MIS cicatrices... MI dolor - Louis Tomlinson y Tu

Capitulo 25

Luego de ayudar a Dominik con nuestra tarea de literatura, decidimos ir por un café a la cafetería que solía visitar junto a Louis. Al adentrarnos, escogimos un lugar al azar, ya que para nuestra suerte, no habían demasiadas personas aquí. Pronto no dejaron las cartas para poder hacer nuestro pedido. Yo me decidí por un café común, mientras que Dominik escogió una malteada de chocolate y ambos agregamos a nuestra orden algunos brownies, al fin y al cabo, a los dos nos fascina el chocolate.
Me sorprendí al ver que el mesero que nos dejó la orden, era el mismo que, unos días atrás, me había dado su contacto. Mis mejillas ardían al encontrarme debajo de su mirada y la sensación de alivio me invadió por completo en cuanto éste regresó con las cartas del menú a la cocina.
Mientras nos imponiamos la tarea de comer los que pedimos, Dominik no paraba de hacerme reír con sus ocurrencias. Apreciaba su compañía, parecía muy alegre, divertido y amable, pero había algo en sus ojos que contradecían todo lo anterior

Dominik: Ahí esta otra vez...- Al escucharlo caí en la cuenta de que me quedé mirándolo y no pude hacer más que agachar la mirada. - Admítelo, adoras mirarme - Comenzó a reír y, poco a poco, mi cabeza fue elevándose hasta llegar a la altura ideal para que nuestras miradas se conectaran.
Mi semblante seguía serio, no dejaba de pensar en que Dominik no era quizás realmente lo que aparentaba o lo que el resto de personas a su alrededor, incluyéndome, veíamos de él. Pero, tampoco podía preguntarle, o tal vez si podía, pero no me animaba a hacerlo. No quería incomodarlo con preguntas profundas, no ahora que al fin puedo disfrutar de un nuevo amigo. Aunque él ya sepa demasiadas cosas de mi, creo que yo esperaré a que crezca la confianza para que pueda contarme lo que desee, sin presiones.
De pronto siento el tacto de su mano sobre la mía por encima de la mesa y entonces le regalo una sonrisa, una verdadera sonrisa. Pero ésta no es capaz de transmitir lo que debería, ya que él vuelve a hablar.

Dominik: Ni lo creas. Vas a contarme lo que está pasando en tu cabeza ¿Te aburriste de pasar tiempo conmigo? - La última pregunta sale con un tono gracioso, pero eso no quita el hecho de que sus anteriores palabras van dirigidas con mucha seriedad hacia mí -.

Yo: Solo pensaba en lo feliz que me hace pasar el tiempo contigo - Está bien, le estaba mintiendo. Pero, aunque no lo pensaba en ese momento, realmente disfrutaba de su compañía y si alguien me dijera lo mismo, me alegraría sin duda.
Ésta vez, quien bajo la mirada fue él. Pero al levantarla, tenía la sonrisa más sincera y gigante que puede existir, tan llena de felicidad que fue capaz de contagiarme y de hacer que en mi corazón surgiera aquella sensación tan satisfactoria que sólo existe cuando alegras a alguien más. Genial! Hasta ahora, todo va más que perfecto.

Dominik: ¿Te han dicho que eres muy... Cursi?- Al terminar su pregunta, sentí el calor subir hasta mi rostro, seguramente parecía un payaso.- Eres adorable, hasta te sonrojas con una simple pregunta-. Comenzó a reír, y yo lo acompañaba. Pero en cuanto las risas cesaron, mi cerebro empezó con la tarea de recordar.

Yo: No...- Dije muy bajo, casi como un susurro, pero eso fue suficiente para que Dominik me escuchara y, una vez más, pose su atención en mi. Deje de recordar y ví la confusión representada en sus facciones, así que decidí formar una idea más completa de lo que quise expresar. - Jamás me han llamado cursi. Siéntete privilegiado, eres el primero en decirlo-.

Al parecer, Dominik se quedó un tiempo más pensando en mis palabras y de un momento a otro, deje de sentir el calor que su mano proporcionaba a la mía. ¿Se habría molestado por algo que dije? O quizás sólo se sintió incómodo y la retiró. Pero el entendimiento vino a mi, al instante en que veo que utiliza esa misma mano para pedir la cuenta. Yo, en cambio, no soy capaz de recordar el momento en que terminé con todo lo que había pedido, pero me sentía satisfecha, así que intuí que lo había hecho entre tantas palabras intercambiadas.
La cuenta llegó y fue Dominik quien se ofreció a pagar, y yo acepté con la condición de que a la próxima, yo pagaría. Tampoco quería adentrarme en una discusión por dinero, no después de haber pasado tan bella tarde junto a Dominik, salimos del establecimiento y, cuando comenzamos a caminar, él pasó su brazo por encima de mis hombros, creo que esto se le está haciendo hábito. No me molestó en lo absoluto, de hecho, empezaba a tener más confianza de la que me gustaría, así que pase mi brazo por su cintura, era un medio abrazo y ambos estábamos cómodos con ello.
Dominik me acompañó a casa y, una vez en la puerta, nuestro medio abrazo fue desvaneciéndose hasta que todo rastro de contacto entre nosotros desapareció. Ya estaba oscureciendo y Dominik debía volver a su hogar. No sé dónde vive, tampoco en que irá hasta allí, pero me aseguró que todo estaría bien y no necesitaba de nada más.

Dominik: Debemos repetirlo - No podría estar más de acuerdo con sus palabras, realmente me lo pasé genial a su lado y me gustaría que se volviera algo común entre nosotros, una amistad muy grande puede surgir de todo ésto - Pase una gran tarde contigo y espero que tu hayas sentido lo mismo -.

Yo: Claro que pase una gran tarde y verdaderamente espero que lo repitamos Dominik - Él me regaló una sonrisa, ya perdí la cuenta de cuántas habíamos intercambiado a lo largo de todo el día, pero se sentía genial.
Dominik extendió su mano hacia mi, en forma de saludo y yo la acepté enseguida.

Dominik: Hasta luego _______. Trata de descansar y de no estar observando tanto a las personas, podrías incomodarlas- Reímos por última vez.

Yo: Hasta luego Dominik- Nuestras manos se balanceaban juntas de arriba a abajo. Poco a poco ambos bajamos nuestras manos, él dió medio giro y comenzó a caminar, yo solo entre en mi casa y luego a mi habitación. Tomé una ducha y me recosté.
Mis ojos se cerraban mientras me dejaba llevar por la profundidad de los sueños y mi sonrisa no se desvaneció en ningún momento, era feliz.