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No importa qué tan duro o difícil fuese averiguar la verdadera razón del misterioso cambio de SeungMin, Lee Félix lo daría todo para investigar ese caso que le carcomia la cabeza una y otra vez como un bucle vicioso.

Ese mismo día que se propuso lo de su mejor amigo, comenzó a unir lo que creía más importante de él, iniciando así a escribir en una libreta para que nada se le escapara entre las manos. Varias conclusiones, le llevaban a un punto que le confundía más y más. ¿Estaba haciéndolo mal? No podía ser eso de ninguna manera... Eso creía creer el australiano sin irse demasiado lejos.

- Pfff... - cansado de dar vueltas por su mente, se revolvió el cabello desesperado como si eso le fuese a dar una pista, desgraciadamente no sucedió.

Sonó el tono que tenía para las notificaciones de Kakao Talk y giró la cabeza levemente junto con la mirada observando el mensaje reciente. Desinteresado tomó el móvil. No lo hizo para responder, si no para mirar el chat con el desconocido de todas las madrugadas que ya no le escribía. Vio las horas en las que le entraban los mensajes de este y se preguntó en por qué le hablaba a ese tiempo. ¿Estaría ocupado por las mañanas y tardes?

Sin pensárselo agarró el bolígrafo empezando a escribir en la libreta sobre el acosador. Tal vez descubriría algo más a pesar de hacerse daño.

Mensajes de madrugada °SeungLix• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora