III. Acuario x Libra

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─────Acuario x Libra The Beach - The Neighbourhood.

La respiración de Acuario se torna bastante irregular cuando siente lo poco que le falta para llegar a su orgasmo. Sus movimientos, antes certeros y constantes, empiezan a tomar un ritmo torpe y desesperado con el único objetivo de liberarse. Su mente está en blanco mientras aquel hormigueo indescriptible nace de su interior, a nada de explotar y cuando finalmente ve las luces artificiales al introducirse una vez más en el estrecho agujero, un doloroso gemido es arrancado de su garganta, cayendo exhausto sobre el cuerpo tembloroso bajo él.

Su piel brilla por el sudor y su respiración lucha por controlarse. Su cabeza da vueltas, pero eso no le impide aferrarse a la figura que, justo como él, se retuerse tras los efectos de su propio orgasmo. Acuario abre los ojos, aunque está cansado y los párpados le pesan, pero no quiere perdérselo. La forma en como las cejas de Libra se unen en un ceño fruncido, en como sus párpados se presionan con fuerza y sus largas pestañas crean sombras en los pómulos furiosamente rojos del chico, en como sus bonitos labios se entreabren y cierran, derramando los últimos sonidos de placer saciado. Y Acuario piensa por un segundo que ese podría ser el único sonido en el mundo.

"Eso fue... increíble", Libra exhala, su voz sale rota, y, oh, dios, cómo revuelve algo dentro de Acuario. Libra tiene los ojos cerrados y no puede ver la completa expresión de adoración que seguramente está mostrando en este momento al observarlo; su pecho descubierto sube y baja, regulando poco a poco su respiración.

"Vamos, levántate... te voy a limpiar", Acuario quiere apoyarse en sus rodillas y salir de la cama, pero sus brazos son retenidos con fuerza antes de que lo logre. Libra lo mira, suplicante, espera, susurra, quédate a mi lado, Acuario... solo un momento más.

Aquella petición toma por sorpresa a Acuario y queda inmóvil por un momento, pero como es de esperarse, tampoco intenta poner una negativa o hacer preguntas, cediendo pronto. Después de todo, Libra siempre resulta ser impredecible, no sería la primera vez que haga algo que no espera... tampoco la última.

Libra sonríe, lánguido y es un gesto que parece ser genuinamente cariñoso, mientras con sus manos sostiene el rostro de Acuario, exigiendo que lo mire. Acuario no se opone y ambos rostros se colocan otra vez a centímetros del otro. Libra se ve... precioso, a pesar de que acaban de follar y su piel aún brilla perlada en sudor, con moretones esparcidos en el cuello y pecho. Acuario nunca ha visto algo tan perfecto como él. Y entonces duele, a pesar de que Libra lo besa, calmando momentáneamente el pesar en su pecho.

¿Estarás aquí cuando despierte?, quiere preguntar, pero calla.

De todas formas, descubre esa respuesta al día siguiente, cuando la primera luz solar se filtra por la ventana y se refleja en su rostro, haciéndole abrir los ojos.

Acuario se encuentra en una habitación de hotel, cubierto con una sábana y con un espacio vacío a su costado en la cama.

*         *         *   

Es más tarde, esa misma mañana, en donde la asquerosa resaca ataca el triste domingo de Acuario. Es medio día y él está recostado despreocupadamente en el sillón más grande de la sala de su desordenado departamento, buscando sin éxito algo interesante que ver en la tv (y que no empeore su migraña). Una de las puertas de las habitaciones del pasillo se abre y su compañero de piso aparece, con sólo unos pantalones de chándal y bostezando, arrastrando los pies hasta donde está él. Es Géminis.

"Luces como la mierda", le dice y el otro le lanza una mirada aguda en todo el camino que le toma llegar a la cocina y extraer una botella de agua del refrigerador.

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2021 ⏰

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