Capítulo IV

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Notas es nombrado por los adolescentes como recados usados para difundir o plasmar en un pequeño texto algun pensamiento o propuesta.
Desde pasar el informe de una nueva relación entre dos compañeros de clase o algún rollo que se tienen, hasta para pasar el rumor momentáneo de una bragueta abajo durante clase; en fin, de muchos modos se usan las notas, normalmente cosas que se guardan en secreto, cuando los mensajes no son de fiar, los textos a lápiz y papel son un candado que terminará en la basura.

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Lunes, un día poco especial y el más agotador, despedirse del descanso y volver a abrir los ojos después de tres horas de sueño. La luz del día pasaba en un rayo por la ventana directo a la silla donde se sentaba Soonyoung, era molesto, pero no había momento de quejarse cuando el lápiz no se separaba del papel, ahí comenzaba un partido narrado por sí mismo:

"Termina el parrafó en el último renglón. Kwon Soonyoung fue de menos a más jugando la mayor parte del encuentro con diez hojas en una mañana. Para el recuerdo queda sobre todo el último tanto, obra del nunca jamás. Soonyoung se garantiza pasar como primero de grupo. :¡Gol! Llega el 4-0. Marca Soonyoung. Vaya sangre fría la del coreano. Con un recorte en el área ha sorprendido a todos. Mucha calidad. Ha sido suplente en los últimos partidos. Seguro que con este tanto gana puntos. Minuto 77. Doble 7. Segunda petición del público del Balón de Oro!!!! Lo ha logrado!!!!! Y..."

Sonó el timbre para salir de clase.
— Mañana es el primer examen, no lo olviden.

"Maldita sea" pensó Soonyoung decepcionado mientras cerraba su libreta con ejercicios terminados e impecables o eso pensaba él:
— Está mal.— dijo Jihoon mientras observaba por arriba el cuaderno repleto de rallones y migajas de borrador.
— Mañana es el examen, no puedo reprobar sabes que me iré de viaje con Seungkwan en vacaciones de invierno y mi madre no me dará permiso de ir si no tengo futuro y termino vendiendo hilos debajo de un puente... Jihoon... Jihoon...— se hincó dramáticamente al mencionado. — Ayúdame, por favor...
— Eres un tonto, te ayudaré solo si te levantas, me avergüenzas...
— ¡Gracias!— exclamó en un fuerte abrazo que asfixiaba a su acompañante.
— Podemos vernos después de clase con Seungcheol.
— Uy... Seungcheol~ ¿Quién es?— empujó el hombro contrario.
— Un compañero.
— ¡Oh! Pero-

La conversación fue interrumpida por un oso gigante de peluche interponiendose entre ambos chicos y quién se encontraba tras de ese animal de felpa no era nadie más que Wonwoo con una cara de felicidad enorme -falso-

— Cállense.— comentó al notar las miradas espectantes de explicaciones.

— Hmm huele a Mingyu.— habló el de baja estatura tomando entre sus manos una nota con dicho nombre: — "Está el sol, el ambiente perfecto pero faltas tú."

Tras leer eso ambos amigos se voltearon a ver y han soltado una risa que Wonwoo juraría jamás haber escuchado ni el el circo. Se sentía ridículo cargando por todo el pasillo un oso gigante y atenerse a risas ligeras o a preguntas acerca de su inexistente vida amorosa, ante ello se intentaba las mejores mentiras del siglo para no hacer el ridículo.

— Debiste haberle dado el mejor beso de su vida para que te diera esto.
— No lo besó.— completó el mejor amigo del protagonista del tema.
Jihoon quedó boquiabierto más adelante dibujandose una sonrisa y llevando al frente las dos manos juntas en un aplauso:
— Juraba que lo besarías.
— Yo...
— Te dije que no lo haría, mi mejor amigo tiene una dignidad del tamaño de este oso.— se tocó el pecho en son de campeón. — Gané la apuesta, págame.
— ¿Apostaron con mi sufrimiento?— intentó hacer drama de aquello que le causaba risa al final, Soonyoung sacaba dinero de hasta abajo de las piedras.
— Lo siento Wonwoo.— Jihoon daba unos billetes de su cartera a Soonyoung mientras en su rostro se notaba el dolor de dejar atrás esos millones.

Uno más en la lista [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora