Luna Carmesí

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Holaaaa, acá les traigo un nuevo One shot espero que les guste mucho. ¿Nunca se han preguntado, cómo actuarían nuestros niños en una situación tan personal ?
Les invito a leer esta interesante historia...
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Nunca pensó que esto sucedería en medio de su primer viaje oficial con Alain, y viaje oficial por que en el primero fue ella quien en definitiva se coló. No pudo haber llegado estando en las comodidades de su casa o por último en el laboratorio, tuvo que aparecer justo en medio de todo lo que implica un viaje de investigación y por que no, también de aventuras: diversión, amistad, pero también ciertas incomodidades.

Desde que tuvo aquella inusual charla con Sophie , horas antes de emprender su viaje con Alain, no ha dejado de darle vueltas en la cabeza la llegada de ese día, que, por cierto, iba a ser muy incómodo para ella y le preocupaba que su amigo lo notara, porque de ser así se sentiría muy avergonzada de hacerle saber parte de su intimidad.

Y el día incómodo llegó. Lo notó al despertar en su saco de dormir. ¿Cómo lo supo Sophie? Y es que a los 12 años es cuando les suele pasar a las niñas. Lo bueno es que Sophie le enseñó qué hacer en estos casos y lo bueno es que tenían una carpa.

Ese día partieron muy temprano hacia el pueblo más cercano. Cuando estaban a tan solo horas de llegar, Alain notó que para variar su compañera estaba muy callada.

- ¿Vas a apurar el paso? - preguntó Alain con algo de molestia- o tendré que llevarte del brazo...

Pero cuando volteó, notó que la pequeña caminaba un poco doblada, arrastrando los pies.

- Mairin ¿estás bien? - le preguntó preocupado.
- Me duele, Alain- le contestó con las manos puestas en la zona del vientre.
- Ya estamos cerca del pueblo, seguro hay un Centro Pokémon allí.
- Pero no soy un Pokémon - le miró la pelirroja con cierta inocencia. Alain tuvo tentación de risa. Pero pareces uno chiquito y odioso, a veces me gustaría meterte en una Pokebola, pensó.
- Lo sé tonta, pero la enfermera Joy podrá ayudarte.

El joven se detuvo y con un brazo rodeó su espalda y con el otro rodeó la flexión de sus rodillas.

- Alain ¿ qué haces...?
- ¿Cargarte? - respondió mientras la cargaba estilo nupcial.
- ¿No te molesta? - le preguntó mientras un leve sonrojo no tardaba en aparecer en sus mejillas.
- No pesas mucho.

Llegaron cuando ya casi se ponía el sol. Mientras Alain aprovechaba de dejar a sus pokemones para una revisión de rutina, le encargó a la enfermera que viera a Mairin. Vio a través de la ventana de la sala de primeras atenciones que la enfermera le hacía algunas preguntas y a Mairin que le indicaba dónde estaba el dolor. De pronto la enfermera salió de la sala:

- ¿Alain, puedo hablar contigo un momento?- preguntó la enfermera Joy y el joven asintió con cara de preocupación- tu novia...
- No, no es mi novia - le aclaró con su seriedad característica, pero con un delatador sonrojo- solo es mi compañera de viaje.
- Lo siento - se disculpó con una risita - es que por la forma en que la tratas...en fin. Alain, lo que sucede con tu amiga, es que le acaba de llegar su primer periodo menstrual.
- ¡¿Su qué?! *
- Y el cólico que tiene es producto de eso. Le di un analgésico para el dolor. Si continúa con estos síntomas en días posteriores, recomiendo que vaya a un médico especializado.

Estaba tan concentrado en la misión que el profesor les había encomendado que nunca se le pasó por la mente estar en medio de este tipo de situaciones.

Pronto obscureció y los muchachos tuvieron que dormir en el centro. Alain pidió una habitación con dos camas para estar cerca de Mairin, por si llegase a necesitar ayuda.

- Mairin ¿como te sientes?
- Aún me duele - le contestó acostada en posición fetal sobre la cama.
- Alain...
- Dime
- ¿Me puedes hacer un favor muy, pero muy grande?
- Pudiendo
- La verdad, Me da un poco de vergüenza...
- Si no me dices, no te podré hacer el favor.
- ¿Podrías ir a comprarme...- se sonrojó.
- ¿Qué cosa? - le preguntó al borde de perder la paciencia.
- ...ya sabes, unas cosas... unas cosas que tienen alitas...
- ¡¿Estás loca?!

Y se marchó de la habitación refunfuñando.

- Gracias Alain - susurró y luego sonrió levemente

El joven se dirigió a una farmacia que se encontraba dentro del Centro Pokémon. Ninguna misión era tan difícil cómo esta: se acercó a la góndola de perfumería y mientras intentaba sacar disimuladamente el bendito producto, escuchó de repente algunos comentarios a sus espaldas:
- ¿No es ese el campeón de Kalos? - dijo una, mientras sacaba su teléfono del bolsillo para tomarle fotos.
- Pero qué guapo es, qué ojazos tiene...
- Es tan alto y lindo...
- Me gusta su aire misterioso.

Eran las voces de unas admiradoras adolescentes. Aunque él no se sintiera como tal, al fin y al cabo era el campeón de Kalos, no podía hacer nada contra eso, ni todo lo que tal título conllevaba, siquiera en situaciones nuevas y desprevenidas como estas. De repente tuvo un pensamiento alocado, de cómo hubiese reaccionado Mairin frente a esas chicas si lo hubiese acompañado. Déjate de estupideces Alain.

No quería voltear para mirar, sentía como un calor subía por sus mejillas, sabía que su cara estaba roja y ellas de seguro lo notarían. Me debes una, Mairin. Las cosas que tengo que pasar por ti.

Para disimular tal embarazosa compra, tomó primero una máquina de afeitar y rápidamente agarró el paquete de benditos "pañitos".

- awwwww qué tierno - dijo una- le viene a hacer las compras a su novia.
- Uuuuh, estoy celosa, debe de ser una chica muy afortunada....- fue lo último que escuchó mientras se dirigía rápidamente hacia la caja. Mairin podía llegar a ser muy odiosa a veces, pero menos mal que no actuaba de esa forma, pensó.

Cuando regresó, dejó caer la bolsa que traía sobre Mairin.

- Ahí están tus cosas- le dijo en forma áspera.
- Gracias por todo, Alain.
- ¿Te sientes mejor?
- No, aún me duele un poco.

El muchacho se había sentido un poco mal de cómo la había tratado hace unos instantes. Sacó de su mochila el pijama y la toalla para ir al baño y tomarse una ducha rápida. Cuando volvió, la pequeña aún estaba despierta:

- ¿Alain?
- Dime
- ¿Que estás haciendo?
- ¿Quieres aliviarte o no? - le susurró- Estaré aquí hasta que se te pase el dolor.

El joven se recostó detrás de mairin cubriendo la totalidad de la espalda de la pequeña con su cuerpo, adoptando una posición "cucharita". Acercó sus manos con algo de nerviosismo, levantó levemente la blusa del pijama de la joven para tener acceso a su vientre. Estaba algo fría, pero su piel era suave como la de un bebé. Le proporcionó calor con caricias y masajes que duraron por varios minutos.

- Estás abrigadito- le dijo aliviada.
- Esa es la idea.
- Mi padre nunca me cuidó así, cuando me enfermaba - le comentó la pelirroja.
- ¿Y tu madre?
- Mi madre falleció cuando tenía tres años, prácticamente tengo nulos recuerdos de ella.
- Lo siento Mairin...
- Descuida, ¿y tus padres? Aún no los conozco y nunca te he visto hablar con ellos, siquiera por teléfono.
- Solo tengo a mi madre. No la veo casi nunca. Cuando tenía más o menos tu edad, me fui a vivir con Augustine, mi tío. El prácticamente ha sido como un padre para mi.
- Alain...
- Dime
- Gracias por ser como un hermano mayor para mi.

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Si tienen algunas dudas sobre modismos que uso en el one shot, déjenlo en los comentarios jiji 😉❤️😜

Marisson MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora