Capítulo 8.

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A regañadientes me fui, dejando a Bella y a Harry ir a por sus helados. De todos modos, probablemente se lo pasarían mejor sin mí. Me molestó que eligiera a Harry en vez de a mí. Ella odiaba cuando otras personas la abrazaban, y aquí estaba, escogiendo a Harry antes que a mí. Fue diferente. Pero creo que realmente no tuve otra opción que aguantarme.

Paseé por la calle, unas cinco cuadras hasta la pequña tienda en la que me gustaba comprar.

"Hola, Wendy." Saludé a la anciana cajera con una sonrisa.

Ella y su espeso, dueño de la tienda, estaban acostumbrados a vernos a Bella y a mi aquí.

"¿Hoy no está la pequeña?" preguntó ella, sonriendo.

Ella siempre le daba dulces a Bella cuando pensaba que no estaba mirando.

"No, se fue con su padre" contesté, cogiendo una cesta.

Wendy levantó las cejas de sorpesa, pero no dijo nada. Ella no sabía QUIEN era el padre de Bella. Todo lo que sabía era que él no estaba con nosotras.

Vagaba por los pasillos, cogiendo lo que necesitariamos durante la semana, dos rebanadas de pan, nutella, una bolsa de manzanas y algunos plátanos, cereales para Bella, un cartón de leche y otro de zumo de manzana, vacilante, agarré una botella de vino, nada caro, pero no había tenido nada para beber por un rato. Después de media hora de compras, llevé la cesta a Wendy, que silenciosamente empezó a pasar las cosas por la caja registradora.

Cuando llegó al final, me di cuenta de algo; iba a llevar todo esto a siete cuadras de casa. Yo sola. Y parecía que pronto iba a llover.

"Son 98 libras Lucy querida"

Bien. Solo tengo 40 libras.

Suspirando, saqué la tarjeta de Harry de mi bolsillo, entregándosela a ella. Wendy deslizó la tarjeta y me entregó mi recibo sonriendo.

"Dile a Isabella que extraño verla, y ella tiene un regalo esperando la próxima vez que venga."

"Por supuesto, Wendy. Estoy segura que estará deseando venir."

Agarré las bolsa y salí de la tienda. Después de un par de pasos, decidí que pararía en casa de Alex un rato y luego llamaría para que Harry me llevase de vuelta a casa. Esto era demasiado pesado para llevar todo el camino a casa. Y además, podría pedir disculpaspor nuestra pelea de antes. Su casa estaba a dos cuadras de la tienda, así que llegué allí en un momento. Por suerte para mí, a Alez nunca le ha gustado cerrar la puerta, odiaba tener que llevar llaves. Así que giré el pomo de la puerta y la abrí, entrando y acogiendocon beneplácito el aire caliente que hasta hace menos de un minuto era aire del exterior frescor. Pero mi mandíbula cayó cuando vi a Alex besando a una chica al azar en el sofá.

"¿Qué diablos?" Grité, dejando mis compras caer al suelo, oí cristales rotos.

Alex se asustó con cara de miedo.

"Lucy... Yo... Te juro que era solo... ¡Puedo explicarlo!"

Sentí lágrimas brotar de mis ojos, no importa nada ya, no quería llorar y quedar como una idiota. La estúpida que estaba encima de él me estaba mirando desde el sofá.

"¿Quién es ella?" Preguntó en un estúpido y molesto tono de voz quejumbrosa.

"Es... mi novia..." Alex murmuró.

"EX-novia." Gruñí, antes de salir del apartamento.

"¡Espera Lucy!" Oí gritar desde la casa a Alex pero yo ya había terminado.

Sentí lágrimas en mis ojos. Prácticamente corrí de vuelta a mi casa, mucho más rápido puesto que había dejado la comida tirada sin contemplaciones en la entrada principal de Alex. Supongo que no molestaría a Harry después de todo.

Dancing Styles {h.s} españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora