Mi llegada.

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Desperté alrededor de las 4 am, en el cielo aún se notaban algunas estrellas, era una vista hermosa. Me levanté y ordené mis libros. Me quede viendo el cielo por un rato, me gustaba admirarlo.
(Suspiré)
&-Que hermoso
-¿Eh? Creí que estabas dormida.
&- Lo estaba
-¿Y las demás?
&- Descansando
- Me alegra poder hablar contigo (sonreí)
&- A mi igual.......... Descansa
- Igual
Después de eso me quede profundamente dormida.

Suena la alarma.
- Ay, cállate maldita cochinada, donde dominios estas. (Buscando el teléfono)
Me levanté con sueño así que fui al baño a lavarme la cara, no paso ni un minuto y en el espejo apereció ella.
- así que estuviste hablando con Diana
( Peinándose)
- Eso no es tu asunto
- oh vamos cuéntale a tu amiga
- ¿Amiga? Lo único que haces es arruinar mi vida.
- Hací que estás de mal humor ja, porque ya no me sorprende.
Tras terminar de decir eso desapareció pero...
*- ¿Entiendes que está tramando algo? Es una maldita mitómana.
- Genial ahora tú, que no puedo tener paz por un minuto.
#- jaja qué estúpida eres para que tener paz si me tienes a mí jajajajajaja.
- Agggg CÁLLATE MALDITA!!!!(poniendo sus manos en su cabeza y agachándose).
Salí del baño después de que se callara su odiosa risa, me cambié, tome mi mochila y salí de mi departamento.
- Haber malditas pónganse de acuerdo para al menos pasar este día.
- ¡Huy! una manzana, la quiero la tomo.
Pasaba por un puesto de frutas y solo tomo una manzana sin que nadie se diera cuenta y comenzó a comer.
*- Nunca cambia
-¿Que esperabas, soy una ladrona? (e).
- Podrías dejar de ser ladrona, por eso nos juzgan.
Por suerte no me respondieron, así que caminé tranquilamente hasta una cuadra antes de la escuela, hasta que escuché unos pasos, sabía muy bien de quien pertenecían, eran de los malditos idiotas que me atormentaban día tras día.
Antonio: Hola me extrañas te (me jala del cabello)
Carlos: La verdad este fin de semana se me hizo eterno sin mi mi adorada zorrita. (saca una navaja)
Yo solo podía observar una amplia sonrisa de parte de Carlos, Antonio me sostenía con una gran fuerza que sentía que en cualquier momento me arrancaría el cabello, estaba entrando en pánico pero sabía que aún faltaban dos chicos.
Estaba en shock que ni siquiera me di cuenta que Carlos empezaba a cortar mi blusa dejándome solo con mi sostén.
Carlos: Te divertirás
Arturo:Me extrañaron, perdón por la tardanza pero me encontré a César en el camino.
Arturo y César me sujetaron las manos.
- sueltenme!!!
Carlos acariciaba el abdomen de la chica , mientras está solo lloraba.
#- Eres patética llorando.
Le dio una patada a Carlos en la entrepierna y aprovecho el descuido de los demás para pisar a César, cuando esté la soltó le dio una patada en el estómago haciendo que cayera al suelo, tomó la navaja y se la clavó a Arturo en el estómago y luego a Antonio clavándosela en el ojo derecho, la chica no mostraba ninguna emoción solo se dedicaba a apuñalar y golpear a los cuatro chicos.
- ¿Qué acabas de hacer?
#- Hize lo que tú no pudiste hacer, no veré cómo te lastiman de nuevo esa es la razón de mi existencia de la existencia de todas hazme un favor y ya deja de llorar que te ves patética, nos necesitas, vayamos a casa...o ¿quieres terminar con todos los de la escuela?
Las demás sólo se quedaron calladas al oír las palabras de Jinx.
- Vayamos a casa, quiero descansar
Me puse una sudadera negra que tenía en mi mochila y comenzé a caminar a casa. En el camino hubo silencio ninguna hablaba supongo que era por lo que acababa de pasar, no era la primera vez que mataba a alguien pero se sentía diferente. Llegué a mi casa y ahí se encontraban unos enfermeros con lo que parecía ser una doctora junto a mi madre.
- Señorita hemos venido a llevarla al instituto médico para jóvenes con problemas mentales debido a su comportamiento en los últimos cuatro años será transferida y atendida ahí para su recuperación.
Tan pronto terminó de hablar los enfermeros me llevaron hasta la puerta y me subieron a un autobús con más personas. No sabía lo que pasaba me senté junto a la ventana y un chico se acercó a mí.
- Hola, ¿cómo te llamas?
No conteste solo lo vi de reojo.
- Perdona mis modales, todos me dicen Justin......supongo que aún no recibes información. Y ¿porque estás aquí? ¿que enfermedad tienes?
Los enfermeros entraron y nos repartieron unos papeles.
Doctora: En los papeles se encuentra la información de todas las preguntas que puedan tener respecto al instituto
Después de decir esas palabras tomaron asiento y el autobús dio marcha al instituto.
Comenzé a leer las hojas que nos dieron. Al llegar se veían unos enormes edificios blancos rodeados por un portón negro, abrieron las puertas y el autobús entro.

Ese era el fin de mi libertad.






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⏰ Última actualización: May 12, 2020 ⏰

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Encerrada en el psiquiatraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora