El sueño

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La universidad era un infierno y se estaba consumiendo tratando de mantener sus ojos abiertos, pues había estado estudiando hasta tarde, ¿quién dijo que estudiar literatura era fácil?

-Preferiría estar luchando contra demonios en el feudal, por lo menos ahí estaría haciendo algo de provecho -divagaba Kagome mientras garabateaba en su libreta, llevaba un buen rato sin apuntar nada de la clase, la voz de su profesora sólo era un sonido de fondo, destinado adormecerla.

De esa manera el tiempo pasó, los poemas de siglos pasados no eran los más interesantes para estudiar, pero era parte de sus materias obligatorias así que ni como escapar, desvió su vista rápidamente al cuaderno cuando se percató que su profesora miraba a su dirección, pero no tuvo que pensar sobre eso, pues la clase había llegado a su fin.

-Por favor, lean la página 128, el lunes haremos un análisis del poema. Pueden retirarse, que tengan un buen fin de semana -se despidió con apenas una mirada al grupo, antes de salir del aula.

-Genial -murmuró Kagome molesta, esa profesora siempre ponía nota a los análisis, así que debía quedarse y no regresar al feudal como tenía planeado hacer mañana al atardecer.

Se apresuró a guardar todo su material dentro de la mochila, había quedado con sus amigas para ir a comer a la cafetería, lo bueno es que todas había acordado ir al mismo campus universitario, aunque no estuvieran cursando la misma carrera; salió sin despedirse de sus compañeros, en realidad, no los conocía bien y ella ya tenía el sobrenombre de "la chica hipocondriaca", lo cual no estaba tan lejos de la verdad, pero era su abuelo el que seguía inventándole tantas enfermedades, no ella.

-¡Kagome! ¡Por aquí!

La morena localizó a sus amigas al final de la escalera, sonrió mientras prácticamente saltaba los últimos escalones para llegar más rápido.

-¿Por qué tardaste? -preguntaron las tres al mismo tiempo, lo que la hizo sonreír más, era sorprendente lo mucho que habían cambiado físicamente, pero aún quedaban esos momentos en que podía divisarlas aún con el uniforme de la secundaria y preparatoria.

-Poesía antigua -respondió con pesadez.

-Es con la profesora Sakamoto, ¿verdad? -preguntó Ayumi interesada.

-Sí, nos dejó leer un poema para analizarlo el lunes. Y ustedes saben lo mal que me llevó con la poesía -se quejó con un largo suspiro.

-¿Puedo ver el poema? -pidió Ayumi sonriendo-. Sabes que me gusta la poesía, podría ayudarte.

-¡Ahh! Serías mi salvación -rió al tiempo que descolgaba su mochila para rebuscar el libro-. Aquí.

-¡Oh! Ese libro lo vimos en preparatoria -exclamó Eri al verlo.

-¿Sí? -Kagome no recordaba haberlo utilizado.

-Sí -confirmó Yuca riendo-, aunque no dudo que no lo recuerdes, prácticamente eras la alumna fantasma de la preparatoria, tu presencia era casi un mito.

Kagome arrugó la nariz rememorando algunos vergonzosos momentos con sus compañeros y profesores que habían olvidado mencionarla cuando, por fin, tenía tiempo de asistir a clases.

-Soy muy real.

Las cuatro rieron segundos después.

-Bueno, ¿cuál es el poema?

-El de la página 128.

Llegaron a la cafetería y encontraron una mesa sin problemas mientras Ayumi pasaba las hojas, se sentaron para acomodarse antes de ir a ordenar, sin embargo, la una exclamación las sobresalto.

La elegida [SessKag]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora