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"Vendería mi alma sólo para ver tú rostro... rompería mis huesos sólo para curar tú dolor."

-Black Stone Cherry.





- ¿Jimin? ¡Jimin! -el pálido le hablaba, pero al parecer era imposible llamar su atención en ese preciso momento.

El alfa solamente se quedaba con su mirada perdida en los ojos marrones del chico de tez pálida y no había respondido a lo que le había preguntado.

Yoongi enojado le dio un leve golpe en la cabeza con su palma de su mano derecha a Jimin, haciendo que este borrara su sonrisa cambiándola por una mueca de molestia.

- ¡¿Qué!? -dijo sobándose la zona dañada, para ser un supuesto omega tenía mucha fuerza sí se enojaba.

- Llevo hablándote desde hace quince minutos, pero parece que no me estás prestando atención.

- Es que me perdí...

- ¿En qué?

- En tus hermosos ojos omega -otro golpe-, ¡auch! Hyung no haga eso, sí duele.

Yoongi suspiro, en verdad no le gustaba que su menor no le prestará atención a lo que decía y es que era desesperante algunas veces, pero bueno tenía que soportarlo, después de todo eso es lo que hacen las parejas predestinadas ¿no?

- Yoonie hyung -el pálido lo miro-. ¿Qué me estabas diciendo?

- Olvídalo, no era importante.

Claro que era importante, ese día era el cumpleaños de Yoongi, y le había preguntado a Jimin lo que le iba a dar de regalo, pero parece que no iba a recibir ningún obsequio departe del alfa, miro en otra dirección esquivando la cara de Jimin, pues había hecho un puchero quería que le dijera de nueva cuenta la pregunta.

- Hyung...

- Jiminie, me tengo que ir -dijo Yoongi tomando sus cosas, para levantarse y dirigirse a la puerta.

El lobo de Jimin lo reprendía, pues había notado la tristeza en los ojos de su omega y el humano no había hecho nada para impedir que se fuera, y claro también Jimin se regañaba a él mismo, suspiro cansado y se puso a pensar.

¿Qué era tan importante? Se quedo en el salón de clases pensando muy bien lo que era importante y sus ojos viajaron al calendario que se encontraba cerca del escritorio del profesor, y miro allí, y esta vez sí que se quería golpear a él mismo.

- ¡Demonios! -exclamo golpeando su frente-. ¿¡Cómo demonios pude olvidarlo!? Soy un idiota... ¡el peor alfa del mundo! -recargo su frente en la mesa de trabajo.

Por otro lado estaba Yoongi caminando por los pasillos, lo habían felicitado enviándole mensajes, además sus amigos también lo habían hecho y claro su familia fueron quienes lo habían felicitado, todos lo habían hecho menos aquel alfa que tanto lo adoraba.

- A veces siento que andas muy perdido Park -suspiro-, pero aún así te quiero.

Y así siguió su camino hasta llegar a su humilde y cómodo hogar, su madre lo recibió con un abrazo, lo bueno había sido que su cumpleaños cayo en viernes y significaba fin de semana de descanso para relajarse y dormir un buen rato, y claro celebrar.

Yoongi había subido a su habitación con la intención de dormir un largo rato, pero el timbre de la puerta de su casa lo saco de su gran ensoñación, justo cuando iba a entrar escucho como su madre muy feliz pronunciaba el nombre de aquel alfa tonto. Rodando los ojos abrió su habitación y entro, en verdad que quería dormirse.

Park Jimin con una pequeña sonrisa entro a la casa de los Min, y subió tímidamente las escaleras para ir directo a la habitación de Min Yoongi.

Dio tres leves golpes, y no recibió respuesta, armándose de valor y muy decidido entro sin hacer ruido, allí vio a su precioso omega, sobre la cama abrazando una almohada de ese oso llamado kumamon.

- Yoonie hyung -dijo en voz baja.

- Mmh -fue lo único que recibió de respuesta.

Lentamente se acerco al nombrado y se coloco de rodillas para ver el rostro de su hyung. Lo apreció, el leve tono rosa de sus labios delgados, su piel blanca y sus cabellos oscuros cubriendo parte de su frente, sonrío por inercia, tanto estaba perdido con la vista de su mayor que no vio que Yoongi lo estaba observando.

- ¿Quién te dejo entrar?

Jimin miro los ojos gatunos de Yoongi.

- Bueno, tú madre dijo que estarías despierto y vine a verte -Jimin rascaba su nuca, Yoongi sabía que lo hacía cuando estaba nervioso.

- Bien, ya me viste, puedes irte -Yoongi giro para darle la espalda al alfa.

El lobo de Jimin le exigía que tenía que hacer algo para que su omega le hiciera caso y no lo ignorara de tal manera.

- Lamento -Yoongi lo escuchaba atentamente-, no haberte felicitado. Se me había olvidado por completo que hoy es tú cumpleaños, Yoonie.

- No importa.

- Claro que importa -Yoongi dejo de darle la espalda al alfa-, Yoonie, me siento un completo idiota por no recordarlo, te estoy cortejando y que me olvide de algo tan importante no me lo puedo permitir, acepto mi culpa y sé que no te he traído ningún obsequio, pero espero aceptes a este tonto como un obsequio para toda la vida.

Yoongi se incorporo sentándose en su cama y miro a Jimin con una pequeña sonrisa.

- Alfa, serás despistado a veces, pero acepto tus disculpas, no necesitas darme algo, ya tengo algo mejor.

- ¿Qué es?

- A ti -Jimin desvió la mirada avergonzado, Yoongi sonrío.

- Por eso te quiero tanto mi omega.

Sin más Jimin abrazo a Yoongi mientras se escondía en la unión de su hombro y cuello inhalando la fragancia de Yoongi.

I LOVE YOU ||JimSu||. OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora