Capitulo 83

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Capitulo 83 


Narra bruno:

Abrí los ojos y __ no estaba a mi lado, miré el reloj de la mesa de noche y marcaba las 8:35 de la mañana, era muy temprano para que se hubiera levantado en sábado, lo más extraño fue que no me despertó como acostumbra. Estaba a punto de levantarme cuando escuché que abría la puerta de la habitación y me hice el dormido. Sentí que se sentó a mi lado y acarició mi frente, después me dio un suave beso en los labios.

– Feliz cumpleaños, mi amor, el desayuno está listo – susurró en mi oído.
– ¿Te levantaste temprano sólo para prepararme el desayunó? – pregunté abriendo los ojos finalmente.
– Claro, es tu cumpleaños y me toca consentirte – respondió acariciando mi nariz con la suya.
– ¿Y qué preparaste?
– Jugo, fruta y pan cakes.
– Rico, pero a mí se me antoja otra cosa – dije acariciándole la mejilla.
– ¿Ah sí?, ¿puedo saber que se te antoja?
– Algo más jugoso, dulce y delicioso – respondí tomándola de la cintura para subirla en mí y después me di una vuelta para quedar encima de ella – tú te me antojas.
– Eres un goloso, ¿lo sabes? – exclamó con una risita.
– Sí y tú eres mi golosina favorita.

Nos besamos apasionadamente mientras mis manos acariciaban sus senos por encima del pequeño camisón que traía puesto y frotaba mi sexo contra el suyo, deslicé mi boca por su mentón y luego me comí su cuello, deleitándome con su sabor y sus gemidos. Sentí como sus manos bajaban mi bóxer y yo hice lo mismo con su bikini. Froté su triángulo con mi miembro en tanto subía el camisón para disfrutar de sus senos, __ se levantó para quitárselo y después me acarició la espalda al tiempo que nos besábamos nuevamente.

Entré en ella y se arqueó al sentirme, enterró sus uñas en mi espalda y yo lancé un quejido al sentirlas, comencé a moverme lentamente en tanto la miraba, ella me sonrió y acarició mis mejillas, enmarañó mi cabello y yo sonreí siguiendo con mis embestidas, sus manos bajaron a mis nalgas para impulsarme a profundizar más.

– Te amo bruno– exclamó entre gemidos.
– Yo te amo a ti __– respondí con la voz entre cortada.
– Sigue amándome bruno... así... como me gusta.
– ¿De verdad te gusta, __?
– Me encanta ... hazme tuya... no pares.
– Eres mía... sólo mía, __– aseguré sobre sus labios.
– Sí, sólo tuya... más bruno, más.

Aceleré la velocidad de mis movimientos, nos besamos una vez más, sincronizando los movimientos de nuestras lenguas y nuestros sexos, segundos después rompimos el beso y __hizo su cabeza hacia atrás, apretaba los músculos de su centro generando un roce más supremo con mi miembro, gemíamos sin parar, puse mi frente sobre la suya y me moví más rápido en tanto ella seguía empujando mis nalgas y gritamos al mismo tiempo a causa de alcanzar el orgasmo juntos.

Me dejé caer sobre su cuerpo, mientras nuestras respiraciones volvían a su ritmo, ella me acarició la cabeza y después me enderecé ligeramente para probar sus labios una vez más, luego de unos minutos nos separamos para tomar aire y finalmente salí de ella y me acosté a su lado. Tomó la charola que había dejado en la mesa de noche y yo me cubrí con la colcha para que la pusiera encima.

– ¡Feliz Cumpleaños! – exclamó de nuevo.
– El más feliz de todos, porque te tengo a ti, eres mi mejor regalo.
– Tú también lo fuiste para mí el año pasado, por cierto, ¿cómo festejaste el tuyo hace un año?
– Comí con mi familia y en la noche salí con Julieta y unos amigos a un bar.
– Esa noche... ¿no estuviste libre? – preguntó tomando un trozo de piña.
– No, los cumpleaños son para pasarlos con las personas queridas.
– Hay algunas excepciones, el mío lo pasé con un desconocido y después se convirtió en la persona más amada.
–__, júrame que nunca olvidarás la noche en que nos conocimos.
– Te lo juro, aunque no es necesario, la recuerdo constantemente, esa y todas las noches que hemos compartido juntos.
– ¿Tienes alguna favorita? – cuestioné curioso.
– Sí, varias, la de la playa encabeza la lista – respondió muy segura.
– ¿Y puedo saber cuáles son las demás?
– Cuando comimos en el hotel, aún siendo desconocidos, la primera vez que te quedaste en mi departamento y cuando yo me quedé en el tuyo después de nuestro período de celibato, ¿y cuáles son tus favoritas?
– Coincidimos casi en todas, yo agregaría la de Las Vegas, en la cocina y la noche que llovió, la primera que me quede a dormir contigo, aunque tú no te hayas
dado cuenta.


ERES MI TENTACIÓN (BRUNO MARS & TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora