Alex
Llegue tarde, muy tarde, debia ser medianoche ya, mi celular estaba apagado por lo que no tenia ni la mas minima idea de la hora. Podía oírla caminando de un lado a otro nerviosa, no le gustaba que saliera de noche. Me acerque a la puerta con el fin de abrirla pero ella salió antes de poder hacerlo.
-¡Alexandra! -gritó mi abuela-¿Qué son estas horas de llegar? -Intenté contestar pero me interrumpió.-No me interesa, tengo cosas mas importantes que hacer. Entrá a la casa y no salgas.
-¿Qué pasa? -Pregunté.
-Nada donde tengas que meterte -se detuvo y me miró fijamente- ¿Hay algo que no me hayas contado? ¿No has tenido alguna visión?
Lo pense por un momento pero no, hace un par de meses que habia dejado de tener visiones. Negue con la cabeza.
-Entrá y no salgas.
Le hice caso, o eso fingí. Espere a que se alejara un poco para volver a salir y averiguar que me ocultaba, la conocía y siempre me hacia saber todo.Caminaba detras de ella, a una distancia considerable como para que no me viera y esforzando mi vista ya que si usaba mi magia se daría cuenta.
-Lo sabia -dijo para ella misma. Mire hacia adelante y me encontre con una especie de ritual que de hecho conocia. Una familia adinerada llena de brujas y hechiceros que realizan rituales para asegurar el futuro de toda la familia. Lo hacen entrando a la mente de sus hijos a cierta edad y torturándolos, se supone que crean ilusiones, ellos deben resistirse usando el mismo poder. Mi mejor amigo, Lav, es de esa familia, no solia dar muchos detalles sobre ellos pero habia llegado a conocerlos un poco.
-Alex, se que estas ahí -habló mi abuela. Bufé y me acerqué.
-¿Cómo sabias que estaba aquí?
-No lo sabía, pero supuse que podrías seguirme. Despues de todo te crié yo.
Escuché su risa mezclada un poco de tos por tanto fumar y sonreí. La quería tanto.Observábamos la fogata. Frente a ella, formando una media luna, habían seis personas, todas con túnicas rojas y encapuchadas. En un lado aparecieron dos personas mas, otro igual a los demás y una chica, el encapuchado se posicionó en medio de las demás personas y la chica se puso de rodillas delante de el, tres de los encapuchados extendieron sus manos hacia arriba mientras que los otros cuatro las extendían hacia ella. Un grito inundo el bosque.
Comenzaba a sentirme mal, miré mis manos intentando aguantar cuando una luz anaranjada apareció seguida de un temblor en la tierra; el bosque estaba en llamas y ahora solo se veia a la chica en el centro. Un dolor agudo se hizo presente en mi cabeza y todo se volvió oscuro.Estaba muy cerca de la fogata, sus llamas amenazaban con acercarse. Pero no hacia mi.
Un circulo perfecto de fuego rodeaba a la chica que había visto en el ritual, su llanto inundaba el bosque. En momento como estos no podía ni debía intervenir en las visiones. Las personas a su alrededor habían desaparecido, una gran nube color sangre cubria todo el cielo y se podían oír animales a lo lejos.
Escuche como aquel llanto cesaba y alcé la mirada.
-¿Quién eres? -sus ojos oscuros me observaron.
Mire detrás mío por las dudas, pero no había nada detrás, ¿cómo era posible? Se suponía que no podía verme.
-Claro que puedo verte, entraste en mi cabeza, lo cual no entiendo como -hizo una pausa-. ¿Quién eres?
-Soy.. Soy Alex, ¿tú quien eres? ¿Qué esta ocurriendo? -Conocia a la familia de Lav, pero no tenia ni la mas minima idea de quien era ella.
-Soy Ivy.
Nos miramos con confusión cuando notamos que se había abierto un espacio en el fuego. Tiró de mi haciendo que caiga dentro del circulo que volvió a cerrarse.
-¿Qué haces? -pregunté histérica.
-Ayúdame a apagarlo -Estaba segura de que si ella fuese elemental ya lo hubiera hecho sola. Por lo que descarté esa opción.
-¿Qué? No soy elemental. -Estaba segura de que mi cara reflejaba panico total.
-Solo dame tu mano -rodó los ojos.
-¿Qué vas a hacer?
-Confía en mi -rodó los ojos, otra vez.
Ni siquiera la conocía pero algo me decia que debia hacerle caso, así que deje que tomara ambas manos mías, al instante la mire a los ojos, mi cuerpo se había tensado a su toque. Vi como los cerraba e imité su acción.
Al cabo de un rato soltó mis manos y abrí los ojos. El fuego al nuestro alrededor había desaparecido y solo estaba la fogata con una llama tranquila. Nos mirábamos y ella solo me regalo una sonrisa antes de desmayarse.
Un pestañeo bastó para caer junto a mi abuela con Ivy en mis brazos.Mi abuela había ido a buscar a los Donovan, pero se había asegurado de ver que aquella chica, que si no me equivocaba su nombre era Ivy, estuviera bien.
Me encontraba sentada a su lado, la miraba y pensaba ¿cómo pasó eso? Si no era una visión, ¿qué era?. Otra pregunta que recorría mi cabeza era, ¿cómo habría pasado de llorar como si estuviera a punto de romperse y recuperar la postura tan rápido? Algo en ella me daba confianza pero al mismo tiempo me ponía nerviosa y me irritaba.Habría pasado una hora quizás hasta que mi abuela llego con Derek Donovan, el que en ese momento me entere de que era en padre de la tal Ivy, con Lavander a su lado, el cual apenas dirigió su mirada hacia mi. Nos agradeció por cuidar de su hija para luego llevarla en sus brazos por donde habia venido.
Volvimos a la pequeña casa que tenia con mi abuela y empecé con las preguntas:
-¿Hablaron?
-¿Qué te importa? -habló rápidamente.
-Quiero saber que hablaron, necesito saber que pasó.
-Lo único que voy a decir es que tenemos una invitación para cenar mañana con ellos.
-Ay, vamos, sabes que no puedo esperar a mañana. -Me miraba con una ceja alzada.-Esto jamás había ocurrido, y ni siquiera lo había visto en los libros. ¿Cómo llegó hasta mi?¿Cómo pude entrar en su cabeza? ¡Ella estaba en la maldita fogata! ¿Cómo llego hasta mi? ¿Por qué yo? Podía ser cualquiera de ellos, ¡eran siete!
-Alexandra Marie Howell -dijo firmemente.
-Rosalía Grover -la mire desafiante.
Mantuvo su mirada firme sobre mi y yo no pensaba rendirme.
-Abuela, quiero respuestas.
Hubo un largo silencio hasta que suspiró y finalmente dijo:
-Lo siento, pero deberás esperar-vi como alzaba su mano y todo se volvia oscuridad para mi.
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Tormenta
Fantasy"-No te vayas, no puedes, ya escuchaste a tu padre y a mi abuela, ambas moririamos. -Le crees a las mismas personas que mintieron sobre la muerte de tus padres."