01. Llanto

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Capítulo I

Oscuridad

Las noches se volvieron más largas, no tenía memoria de haber estado en un lugar fuera del que ahora se encuentra. La oscuridad en las noches siempre se ausentaban, ni mucho menos las carcajadas de aquellos hombres que se regocijan en el dolor o más bien el sufrimiento de aquellas mujeres que les tocó dar su cuerpo a cambio de unos dólares.

Las sombras habían cubierto por completo la ciudad de la luz, París; pero aún teniendo la luz más preciosa, puede tener la oscuridad más aterradora. El sol abandonó la tierra y hacia que los lienzos pintados con nubes y un fondo color azulado fuera contrastado con un naranja vivo y alegre. Las luces de los edificios y calles iban iluminando las sombrías tinieblas que se apoderan durante la noche; noches de dolor para las almas condenadas a ser el juguete de los demás, pero como dicen lo juguetes no sienten, simplemente están ahí para ser usados cuántas veces quieren hasta el momento en el que se arruinan, y cuando esto pasa sólo son desechados como basura y son reemplazados por otros que se deterioran con el tiempo y la misma historia se repite, estos vuelven a ser reemplazados por nuevos. Olvidados mueren y quedan atrapados en el jardín de sombras. Nada cambia así es, así será, por siempre y para siempre. Todo es igual. Y lo único que cambiaría aquella historia sería el juicio final, que reclamaría las almas atrapadas en aquel jardín marchito, gobernado por las eternas tinieblas.

Aquella vieja edificación es testigo de las almas que han transcurrido por aquella desgraciada vida, de la cual la única salida es la muerte; encontrar su trágico destino antes del tiempo acordado que el creador les había brindado. Sin darse cuenta aquellas almas sólo le dieron la bienvenida a la muerte con un fino corte sobre sus muñecas, con un lazo alrededor de su cuello que las elevó de la tierra -cortando sus respiración, fundiendolas en el descanso eterno —, mientras que otras con una bala de plomo en la cabeza encontraron la paz que tanto habían anhelado durante su —miserable y muy triste —vida, mientras que otras con el veneno más tóxico sonrieron de la manera más alegre al ver a aquel espectro de imagen imponente.

Entre las paredes cubiertas por un viejo y muy desgastado tapizado, muebles viejos y muy descoloridos, cortinas roídas y agujereadas colgadas de las ventanas que limitan la vista hacia el interior de aquel lúgubre edificio.

Ad Illud Tempus In Tenebris

En los adentros de aquel triste lugar las paredes de tonos café, luces rojas intensas, las puertas que es difícil vislumbrar a simple vista lo único que se puede decir que poseen un color oscuro, en las camas que noche a noche reciben huéspedes distintos. Viven las preciosas muñecas que son solamente un objeto que sólo servía para complacer a aquellos hombres, que sólo humillan a estas víctimas de la vida cruel.

Su singular belleza se exalta de las dueñas de aquellas camas de sábanas blancas —cabe decir que esta no posee memoria alguna fuera de el burdel de Mándame Antigny —su nombre tan delicado como el de las más bellas de estrellas que en el cielo hay, pero también tan desastroso como el huracán más letal en la historia, único como las rosas negras que escasamente crecen sólo usen una nación en específico. Elizabeth

Oblivionem in memoria reserva te

Bajo el cielo oscuro ―el cual lo único que poseía la Luna y unas contadas estrellas que desde un buen ángulo brindaba una hermosa vista que sería digna de ser pintada en uno de los lienzos dignos de ser uno de los más reconocidos a nivel mundial ―; la bella ciudad de París que es iluminada por los contados faroles que en las calles y parques se encuentran, estos se ven adornados por las extensiones de luces que en ellos se enredan. Los edificios ya poseen la oscuridad y calma merecida, la calma finalmente había llegado para la ciudad de la luz, o al menos sólo para la mayoría, ya que unos escasamente contados poseen la energía ―claramente muy usual para ellos―; y me refiero a los que poseen los nombres de burdeles, clubes, bares y entre otros. Sobre todo para los primeros los cuales poseen la belleza de las mujeres torturadas noche tras noche.

En estos lugares pueden ser llamados de distintas maneras; casas de diversión, de placer, etc. Cada que la noche llega los demonios le dan rienda suelta a todas las fantasías que en su mente habitan y las pobres muñecas tienen que ceder ante estas, no importa cuán asqueroso puede ser el cliente, pervertido, agresivo, drogadicto o alcohólico, complacerlo es la prioridad número uno para las desdichadas mujeres.

Una vez me dijeron; si el mundo no tiene sentido obligalo a que lo tenga

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Hola, nada tiene sentido todo esta verdaderamente loco en mi cabeza, les mostraré el sentido de esta novela ―así como yo le buscaré sentido a mi vida :v―, mentira con lo último.

Bueno edite o mejor dicho cambie todo el capítulo pues por no le encontraba sentido a nada, y hoy empezaré a anotar mis ideas en una libreta para que no se me olviden :v y las plasme aquí.

Bueno nos leemos luego Chao.

―Madeleine Usher

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2019 ⏰

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