En este mundo en que todo se esconde de la vista pública, en donde los sentimientos están desvaluados como el peso argentino, en donde no puedo comprar regalos para mi amado con tarjetas corporativas... Soy la esperanza para el amor SOY EDUARDO BO...
Salí inmediatamente de la oficina, estaba muy enojado, Lagañas siempre hacía todo para molestarme, tenía unas ganas de pegarle una trompada, pero me tuve que contener, porque a Luis Alberto no le gustaban los violentos (Lo leí en Wikihow) además yo ya había empujado a los de la Tabacalera, ya había cumplido mi cuota, por lo menos está semana, así que antes de irme bajé al estacionamiento y le pinché las cuatro ruedas, te vas a tener que ir caminando a tu casa ¡Lagañitas!, y tenés SUERTE de que son sólo las ruedas porque te podría haber desinflado la panza. Abandoné la escena del crimen como un rayo... A quien le quiero mentir! Me tuve que ir caminando una cuadra porque había estacionado re lejos y para colmo no me acordaba de que color era el auto. El celular estaba sin batería y no podía llamar a nadie hasta que llegara. Para mi suerte vi pasar justo adelante de mi a Andrade que iba en un auto rojo, las ventanillas bajas, con el pelo al viento ahre que no tiene pero quería darle emoción al relato ... NAAAA ESA ES VERÓNICA ALONSO??? IM- PO- SI -BLE me quedé con la boca abierta, y Andrade aceleró como Toretto.
Llegué a mi casa, puse el celular a cargar, y me di una ducha, cuando salí del baño y encendí el teléfono no podía creer el mensaje que había recibido...
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