Soy aquel ángel que tenía una segunda oportunidad para ganar el cielo y terminé cometiendo pecado por un simple mortal, y eso causó que aquellas alas que me inspiraban a seguir adelante se desvanecen poco a poco como el hielo en pleno verano, como la flama de una vela al ser soplada por el viento natural. Yo soy aquel causante de todo, me arrepiento, lo único que puedo decir es un simple lo siento, pues quién soy yo para pedir una tercera oportunidad.