Capitulo I
En aquel momento el no tenía la menor idea de lo que ocurría, su mente solo deliraba en pensamientos oscuros y revueltos como mariposas en el estomago de una adolescente enamorada. Al llegar al más profundo de sus pensamientos cerro sus ojos entrando en un profundo trance que lo llevaba a aquel mundo al que con anhelo esperaba, un camino largo y deprimente era el que lo conducía a esta nueva experiencia, al caminar sentía una presencia serena que de alguna forma u otra emanaba un olor a perfume de mujer delicada.
tan suavemente las manos de una ninfa tocarón su rostro de manera misericordiosa como de salvación. El olor era casa vez mas intenso tanto que llegaba a sus entrañas de manera dolorosa, alejándose poco a poco del camino abrió los ojos suavemente hasta mostrar su iris negro como el fondo oscuro y profundo de un poso interminable donde reposaban las lagrimas de almas en pena que se paseaban por su alma en un vaivén de resentimientos, al terminar el despertar de aquel joven logro ver aquella sombra de la hermosa femenina que antes lo había conducido al despabilo de este, ella esparciéndose en el aire y convirtiéndose en una bella ave color blanco voló hacia la ventana que estaba al hemisferio norte del muchacho, el sintiéndose avivas intento correr para atrapar a esta dichosa ave que revoloteaba sin odio en un cielo de amargura. Al ver que no pudo alcanzarla volvió a la silla en donde reposaba hacia un momento y exclamo con un suave gesto de ira– ¿¿Aquella ave seria mi desdicha?! Ah, que mas da igual esto no puede ser peor!- entre tantas replicas logro notar un cambio en aquel cuarto desordenado, lleno de libros y telegramas dejados por su padre ya muerto. el color de las paredes, paso de un grisáceo tan pálido como las finas hebras del cabello de un anciano despavorido por los años, a un cálido rojo sangre, parecido a la sangre que se derrama en un mundo lleno de injusticia y violencia en donde se actúa como animales inconscientes del dolor, las sabanas de aquella cama vetusta de unos 20 años se transformaron en cadáveres de serpientes entrelazadas que a simple vista despertaban un pavor inexplicable, todo en esa habitación había cambiado de manera repentina tal y como despierta el odio entre seres creyentes de la inmortalidad y de la bienaventuranza .En el acontecimiento lo único que aparentemente no canjeo fueron los escritos de aquel hombre muerto. El joven desconcertado busco la salida la cual no encontró, empezó a leer los telegramas los cuales cientos de veces había hojeado de manera perspicaz, pero estos ya no contenía lo mismo, en un idioma extraño que no conocía pudo percibir el bosquejo de un ave, en la esquina superior de aquella piel de animal convertida en un papel simple, sin sentido y oscuro encontró en él un nombre mujer, uno lleno fantasías melancólicas, Avetemortus , (del latín ave te mortuus que significa ave muerta) era el nombre femenino jamás percibido por el novicio. Admirado por tal hermosura singular recordó esos momentos con desamparo inmutable en los que ni una serena anima podría soportar
Recordo cuando su padre murio cuando tenia 5 años, había quedado huérfano ya que su madre había muerto cuando lo dio a luz, su tia se habia quedado con el, pero que miseria de vida e ah tocado vivir en donde no era feliz y le tocaba sonreir a obligaciones de una sociedad gracias a que vivía a costillas de su tia despiadada, parecía el mismísimo satanas, ella era para ella y nadie mas, el joven cuyo nombre era Benjamin, uno entre tantos benjamines del mundo a este le tocaria estar en un calvario injusto. De una mancion inmensa como 2 elefantas superpuestas a benjamín le tocaba un cuarto pequeño y solitario, de una mesa para una docena de personas a el le tocaba comer en una mesa pequeña en la cocina, de una sala gigante con muebles hermosos, a el le tocaba sentarse en una silla de madera vieja, de una cena gigantesca el de pollo, pavo,y perdices a el le tocaba un misero pan y un pedazo de pollo que nadie quería.
