Capítulo 2

819 52 13
                                    

Reiji.

   La primera clase comenzó normal y demasiado fácil para mí, como siempre. Después la segunda y
así llegando a la tercera... Por alguna extraña razón sentía el ambiente un poco sofocante, pero no le tomé
importancia.

   Minutos antes de que la clase terminara empecé a sentirme acalorado, por lo que con mis propias manos empecé a ventilarme y a desabrochar algunos botones
de mi camisa, debajo del chaleco. El timbre sonó y yo fui el primero en salir rápidamente del salón, desesperado y medio mareado. Miraba como, a mi alrededor, la gente clavaba sus ojos en mí, cosa que ignoré al sentir mi cuerpo temblar. Corrí sin ningún rumbo hasta notar que nadie estuviera cerca.

   Un pasillo vacío, algo oscuro. La luz de la luna atravesaba la ventana, eso era lo único que me permitía ver. Nadie venía por aquí, era un pasillo
poco frecuentado, por lo que simplemente me apoyé sobre la pared con la respiración agitada. Mis piernas temblaban, no sé de dónde saqué la energía para correr como lo había hecho. Tal vez fue la adrenalina
del momento o algo así.

—Tch... ¿Q-qué está pasándome? —me pregunté, asustado.

—¡Oh!... A-ahm... Oye, ¿te encuentras... bien?
   Sentí la voz preocupada de un desconocido detrás de mí, pero estaba tan concentrado en como se sentía mi cuerpo que no pude responderle, solamente me di media vuelta quedando frente a él.

—H-hey. —Se acercó con preocupación en su rostro, pero este cambió al empezar a olfatear, dejando ver una perturbadora sonrisa—. Ese aroma... ¿Estás en celo?
   Al escuchar esa pregunta no pude evitar ponerme nervioso: no, no puede estar pasándome. No ahora, no
hoy.

—Váyase. L-le pido que se aleje de mí, ¡ahora! —contesté tratando de sonar lo más temerario y serio que pude.
   Con un demonio... ¿Por qué el día que no traía los supresores aparecía mi maldito celo? ¿¡Por qué a mí!?

—Dios... Estás largando demasiadas feromonas, chico. —Soltó una risa acorralándome contra la pared y tomando mi mentón para hacer que lo mirara directo a los ojos—. ¿Acaso no te han dicho cómo cuidarte en estos casos?... Joder —gruñó, llevando su rostro a mi oido izquierdo lamiendo este, haciéndome tensar por
ello—, en serio hueles bien.

—¡¡Basta!! —reclamé con el tono más firme que tuve, empujé al tipo lejos de mí y a este pareció no gustarle para nada.

   En menos de un segundo él estaba apretando mi cuello contra la misma pared, solté un quejido tratando de safarme de su agarre, pero tenía mis piernas inmovilizadas con las suyas. Este imbécil era algo inteligente.

—Te arrepentirás de esto... —amenazé mirándolo con odio—. ¡Suéltame!

—¡No tienes derecho a resignarte —exigió elevando su tono de voz volviendo a sonreír como lo había hecho anteriormente—. Eres solamente un omega. ¿Qué harás, uhm? No tienes derecho a nada.

Genial, me tocó un idiota de mente cerrada.

—Te... Te dije que--

—Tú, no dijiste nada —reforzó sus palabras apretando más el agarre en mi cuello, dejándome sin poder emitir palabra alguna—. Ahora, ¿nos divertimos?

   Dejó de ahorcarme para posicionar mis muñecas a los lados de mi cabeza. Empezó a besar mi cuello de forma bruta. Estaba aterrado. No quería ser violado, y mucho menos ahí. Cuando sentí una de sus manos recorrer desde la cintura hasta mi pecho empezé a forcejear a toda costa pero, él era más fuerte... ¿Por qué mi cuerpo era débil como el de un maldito
humano?

    Hervía y mis fuerzas para seguir resistiéndome se agotaban, pues un lado de mí quería que este tipo continuara.

    Estaba a punto de darme por vencido, hasta que sentí como el cuerpo contrario era quitado de encima. Abrí mis ojos, que estaban un poco cristalizados por la situación que acababa de vivir, y sorprendido miré la escena delante de mí, como ese chico era golpeado
una y otra vez... ¿Qué hacía él aquí?

Nota:

Feromonas: aroma característico de un individuo. Cada persona tiene su aroma propio, pero tienen ciertas semejanzas debido a la raza a la cual pertenecen.

Supresores: pastillas que ayudan al omega a evitar que el celo se manifieste y a ocultar sus feromonas, también sirven como anticonceptivos.

Mi sangre - ShuRei [DL Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora