mortales rezaron. El universo ser estremeció.

-¡¡NADIE VIENE A MI REINO A DECIR QUE ES BUENO O MALO, Y MENOS UNA ANOMALÍA DEL MULTIVERSO!!- digo Desesperación pareciendo poseso de su propio ego.

La batalla rugía, y Perséfone agitaba todo el desprecio que tenía ante ese ser, y el maldito sacaba todo el ego que le dominaba. Pero las almas desaparecían de la realidad por el choque de deidades universales. Desesperación se dio cuenta de ello y dejó de pelear. Agarró el alma del mortal y la arrojó a los pies de la Diosa. Ningún mero mortal merce tanta atención.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 06, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Historias de Perséfone Vol 1 2/250Where stories live. Discover now