Capitulo 2

29 0 0
                                    

Capitulo 2

-¡Hija!

Escucho la voz de mi padre y levanto la cabeza

-Ven hija, vamos a casa.

-Vete papá, está lloviendo. *digo disgustaba*

-Hija, no te dejare aquí. *sale del auto con un paraguas y me toma del brazo* Vamos pequeña, vamos a casa.

-Papá, no tienes por qué hacer esto, yo iré a casa sola…

-Dije que no te quedaras aquí… *me alza en sus brazos* Vamos a casa…

-¡Papá! ¡Ya no soy una niña! *trato de escapar de sus brazos pero si resultado*

-Para mí si lo eres. *me sienta en el asiento trasero del auto*

-No debías hacer eso papá…

-Calla… Hablamos en casa. *Empieza a conducir* ¿Cómo te fue en tu primer día de trabajo?

-Mal.

-¿Y Por qué?

-No quiero hablar. *frunzo el ceño*

-Ok.

**

Justo cuando llegamos a casa para de llover, corro lo más rápido posible, entro a la casa y me dirijo a mi cuarto sin saludar a mi madre. Cuando llego a mi cuarto me derrumbo en la cama y empiezo a llorar desesperadamente. Y así sigo hasta las 3 de la madrugada, puesto que recuerdo que debo ir a trabajar al día siguiente. Y decido dormir.

**

Cuando me levanto veo que son las 7:45am, así que me levanto con rapidez y me meto a la ducha, salgo en unos 2 o 3 minutos, salgo y me pongo unos jeans rotos, una blusa color lila y unas zapatillas negras, trenzo mi cabello y hago una cebolla con él. Bajo al comedor y no veo a mis padres, ¿Dónde estarán?, me da igual, así que no los busco, abro la puerta y me voy al trabajo.  Cuando llego a allá voy a la oficina del Sr. Watson.

-Buenos días Olivia, ¿Vienes a hablar con Rupert?

-Hola Jesse, si, ¿Puedo pasar?

-Sí, pasa, *sonríe* está desocupado.

-Ok, *sonrió y paso*

-Buenos Días Olivia, ¿Cómo te va? ¿Qué vienes a hacer por aquí?

-Buenos días, Sr. Watson. ¿Hoy me asignara la misma caja?

-Sí, para que te acostumbres, y deja de decirme “Sr. Watson”*dice en tono burlón* me hace sentir viejo. Dime Rupert, o Rupt. *sonríe*

-*Rio tímidamente* Ok, Rupert, me retiro.

-*Su celular suena y sus ojos se iluminan* adiós

Mientras me marcho no puedo evitar escuchar una frase algo comprometedora; “Hola Amor, cuanto tiempo sin saber de ti, te extraño tanto”

En ese momento mis ojos se abrieron como platos, realmente no me importaba mucho su relación, apenas los conozco, pero no pude evitar sorprenderme de que ese hombre teniendo a su esposa tan cerca le sea infiel. Eso es muy descarado, bueno al menos eso creo yo. Me detengo un segundo para reacomodar mi sistema mental, y prepararme para el trabajo. Camino hacia mi caja y me siento en la silla, quito el cartel de cerrado y escucho la dulce voz de Larry que me susurra “Mantente fuerte Olivia, sé que podrás hacerlo, Cuidare de ti desde el cielo” los clientes tardaron unos 10 minutos en llegar a la caja, y me di cuenta de que hoy habían más personas que ayer, tendré que soportarlo durante 12 horas.

**

A las 12 del mediodía, en mi hora de almuerzo, cierro la caja y voy al cafetín, como un almuerzo sencillo y voy de nuevo a mi caja, pasados unos 15 minutos se acerca Rupert…

-Olivia, *noto cierto tono de desesperación y nerviosismo en su voz* Necesito que me hagas un favor.

-Dígame señor.

-Si Jesse llega y pregunta por mí, dile que estoy en la casa de mi mamá, que tuve que comprarle medicinas, te lo pido a ti porque eres la única que me inspira un poco de confianza, y sé que no me fallaras.

-Está bien señor, si me preguntan respondo eso.

-Rupert, recuerda*sonríe y acaricia mi mejilla*

-Cierto, lo había olvidado, Rupert.

-*Ríe* Bueno Gracias… Me marcho…

¿Rupert acariciando mi mejilla? ¡Qué raro! Bueno, en fin, él es tan raro que no sé qué pensar de él. Yo mejor dejo de pensar en eso y me pongo a trabajar, realmente eso es lo que hago aquí ¿no?

El tiempo ha pasado súper rápido y no ha llegado Jesse, son las 7:30pm y los clientes empiezan a irse del supermercado, solo quedamos 3 cajeras porque las demás son de confianza y pueden hacer el cierre de caja, yo no puedo hacer eso, por desgracia. Como a las 7:45pm entra Jesse muy apurada al Supermercado, lo raro es que llega poniéndose los tacones, como si hubiera corrido un largo trayecto, cuando ve la hora se acerca a mí y me dice:

 -Olivia, ¿Rupert está aquí?

-No, dijo que iría a casa de su madre.

-¡Oh Dios, Gracias! *Dice alzando sus manos* Pueden irse chicas.

-¿Yo también puedo irme?

-Sí, Vete no hay problemas.

-Jesse, ¿Puedo preguntarte algo? *digo con curiosidad*

-Sí, dime.

-Rupert y tu….*le doy largas al asunto*

-Aja.

-¿Se están engañando?-Pienso- Hacen una linda pareja.

-*frunce el ceño* eres una chica muy rara, pero gracias.

-Bueno, me voy… *recojo mis cosas y me marcho*

De camino a casa pienso en mil cosas distintas, en la rara actitud de Jesse y Rupert hoy, en donde estarán mis padres y por qué no estaban en casa esta mañana, en por qué Larry tubo que morir y no yo, en por qué mi vida esta tan descabellada últimamente. Mientras voy caminando decido pasar por la plazoleta del mercado de pulgas, no es que me guste mucho ese lugar pero ahí fue donde Conocí a Larry, oh lo recuerdo perfectamente, yo fui  buscando unas mesas bajas para hacer mosaicos en ellas, y vi unas que me encantaron, las tome y un chico hermoso me susurro al oído “¿Una chica tan linda en este horrible mercado? Esto es sorprendente” Voltee exasperada por su comentario preparada para gritarle algo como “¿Es acaso tu problema? ¡Imbécil!” pero antes de poder articular una sola palabra me perdí en sus hermosos ojos Cafés Claros y me quede allí, paralizada por completo, viéndolo fijamente. Hasta que volví a escuchar su voz… “Mucho Gusto, Me llamo Larry, Larry Johnson” Y extendió su mano hacia mí, yo todavía hipnotizada por su mirada respondí: “Olivia, Olivia Malev” y deje escapar una sonrisa. Y duramos hablando como 20 minutos más, intercambiamos números y Nombres De Facebook.

Mientras recuerdo ese hermoso momento noto que lagrimas varias corren por mis mejillas y no podía creerlo, ¿¡Estaba Llorando de nuevo!? Así que tome mi celular y vi mi reflejo en la pantalla, y si, estaba llorando otra vez. Me Quedo unos segundos observando aquel lugar mientras seco mis lágrimas y recordé algo que Larry me dijo una vez: “Olivia, amor mío, si quieres que sea feliz Sonríe, y si alguna vez lloras quiero que sea en nuestra boda, de la  felicidad” Y Con lágrimas aun en mis ojos sonrió y miro al cielo, y dejó escapar unas palabras de mis labios “Larry, Mírame, Aquí llorando de nuevo, *dejo escapar una risa incomoda* pero sé que algún día será de felicidad, porque mis hijos me preguntaran quien es el amor de mi vida y yo les diré que eres tú, el chico del mercado de pulgas. Te Amo” Justo en ese momento me tomo el tiempo de ver la hora y veo que… ¡Mierda Es media noche!

Amor & TemorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora