—Me quiere.
Un pétalo cae al suelo.
—No me quiere.
Otro pétalo cae al suelo, y un puchero se forma en el rostro del pequeño chico que está sentado en el patio de su casa.
—Me quiere.
JongHo sonrió nuevamente apenas vió como no quedaba otro pétalo de aquella margarita.
Las tardes de JongHo se basaban en eso, buscar cosas tontas que pudieran alegrar un poco su corazón con que su crush de toda la vida al menos lo quisiera.
Kang YeoSang.
El solo pensar en su tierna sonrisa cuando alguien elogiaba su bello rostro y como sus mejillas ardían cada vez que lo dejaban en vergüenza. También le gustaba su marca de nacimiento, JongHo podía asegurar que era la marca más perfecta del mundo, aunque YeoSang seguidas veces le decía que quería cubrirla con maquillaje porque estaba harto de ver aquella "imperfección". Las manos delgadas cuando se unen para poder entibiarse, junto a su pequeño soplo en ellas. Le gustaba la risa de YeoSang, tan auténtica, amaba verlo reír mientras apretaba su estómago cada vez que él le contaba algún que otro tonto chiste. Hasta le encantaba verlo molesto, cuando bufaba y hacía un puchero mientras cruzaba sus brazos y lo miraba fijo.
JongHo había caído rendido a cada pequeña cosilla que tuviera que ver con YeoSang.
Se recostó por completo en el césped y cerró sus ojos. La paz lo estaba invadiendo de a poco, y sentía su cuerpo cada vez más ligero y el sueño invadirle.
...Un campo de margaritas amarillas, el viento soplaba con delicadeza y daba suaves caricias en los pétalos de aquellas flores.
JongHo miró sus pies, estaba descalzo y tenía un pantalón de tela color verde claro. Tomó su remera de la parte inferior y admiro el débil color amarillo que bañaba la tela.
Por inercia comenzó a moverse a paso lento, sintiendo la brisa en su rostro y en sus brazos descubiertos. Respiró hondo el aroma dulce de las plantas y cerró sus ojos por un momento.
Sintió una presencia junto a él, abrió sus ojos y la figura de YeoSang vestida de blanco había acaparado toda su visión. Miró el delgado cuerpo del chico, sus manos apretaban con fuerza una de las tantas margaritas que habían en el lugar. La fina camisa se mecia al compás del viento, así también lo hacían sus rubios cabellos.
YeoSang miró a los ojos a JongHo y comenzó a caminar hacia él; y lo único que pudo hacer JongHo fue quedarse estático en su lugar y tragar duro viendo como Kang se acercaba a él con su linda sonrisa presente en su bello rostro.
—¿Dónde estamos, YeoSang hyung?
YeoSang solo negó y tomó ambas manos del menor para dar un besito en cada una de ellas.
JongHo sintió sus mejillas arder y supó que el mayor era su príncipe de ensueños.
—Hyung...
—Estamos en donde tu quieras estar, pequeño.
YeoSang apretó con suavidad la mano del menor, para luego soltarla y tomar la flor que la había puesto en el bolsillo delantero de su pantalón.
JongHo miraba como YeoSang arrancaba cada uno de los pétalos en silencio, y cuando sobró solo un pétalo le entregó la margarita al menor.
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me quiere, no me quiere ;; yeojong (ateez)
Fanfictionporque jongho ama arrancar los pétalos de margaritas para tener la ilusión de que su hyung favorito lo quiere.