10. Nick... Nicolau.

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Me encargué yo mismo de llevarlos a casa de Owen, pero maide tuvo razón en algo... tengo miedo de bajarme y verle la cara a todos ellos porque siento que les he fallado.

Jure amarla y protegerla... no pude protegerla.

...

De regreso a casa pensé en quien me apoyaría... ¿ahora quién?

Tomé mi teléfono buscando el contacto de mi "mano derecha"... Jeremy

*en la llamada*

-hola? Adam amigo... tiempo sin saber de ti-contestó alegre

-necesito que vengas a mi casa... hay problemas-

-tu casa o la de Owen?...-

-la mía-

-bien, estoy ahí en unas horas, hablamos luego- colgó serio

Al llegar me encerré por completo... puertas, ventanas, orificios dónde el aire pudiera entrar.

Bajé al sótano encontrándome con khaled peor que nunca, parecía sediento y hambriento.

Le llevé agua en un plato de perro y los restos del almuerzo...

-khaled...-dije serio dejando las cosas a centímetros de su rostro ya que estaba tirado de costado.

-necesito... ir al baño-dijo con voz roca, seguro que se la paso gritando, pero esta habitación es aprueba de ruidos.

-mm que pena... pero no puedo escuchar más nada que no sea la ubicación de Nick Clark-dije advirtiendo con irme

-no... por favor-suplicó

-ah? No escucho respuestas-dije mirándolo fulminante

-no lo sé... el... el se la pasa en muchas casas...-

-dímelas todas-

-es que no se... -

-bien... adiós... recuerda y luego hablamos-dije frío saliendo y cerrando 

Alguien toca la puerta principal, desconfiado tomé mi arma y avancé hasta la entrada.

-¿Quién?-pregunté por la bocina

-Jeremy...-

Abrí los 3 cerrojos. 

-qué curioso, siempre que me recibes es con un arma en mano-sonrió

-si... pasa... tengo mucho que contarte-

Se sentó frente  mí, a escuchar, le conté desde el inicio del problema, la fiesta de Alicia...

-entonces quedó un Clark? Pero como puede ser posible?... y Melanie?-preguntó serio

-khaled, el guardaespaldas traicionero la dejó con Nick Clark lo sé... pero no... No creo que esté muerta... yo lo hubiese sentido-

-Adam acaso estás enfermo? Te ves demasiado tranquilo... joder! Sabes ¿cuánto hicimos, cuanto destruimos? Para cuidar de ella... y ahora andas con malditas intuiciones...-gruñó frunciendo el ceño

-me tomé esto a la ligera.... Me equivoqué -admití

-pero... ¿si está muerta de verdad? ¿Cómo encontraras su cadáver?-

-eh no... ella no está-dije apretando la mandíbula

-pero y si lo esta qué? ¿Qué? –dijo alzando la voz

-joder que no! Cállate! No... ella está viva... y si no lo estuviera yo lo sintiera... ¿entiendes? No verdad!... porque tu nunca te enamoraste perdidamente de alguien, como yo...-gruñí golpeando la mesa.

La Hija de Papi 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora