– Madre... – pronunció un chico de cabellera negra y una cicatriz similar a la de una figura que tanto desprecia
Se levantó lentamente acomodando el lugar en donde se encontraba, alistaba sus cosas para ir a la más reconocida escuela de todas y en donde una vez estuvieron sus padres
– Tú... ¡Me engañaste!... Shoto por favor – ... – ¡Eres una ramera!... ¡Zuko!, ¡No, todo menos él! –
Las voces resonaban en su cabeza, recuerdos que lo marcaron para siempre son sus pesadillas de todas las noches
– Ya basta... – dijo con rabia recordando como su madre fue violentada en frente suyo, lágrimas de rabia, coraje, frustración y tristeza brotaron mientras se encogía lentamente en su lugar
– Zuko, cariño ... – llamó la femenina tocando la puerta suavemente pero no hubo respuesta, nuevamente toco y nada. Tomo la perilla y lentamente abrió la puerta entrando al cuarto de su primogénito notando que este se encontraba abrazando sus piernas y su cabeza escondida entre ellas, sin dudarlo se acercó lentamente poniéndose a la misma altura, abrazando lo con ternura
– Juro que ese tipo no volverá a tocarte ... Lo juró – pronunció con rencor sintiendo las caricias de su progenitora
Ella solo se quedo en silencio y dejo caer un par de lagrimas, tomando el valor y firmeza que siempre la ha caracterizado – Mi niño... Todo estará bien, ya lo verás – consoló la oji______ dándole un suave beso en la nuca y acariciándolo con ternura – Apúrate, no quiero que pierdas las primeras clases – dijo por último para después revolver le ligeramente el pelo y retirarse del lugar, ocultando esas lágrimas de dolor.
Los minutos pasaron y el par estaba en el auto con la radio prendida escuchando una de sus canciones favoritas, ambos solo escuchaban y miraban las calles, los coches y las demás personas que caminaban rumbo a sus trabajos.
La canción había terminado y solo estaban a un par de calles de la preparatoria más reconocida a nivel nacional, la UA.
El ambiente era apagado y triste pero ninguno decía palabra alguna, antes de poder decir palabra alguna habían llegado a las afueras de la escuela, muchos estudiantes que pasaban cerca miraban sorprendidos a la heroína que se despedía del pelinegro.
Antes de siquiera abrir la puerta para ir a buscar su salón y esperar a la ceremonia de inicio del ciclo escolar, la femenina llamo al pelinegro.
-Zuko, ¿puedes decirle a Ryu que necesito hablar con Katsuki?, Porfavor, es que perdí su teléfono- pidió la femenina apenada mientras quitaba el seguro del auto
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Mal cuidado [ShotoxReader]
FanfictionEsos ojos, ese cabello, el olor de tu perfume y esa voz que me hace estremecer. ¿Cuándo cambiaste mi amado?. Esa noche... esa maldita noche en que dejaste tu "marca personal" en nuestro retoño... y en mi... el único recuerdo que tengo de ti son las...