Sucedió de nuevo, días después volví a soñarte, pero este se ha convertido en mi favorito. Recuerdo que estábamos en esa alberca, ambos mostrando como vinimos al mundo, tus ojos en los míos y lo único que nos separaba era una jodida distancia de treinta centímetros como mucho, miradas profundas y algo desorbitadas se unían, sabíamos lo que estaba sucediendo, me acerque a ti y no hiciste nada para impedirlo, incluso te acercaste aun mas, fuimos testigos de como nuestros cuerpos se entrelazaban tan sutil y lentamente, recuerdo como tomaste mis caderas, un acto tan simple y aun así sentí esa corriente recorrer por cada extremidad de mi cuerpo. Finalmente tome tu rostro y me atreví a probar mi perdición, labios carnosos se unían al compás de una música lenta, tan cautivadora como una pieza de Mozart, nuestros labios se juntaron como si supieran que seria la ultima vez que se probarían, entonces desperté... No pude evitar recordarte y pensar que me estaba envolviendo en una maldita locura por siquiera atreverme a creer en ese dicho tan común que decía que si soñabas con alguien era porque esa persona se durmió pensando en ti.
¿Entonces, lo ves?
Estoy tan jodido por ti.