Blue Heart

Capítulo 1: La maleta con la margarita

Cualquier error será corregido.

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- ¡Al fin! - grite apenas toque tierra. - ya me dolía el culo de tanto estar sentada en ese jodido autobús - dije mientras le enseñaba mi dedo corazón.

Mire a mi alrededor y vi a mi mejor amiga más adelante mirando para todos lados. Creo que me está buscando, se llama Leisy Toffer tiene el cabello mono que le llega hasta la cintura y sus ojos que resaltan color celeste por su piel tan blanca. Yo por otro lado, mi nombre es Cassie Spes tengo mi cabello tinturado de azul y mis ojos son verdes no soy tan blanca como Leisy. La verdad tengo que ponerla al sol para que coja un poco de color, parece una muerta.

- ¡Leisy! - le grite.

Alzó la vista, me alcanzo a ver y llego hasta donde yo estaba.

- Te estaba buscando - me dijo.

- No estabas haciendo un muy buen trabajo - me burle.

- Tonterias - me dijo mientras me sacaba la lengua.

- ¿Ya buscaste tu equipaje? - le pregunte.

- Te estaba esperando para buscarlo juntas.

Llegamos hasta una montaña gigante de maletas y empezamos a buscar las nuestras.

- Mira allí está la tuya - le dije a Leisy señalando el morral amarillo que te deja ciego si lo miras por mucho tiempo. Algún día desaparecerá misteriosamente.

Ella halo la maleta hasta que salió, casi se cae al suelo.

- Eso estuvo cerca. - dijo. - Allí va el tuyo - me dijo señalando mi maleta gigante verde que llevaba un chico más adelante.

- ¡Hey! - grite y salí corriendo hasta llegan a él.

- ¡Maldición! ¿Por qué te la llevas? - le reproche.

El chico se dio la vuelta para ver si era con él que estaban hablando

¡Wow! Que ojos, eran mucho más verdes que los míos.

- Sí, tu - le dije señalándolo.

- ¿Yo? - me pregunto.

- ¡Sí! - me estaba estresando.

- ¿Que pasa conmigo? - pregunto.

- ¿Hacia dónde piensas llevar eso? - le pregunte en un tono más alto de lo que esperaba al mismo tiempo que señalaba mi maleta.

- Hacia mi cabaña - me dijo despreocupado.

- Ese es mi maleta. - le dije.

Miro el morral y luego me miro a mí.

Puse los ojos en blanco.

Cogí un lazo que tenía suelto y empecé a jalonear para que lo soltara. No se movía estaba claro que tiene más fuerza que yo.

- ¡Suéltala! - le grite.

El me miro por unos segundos y luego siguió su camino.

- ¡¿Para dónde vas?! - le grite irritada.

¿Me está ignorando? Ahora si se las va a ver conmigo.

Ya me llevaba unos pasas de distancia así que tome impulso y lo agarre de los hombros y lo hice tropezar.

- ¿Qué te pasa frambuesa?

- ¡Te he dicho que me devuelvas mi maleta! ¡Ya me tienes harta! ¡Y las frambuesas ni siquiera son azules!