Soe enrolló su brazo en el de su prometido, dibujando una gran sonrisa mientras caminaba animadamente entre la multitud. Sus cabellos rojizos como la sangre deslumbraban ante los rayos del sol y su piel de porcelana, decorada con pequeñas pecas, hacía que luciera mucho más frágil y tierna. Poseía aquel característico aroma dulzón que revelaba su identidad como omega, una omega muy hermosa y de alta sociedad.
-¡Quiero uno! -chilló, observando con ansias la manzana con dulce que una de las vendedoras tenía en su bandeja.
El pelinegro soltó una risa y negó con la cabeza. Contempló los ojos de perrito que la chica tenía y soltó un suspiro mientras miraba la otra bolsa llena de chucherías que traía en la mano; todas estas habían sido algunos caprichos de su prometida.
Definitivamente, haber traído a Soe al parque de diversiones había sido una mala idea. Aunque no podía culparla del todo, ya que sabía que él la había acostumbrado a eso y que tal vez, solo tal vez, le gustaba poder consentirla de esa manera.
—Deme una— la bolsa que cargaba cayó al piso con delicadeza cuando el alfa buscó dinero en su bolsillo, pagando el aperitivo.
La pelirroja saltó con alegría mientras tomaba la manzana, llevándola directamente a su boca, sus dientes blancos quedando pegados a la melcocha que bañaba la fruta. Volvió a jalar el brazo fuerte del alfa, quien agarraba de nuevo la otra bolsa y comenzaba a caminar.
Soe bajó el dulce de su boca y su expresión alegre cambió a una expresión decaída.
—¿En serio tienes que ir?— pronunció con tristeza.
El pelinegro paró su caminata, deteniéndose en medio de la gente que pasaba ajena a todo. Se dio la vuelta y quedó frente a la omega.
—Prometo volver pronto— respondió con ternura mientras plantaba un beso en los labios de la joven.
—Jungkook, no quiero que te vayas... La boda es en tres semanas y aún no hemos hablado de dónde queremos que sea nuestra luna de miel. No quiero preparar esto sola— dijo con voz suave, inclinando su mejilla cuando Jungkook la acarició.
—Lo siento, amor. Sabes que tengo que hacer ese viaje; es mi trabajo —el alfa pasó sus dos manos a los costados de la cara de la omega, obligándola a sostener la mirada—. Volveré enseguida y así podremos planear la luna de miel, ¿sí?—
Soe lo miró y suspiró. Asintió con la cabeza, no muy contenta, y Jungkook sonrió mientras le daba cortos besos en la boca.
Ambos se tomaron de la mano y siguieron su camino.
El parque de diversiones era bastante grande y estaba lleno de niños que corrían de un lado a otro. Los ojos de la chica no se despegaron de aquellos pequeños que reían y andaban de un lugar a otro, su mente imaginando cómo sería un cachorrito de ella y de Jungkook, imaginando su vida después de que su alfa volviera del viaje para casarse de una vez por todas y poder tener su marca. Su corazón latió ante la idea y apretó con más fuerza la mano del pelinegro.
Tenía miedo. Soe tenía miedo cada vez que Jungkook emprendía un nuevo viaje, y aunque sabía que su pareja era un excelente piloto, su lobo no dejaba de gemir en protesta y miedo cuando Jungkook se iba. Sabía que ese era el trabajo de su futuro esposo y que tarde o temprano tendría que eliminar aquellos presentimientos y fobias a poder perderlo.
Pero, por otro lado, estaba bastante contenta. Su boda se llevaría a cabo dentro de tres semanas y no podía estar más emocionada. Se casaría con el alfa que tenía su corazón y tendría una hermosa familia.
Arrugó sus labios cuando se preguntó a sí misma: ¿Cómo sería su futuro matrimonio? ¿Qué nuevas experiencias le tenía guardadas la vida?
Y, como por obra de magia, su mirada se detuvo cuando miró una pequeña casita en la esquina del parque de diversiones. Al parecer, esta era aquel tipo de cosas donde podías ir y te leían la mano, entre otras cosas.

ESTÁS LEYENDO
Inocente Tentación | Kookv |
FanfictionJungkook es un alfa piloto que tiene la vida resuelta. Tiene trabajo, dinero y una hermosa omega con la cual piensa casarse. A tan sólo tres semanas de casarse su vida da un cambio drástico que hace tambalear su mundo entero. A ese cambio lo acompañ...