...

12 0 0
                                    

  Y de repente dejé de usar los jeans azules cuado cruzaba por aquella calle, perdí la remera rosada un poco corta; a él le gustaba cómo me quedaba en aquella tarde de sol. No quiero encontrarla porque sé que no volverá a darle gusto verme con ella puesta. No porque lo deteste, es porque ya está con alguien más, sólo le debe gustar cómo viste ella. Yo ya no puedo. No debo. Pero mamá, es que pienso tanto en él, parece como si estuviera enamorada de su sonrisa fantasiosa, me pregunto si se sentirá culpable a las tres y media de la mañana. No creo que se quede despierto a esa hora, ni escuchando música o prendiendo un cigarro para así preguntarse las adversidades de la vida o por qué se siente tan vacío....Qué carajos llenará su hueco? Quiero que no me importe pero quiero que esté bien.
Necesito dejar de pensar
Necesito escuchar aquellas canciones que tanto le gustaban a él y no soportarlas nunca más.
Necesito que su horrible sonrisa no vuelva a mis recuerdos.
Necesito que mis labios no esbocen una sonrisa cada vez que pronuncien su nombre por accidente.
Ya no lo puedo meter en conversaciones porque sospecharían de melancolía.
No puedo
No puedo
No puedo
Olvido
Nuevos momentos vendrán.
No hizo nada malo.
No puedo.
Es un buen pibe.
Olvido.
No puedo.
No quiero.
Es un tipazo.
Lo sueño pero ya no lo espero.
Olvido.
Olvido.
Olvido junto a cuatro cigarros que me marcan la hora.
Olvido.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 09, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tardes de téDonde viven las historias. Descúbrelo ahora