El rey gato y el principe ardilla. (ChenMin.)

🐱3🐹

"Nuestra historia es nuestro cuento favorito."

Luego de darles tremenda notícia a los padres de JongDae, Yifan casí se desmaya y aplasta el cuerpo de su pequeño esposo, pero afortunadamente pudo recomponer su postura de hombre imponente. Aclaró su garganta para decir unas cuantas palabras y hacer entrar en razón a su hijo. Claro, estaba feliz de que se entendiera con aquel muchachito. Sin embargo era demasiado pronto, hace menos de una hora se habían conocido y ya querían casarse. ¿A dónde se estaba yendo el mundo? .

-¿Cómo que van a casarse, no es muy pronto para eso?.-Hablo antes Junmeyeon.-

-Tu omma tiene razon JongDae, aún es muy pronto para casarse.-Estos jovenes de ahora. Pensó Yifan.-

-Pensé que se alegrarían por qué ya encontrará pareja...-Dijo.-Ya lo decidí, me casaré con Minseok.-Finalizó.-

-Hijo no nos mal interpretes, estamos felices sin embargo una boda no es una cosa de nada. Es algo que une a nos personas por el resto de sus vidas.-Junmeyeon trato de calmar las cosas.-

-Exacto, juntos hasta que se mueran.-El rey rodó los ojos. Empezaba a enojarse.-

-Pues yo quiero estar hasta que me lleve la muerte junto a éste ser tan precioso como lo es Minseok. Nada ni nadie me hara cambiar de idea, Jamas.-El mencionado estaba echo un lucero rojo.-

-¡JongDae es muy pronto!-Se quejó Yifan.-

-¡Me vale media de v...!

-¡Cuida tu boca, soy tu padre!

-¡Y yo soy el rey!

Ambos alfas se miraban fijamente, y bien dicen que de tal palo tal astilla. Sin duda aquellos dos eran la viva representación de esa frase.

-S-sobre todo...Sospechamos que estamos destinados.-La voz bajita y suave de Minseok no pasó desapercibida por los demas.-

-¿D-de verdad?.-Junmeyon llevó sus manos hasta su boca. A la vez un suave sonrojo estaba en el rostro de Minseok.-

Una vez que los padres del rey JongDae supieron sobre los planes de boda estos se negaron rotundamente y pensaron que era demasiado apresurado. (Oh mejor dicho el padre de JongDae no quería, seguía un poco resentido con el muchachito pero nunca lo diría.) Tuvieron que pasar muchas horas, días y unos pocos meses para que éste se hiciera por fin a la idea de que su hijo se casaría. Todo aquel escándalo era por querer proteger a su hijo. Pero al final de cuentas lo importante era que estaba buscando su propia felicidad. Además de que era el rey del reino Awaee. Nadie podía contradecir al rey, ni siquiera sus padres.

Y aún que ha ellos le pareciera rápido hablar de planes de boda el rey estaba más que enamorado con aquella idea. El principe ardilla era la cosita más linda que había visto en su vida. Le gustaba la forma en la que se sonrojaba si lo atrapaba mirándolo. Le encantaban cómo eran sus mejillas gorditas, tanto que había tomado la adicción de morderlas suavemente, amaba la risa que tenía, la naricita y bueno. El rey estaba enamorado del príncipe.

Por otro lado el príncipe estaba sumamente feliz con la idea de casarse y tener a su lado al príncipe (en este caso rey.) con el que siempre había soñado. Con el paso del tiempo vió la parte que JongDae nunca le había mostrado a nadie, el rey era muy bromista, era amable y suave, todo un tesoro de persona. Minseok sentía su corazón acelerarse de manera considerable al tener a su prometido cerca. En las noches debía colarse a la habitación de su prometido y dormir en sus fuertes y cálidos brazos. Minseok aprovechaba cada que sus futuros suegros no estaban para echarse a los brazos de JongDae y besar sus gatunos labios cómo sino hubiese un mañana. La mayor parte del tiempo se la pasaba en las piernas del rey mientras le besaba, eran besos suaves que luego tomaban fuerza y se habían apasionados.