Esa noche llegaste a mi casa, saldrías con mi hermano a tomar un par de tragos con más amigos. Fui yo quien te abrió, me saludaste como normalmente hacías para luego adentrarte al cuarto de mi hermano.
Ustedes se arreglaban, mientras yo limpiaba la casa. Me pediste la plancha diciéndome: por fa, buscame la plancha, mi camisa está muy arrugada.
Te respondí que dejaras el fastidio, pero igual te la busqué. Me agradeciste y volviste a entrar al cuarto para cambiarte.
Antes de irte recuerdo que te veías muy bien con tu camisa negra abotonada, zapatos clasicos y un pantalón gris. Tu cabello castaño claro siempre peinado estilo copete, y ese día habías decidido quitarte la ridícula barbita que no me gustaba. Estabas un poquito gordito, tenías una pequeña pancita por comer muchas hamburguesas y tomarte unas cuentas cervezas, pero para mí te seguías viendo igual de lindo. Tus ojos color miel combinaban muy bien con tu pálida piel y cabello castaño, tus labios pronunciados rojizos resaltaban al igual que tus mejillas levemente rellenas. Sin duda te veías reluciente esa noche, aunque para mí siempre lo eras.
Había llegado la hora de salir, yo estaba sentada en el mueble viendo mi teléfono, tú estabas listo, y mi hermano también. Él fue a despedirse de mi mamá luego de ti para después abrir la puerta de la casa y salir.
Tú te irías sin despedirte de mí, y agradezco haber abierto mi boca para reclamarte con un: ¿No piensas despedirte de mi?
Abristes tus brazos y yo gustosa entré en ellos. Te abracé fuerte, te dije que tuvieran cuidado al llegar en la madrugada y que se divirtieran por mí.
Te pregunté cuándo volverías a mi casa, y tú me respondiste un simple: Vendré dentro de pocos días. Ya estoy de vacaciones de la universidad, así que podría quedarme unos días aquí.
Te di un beso en la mejilla y luego te fuiste.
¿Cómo iba a saber que ese sería el último día que te vería?
me dijiste que volveríamos a vernos, pero seis días después tuviste el accidente.
El 6 de diciembre fue la última vez que te vi, la última vez que te abracé, y mi última oportunidad para decirte cuánto te quería.
Hace tres años mi hermano perdió a su mejor amigo, y yo perdí al chico con quien quería un futuro.
Algunas veces apareces en mis sueños, y yo creo que eres quien entra en ellos para comunicarte conmigo. Pero dime, ese sueño de hace un tiempo... Donde me decías que tú también sentías lo mismo que yo ¿es cierto? ¿o simplemente fue un juego de mi mente? Fue una lastima que te atrevieras a besarme en el sueño y no cuando estabas vivo. Pero si esa es la única manera de verte entonces te esperaré cada noche en mis sueños.
Atte: Dogar.
ESTÁS LEYENDO
мy мιnd
PoesieNada especial. Sólo cosas que pasan en mi cabeza, que de alguna manera necesitan escapar.