Nana al alma

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Eh allí, vestida de blanco, su vestido se arrastraba por la alfombra roja mientras caminaba hacia mí, tomada de la mano con su padre, si de demostrar sentimientos se tratase, llorar de encanto sería muy poco para lo que se merecía ese maravilloso momento, ella sonreía a través de la tela semi transparente que cubría hasta el más mínimo rasgo de su rostro, las personas sentadas, tan alegres de ver realizarse este día con mucho afán, yo por mi parte, allí estaba, esperando su llegada, con una rosa en el bolsillo del terno negro que llevaba puesto, esperaba dar mi mejor impresión para ella, pero si de impresión hablamos, ella me hacía mucha competencia, lucía hermosa, tanto que mi mente volaba en cuentos de romances con ella a mi lado, campanas que resonaban alrededor de una habitación clara, con el resplandor del sol iluminando su interior, mientras yo estaba listo para descubrir su rostro, y finalmente corresponder por siempre al sentimiento mutuo, ella llegó al altar donde yo la esperaba, pero.... algo andaba mal, sentía algo que tiraba de mi traje, lo dejé pasar, entendí lo que sucedía, era de esperarlo, el momento era tan perfecto que lo noté en segundos nada mas, pero me permití la oportunidad de sentirlo, sentir que todo estaba bien al fin y que todo tenía que continuar según lo acordado, ella tomó mi mano y la ayudé a subir al final del altar, no podía dejar de llorar, me sentía tan completo, pero a la vez había un vacío en mi, dejé que continúe, el padre terminó de leer el juramento, y fue entonces que me puse en la situación mas hermosa vivida nunca, levanté la tela que le cubría el rostro y llegó el momento, besé sus labios Escarlata como si no hubiera un mañana, sentí que se me salía el alma y mis intentos por obligarla a quedarse se fortalecían, después del baile le dije a quien ahora era mi esposa que iría a tomar aire, ella aceptó y salí, lloré desconsolado, no tenia noción del tiempo, pero ya no lloraba de alegría, en mi mente ya era hora de partir, ella se acercó y me vio, me dijo..
-es una noche muy alegre como para que llores de esa manera, qué tienes ?.
-es que... es tan difícil sabes ?.
-de qué hablas...
Yo lloraba y trataba de sonreír al mismo tiempo.
-que tienes mi amor?.
- es que ya me di cuenta.
-pero de qué? Que dices?.
Su voz se desvanecía con cada lagrima que salía de mis ojos.
-ya me di cuenta que esto es un sueño................
Su voz se apagó por completo y mis ojos apenas y podían abrirse, había despertado, a más de creer que era un gran sueño, me lamente por que sabia que no era un gran sueño, me levanté y me lave los dientes, tomé mi toalla y me dirigí a bañarme, saqué de mi cajón un shampoo nuevo y encima de la mesita de noche habían viarias cartas y flores, una carta semi abierta y algo húmeda decía, lamentamos tu pérdida, sé fuerte.........

Desde el cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora