No hacía ni cuatro horas que se había acostado cuando el teléfono móvil la despertó.
-Joder Natalia, tía. Apaga esa puta mierda. —Oyó rechistar a María. Cogió el teléfono y descolgó, pero no tuvo tiempo a decir nada antes de escuchar los gritos de su hermana al otro lado. -¡Feliz cumpleaños, Willy Wonka!
-Elena, como me vuelvas a llamar así te dejo calva, te lo prometo. –Respondió con la voz ronca, intentando no hacer más ruido del necesario.
-¿Por qué hablas tan bajito? –Preguntó su hermana.
-Porque está María durmiendo y no tengo ganas de que se ponga como una energúmena y nos echen del hotel. –Rió mientras miraba a la rubia, que le hizo un corte de mangas antes de girarse en la cama y taparse la cabeza con la almohada.
-Supongo que no has mirado Instagram… -Dijo Elena, con un tono ligeramente sospechoso.
-No… nos fuimos a dormir a las tantas, pero no he cogido el móvil desde la cena. –Contestó frunciendo el ceño y con miedo a preguntar nada.
-Menos mal, porque ya iba a echarte en cara si a mí no me dejabas llamarte Willy Wonka y a ella sí.
Intrigada, se levantó de la cama y cogió el móvil de María de encima de la mesa de noche. Podía haber puesto el manos libres en el suyo y mirarlo mientras seguía hablando, pero prefirió jugársela y coger la mano de su amiga y estampó su dedo en el botoncito para desbloquearlo. La rubia murmuró algo en sueños y volvió a darse la vuelta.
Entró en Instagram y buscó a Alba. Nunca admitiría ante nadie que le temblaban las manos mientras abría su último post y empezaba a leer:
"Nunca he creído en el destino ni en los horóscopos ni en fantasmas. Para mí nada era real si no podía verlo o tocarlo con mis propias manos. O al menos era así hasta que hace 5 meses, dos almas a medias se encontraron en la cola de un casting de un concurso y llegaron juntas hasta el final, completándose. Entonces supe que, definitivamente, algo intangible tenía que haber hecho de las suyas para que las Pin y Pon de Elche y Pamplona se conocieran en el momento que más se necesitaban. Lo que pasará a partir de ahora no lo sabe nadie, pero espero que la misma "fuerza oculta" que nos unió, nos tenga preparadas muchas sorpresas agradables. Te quiero mucho, Nat. Gracias por entrar en mi vida y llenarla de cosas bonitas. Felices 20, pequeña Wonka💖🎂"
Se limpió las lágrimas como pudo y comenzó a mirar las fotos que acompañaban el texto.
Eran varias imágenes de las dos en la academia. Fotos que perfectamente podía haber sacado de cualquier cuenta fan. Todas menos una que llamó su atención. Suspiró y se tiró en la cama.
-¿Qué ocurre? -Preguntó Elena.
-No había visto nunca la última foto. –Susurró, más para ella que para su hermana.
Era de antes de entrar a la academia, de los castings. Recordaba perfectamente el día, era justo después de que les dijeran a ambas que iban a estar en la gala 0. Decidieron ir a tomarse algo todos juntos a un bar cercano. Estuvieron hablando largo rato y conociendo a los demás, pero sin alejarse nunca de la otra. En la foto estaban sentadas al lado con una cerveza en la mano. Alba parecía estar comentándole algo y Natalia reía mientras se llevaba el botellín a la boca. No tenía ni idea de quién la había sacado ni en qué momento lo habían hecho, pero acababa de convertirse en una de sus fotos favoritas.
-Es súper bonita. –Respondió Elena, aunque ella ya no estaba prestándole atención.
-Oye hermanita, ¿te importa si te llamo en un rato? Tengo que… -La oyó reír y supo que no hacía falta que terminara la frase.

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¡Feliz Cumpleaños!
RomanceLa mañana del cumpleaños de Natalia no es para nada como ella esperaba.