MIS cicatrices... MI dolor - Louis Tomlinson y Tu

Capitulo 24

La mañana paso rápido y pasé mucho tiempo entablando conversaciones con Dominik, aunque a veces Niall interrumpía, al parecer, al rubio no le agrada tanto el chico nuevo. A mi, por otro lado, me impresionaba la manera en la que Dominik lograba que pierda la noción de todo lo que me rodeaba, bueno, quizás no de todo, pero si de la mayoría y aunque conversamos casi toda la mañana y mi atención se posaba en Dominik y las clases, pude notar que en algunos momentos, aquellos ojos dulces, que tanto me enamoraban, se fijaban en mi... Tal vez, en nosotros.
Cuando las clases llegaron a su fin, solo me quedaba encaminarme a la salida para esperar a mi padre, pero en mi trayecto hacia la puerta del instituto, una persona se encamina en mi dirección y en cuanto se percata de mi presencia, todo su cuerpo se congela... El mío también. Solo me mira y yo a él, aún causa demasiados sentimientos dentro de mí y, aunque no puedo creerlo, se acerca a mi, parece totalmente decidido, o al menos, sus pasos lo son.

Louis: ¿Cómo estás? - Ésto es perfecto. Primero me ignora, simula que no me conoce y ahora le interesa como estoy. Jamás va a dejar de confundirme.

Yo: Bien - Sueno muy convincente y eso parece entristecérlo de algún modo - ¿Y tú?.

Louis: Bien, eso creo - Louis no parece para nada seguro de lo que sus labios pronuncian, y yo solo puedo guardarme las ganas de volver a preguntar y de buscar la verdad que se esconde detrás de esas simples palabras.

Yo: Emm... ¿Necesitas algo más, Louis? - Tal vez, parezca demasiado fría y carente de sentimientos, pero vamos, Louis fue quien se alejó de mi y como si eso fuera poco, también se encargó de ignorárme.

Louis: No, yo solo quería que supieras... - No logra terminar de informarme ya que alguien posa un brazo por encima de mis hombros. Ésto me confunde hasta que veo que es Dominik. De pronto me encuentro sonriendo y no sé por qué.

Dominik: ¿Interrumpo algo? - Sus ojos viajan reiteradas veces desde Louis hacia mi, pero antes de que pueda contestar, Louis lo hace.

Louis: No, no interrumpes nada - ¿Ahora está molesto? En verdad que no logro entenderlo.

Dominik: Muy bien - Al decir ésto se posiciona frente a mí, impidiendo que vea a Louis, quién, al quedar fuera de la conversación, se marcha sin emitir palabra alguna. - ¿Puedes ayudarme con la tarea de literatura? No pude concentrarme en la clase ya que sentía una mirada sobre mi, sabes, ser atractivo a veces tiene sus consecuencias - Se encoge de hombros y ambos comenzamos a reír hasta quedarnos sin aire.

Yo: Claro que te ayudo, ahora me siento culpable - Mi tono le causa gracia - Mi padre vendrá a buscarme, deberíamos esperarlo y vamos a mi casa ¿Te parece bien?.

Dominik: Claro, solo déjame avisarle a mis padres - Mientras habla, saca su móvil y escribe el texto que, supongo, notificará a sus padres de sus planes para ésta tarde. Yo debería hacer lo mismo, pero mi padre llegará pronto y no es necesario que sepa sobre todo, Dominik solo vendrá para hacer la tarea que dejó nuestro profesor.

Yo: ¡Hey! Ahí está mi padre, vamos Dominik - Nos encaminamos rápidamente hasta el auto y cuando estamos cerca de éste, me divierte la expresión de mi padre. Se vé sorprendido y yo no entiendo porqué, hasta que mis ojos buscan el punto que mi padre está estudiando a detalle. ¡No puedo creerlo! Tomé a Dominik de la mano para traerlo hasta aquí. Muero de vergüenza y corto nuestro pequeño contacto en el momento en que me doy cuenta de su existencia, Dominik no dice nada, solo sube a la parte trasera del auto y luego lo hago yo. Vamos ambos atrás ya que la hija de mi padre va en el lugar de copiloto.
Llegamos a mi casa y la esposa de mi padre ya está preparado el almuerzo, el cual huele muy bien. Yo solo notificó a todos, en voz alta, que Dominik se quedará a comer y haremos la tarea juntos, mi padre solo asiente y luego de ésto Dominik y yo subimos a mi habitación.

Yo: Ponte cómodo. Puedes dejar tus cosas en el escritorio - Mientras hablo, le indico el lugar en el que se encuentra dicho objeto. Dominik sigue mis instrucciones y de hecho, se pone tan cómodo que se deshace de sus zapatos y se acomoda, boca arriba, en mi cama. - Hey! No te relajes tanto, debemos hacer la tarea-.

Dominik: Tu dijiste que me pusiera cómodo ¿Recuerdas? - Su tono suena a reclamo de un niño pequeño y ésto me hace reír - Cuando te ví, no creí que podías reír tanto. Parecías sería y hasta triste - Cada atisbo de sonrisa es borrado de mi rostro en cuanto recuerdo la razón de mi tristeza y al mismo tiempo me enoja reconocer la manera en que su recuerdo afecta con tanta fuerza en mis sentimientos - Lo siento. ¿Dije algo malo? No era mi intención molestarte. Creo que no debí hablar...-.

Yo: No te preocupes, no fuiste tú quien me hizo entristecer. - No se porqué hago ésto, pero quizás me viene bien poder contarle a alguien sobre mis sentimientos. - ¿Recuerdas al chico con el que hablaba antes de salir del instituto?... Pues, se llama Louis y éramos pareja o algo parecido. Me acompaño en momentos difíciles y me hacía sentir muy bien. Pero, luego me secuestraron y cuando logré salir, ví a mi padre, pero no a Louis y desde entonces no me habla, a veces ni me mira... Y no voy a mentirte, duele, pero no puedo obligarlo a sentir lo mismo que yo -.

Dominik: ¿Fuiste secuestrada? Eso debe ser horrible. Seguro eres muy fuerte -.

Yo: No, no soy tan fuerte. Pero, tengo personas que me ayudan - me encogo de hombros al terminar de hablar.

Dominik: ¿De verdad? ¿Quién te ayuda? -.

Yo: Mi padre, se preocupa siempre por mí y ahora, también cuento contigo, nadie más puede hacerme reír tanto - Se lo confieso porque es cierto y creo que debe saberlo.

Dominik: Eso es bueno. Pero, sigo creyendo que tú eres la fuerte, porque a pesar de tu sufrimiento, puedes seguir sonriendo y eso tiene mucho valor -. Cuando termina de hablar, siento que un peso se esfuma de mis hombros.

Yo: Eres bueno escuchando Dominik, gracias -.

Dominik: No hay de que. Y con respecto a Louis, dale tiempo, seguramente tiene alguna razón, estúpida, pero la tiene -. Estamos sentados en mi cama y entonces lo abrazo, para agradecerle por escucharme, aunque nos separamos rápidamente ya que mi padre habré la puerta para que bajemos a almorzar. Dominik me mira y sonríe, contagiándome la sonrisa. Ésto debe sentirse tener un amigo