¿Esta bien amarte?. [YaOne]

#TY378.

Le sonrió a la cámara, haciendo muecas. Woo Seok me toma de la cintura, imitando que me estaba mordiendo el hombro. Estábamos en una sesión de fotos para Vogue. La última foto que nos tomamos para cavar el día consistía en una más atrevida, recostados en el piso, nuestros labios casi cercas y nuestras miradas la uno en el otro.

-¡Terminamos! ¡Buen trabajo chicos!- dice nuestro manager, detrás de camerinos.

Solo asiento, estaba totalmente agotado, tan solo quería llegar a casa comer e invernar. Me siento a un lado de Seok en el sillón, recuesto mi cabeza en su hombro, cerrando los ojos.

-Tengo una reunión familiar en unas tres semanas-entre dormido le comunico-sé que se me olvidara, así que recuérdame.

-Sí, conociéndote –ríe, contagiándomela –para mañana ya se te abra olvidado.

No estaba mintiendo, tendía a olvidar cosas con regularidad. Hace unas semanas, el manager me dijo que teníamos una sesión de fotos para una marca muy reconocida, me emocione, les conté a mis padres y hasta el mismo Woo que me dio la sorpresa de que la haríamos nosotros dos.

Si no fuera por él, estaría en casa viendo Doramas.

-Gracias –lo abrazo de los hombros – ¡Amo que seas mi mejor amigo!

Levanto mi trasero del sillón, camino al armario, saco mis prendas con las que vine al lugar. En el baño me cambio de vestuarios, dejando las ropas que me prestaron en una cesta. Al regresar en donde me estaba esperando el pelinegro, paso por una mesa de aperitivos dentro del lugar de la cesión.

Tomo unas galletitas y dos paquetes de gomitas.

Estaba por meterme a la boca una galleta, pero me asustaron, botándola al suelo. ¡Maldición! , ¿Nada puede comerse un bocadillo robado en paz?... Esperen, ¿Sera alguien del staff? Le pido a Buda en mis adentros que no sea nadie de esa gente.

-¿Cómo estuvo la sesión de fotos? –me quita una galleta.

Lo vendría matando un día de estos. No dejaba de asustarme cuando tenía la oportunidad de hacerlo. Lo asesino con la mirada.

-¿Cuándo dejaras de asustarme, Kino? –Golpeo su hombro –Estuvo bien... y ¿la tuya con aquel chico?

Sus mejillas adquieren un carmín muy lindo. Mis labios adquieren una sonrisa pícara. Muy pocas veces había logrado ver a Hyung Gu avergonzado.

Espero su respuesta. Lo siento Woo Seok pero esto es importante.

-Así como las tuyas con Seok... –lo sigo mirando, poniéndolo nervioso, obligándolo a confesar – pues... al final me invito a salir, casi muero ahí mismo, Yeo.

Pico su mejilla. Emocionado porque al fin Shinwon se animó a invitar a Kino a una cita. Hablamos un poco más, de cómo debería vestirse, el lugar en que lo llevaría y el beso que quizás compartan. Me despido al ver que me excedí del tiempo.

Corro por los pasillos. Apurado, deseando que mi amigo no me allá dejado. Lo veo recostado en la parte delantera del auto en el estacionamiento.

-Lo siento –intento recuperar el aire.

Sigue en la misma posición, con parsimonia me acerco a su lado, notando sus ojos cristalinos mirando el cielo nocturno. A mi mente viene lo peor, su novia de nuevo lo había terminado. Suspiro, él no debe estar lamentándose por una chica que no sabe valorar lo grandioso que es Seoki.

-Volvió hacerlo... volvió a decir que me ama y que quería que volviéramos –suelta un gran suspiro – ¿Qué debo hacer, Chang?, ya ni le creo.

Niego. No podía creer lo que la bruja de Tzuyu le había metido en la cabeza. ¿Qué se pensaba esa? ¿Qué Woo Seok siempre estará a su disposición? ¡Claro que no!

¡Eso se acabaría esa noche!

-¿Crees que si de verdad te amara, no estaría con los tipos que estuvo? –Interrogo, lleno de coraje, odiaba que le hicieran daño a mi amigo –Lo que harás es eliminarla de tus contactos e redes sociales, no quiero que te comuniques con ella, ¿Me entendiste?

Asiente un poco asustado. Nunca tendía a verme molesto y tomar medidas desesperadas.

Estamosrumbo a mi casa, comiendo de las gomitas que me lleve. Me bajo del auto alllegar, me despido de él, advirtiéndole que botara todo a la basura, todoaquello que le recordara a ella. Comunicándole también que mañana iría avisitarlo, para cerciorarme que estaba cumpliendo.