30 Días de OTP (KatsuDeku) [+18]

💚Día 4🧡

➳Día 4: ❝Masturbación❞
➳Ubicación temporal:
Sin especificar.
➳Clasificación: +16
➳Palabras: 2466
*Leve Occ*

No sabía cómo es que toda esta fase en él había comenzado.

Siempre había sido un chico tímido y tranquilo, cuya única necesidad o deseo era poder convertirse en el héroe Nº 1. Su único interés era centrarse en salvar a la gente con una sonrisa sin miedo. Quería aprender a controlar el One for All y convertirlo en su quirk. Era lo único que pasaba por su mente.

Pero en algún momento del camino, algo en su cuerpo había cambiado sin razón aparente. Se había convertido en un joven lascivo, incapaz de controlarse cuando sus hormonas lo atacaban.

Daba igual dónde se encontrara, cualquier sensación que su cabeza creara podía hacerlo tener que salir corriendo a un lugar privado para evitar que alguien viera la erección que crecía en su pantalón. Eran incontables la cantidad de veces en las que se había retirado de una clase con la excusa de "no sentirse bien"; no entendía como es que nadie se había dado cuenta aún (aunque, si alguien ya lo había hecho, prefería no saberlo).

Y ni siquiera era como si se excitara con alguna cosa o persona precisa, sólo eran pequeñas ideas o pensamientos que llegaban a su imaginación sin razón u origen alguno. Incluso también variaba el lugar en que se encontrara; podía sucederle a la noche, estando solo en su habitación, o en mitad de clase, rodeado de todos sus compañeros.

Pero había algo que siempre era igual: No tenía más opción que masturbarse hasta que su cuerpo decidiera que ya fue suficiente. Si decidía esperar a que la calentura se bajara sola, podía pasarse todo el tiempo del mundo sin que hubiese un resultado, hasta finalmente rendirse y ocuparse del trabajo por sí mismo.

Por cosas así, terminaba teniendo que hacerlo sin importar dónde estuviera; como ahora, que se encontraba en el vacío salón de clase, sentado en el piso de una de las esquinas, con los pantalones bajados hasta sus rodillas, mientras su mano se encargaba de aliviar su miembro; aprovechando que el resto de la clase y los profesores no se hallaban allí gracias a la hora del almuerzo. Ni siquiera había pensando en ir al baño; estos se hallaban lejos, y temía que alguien lo viera en los pasillos y notara el bulto entre sus piernas.

Debía terminar con su problemilla allí mismo, y rápido antes de que volvieran sus compañeros.

Sus dedos se ocupaban de apretar las zonas más sensibles de su pene, variando los movimientos entre suaves y bruscos, pero siempre constantes. Con el pulgar se ocupaba de presionar la punta y rascar la uretra, manchándolo con líquido seminal.

La piel de su falo ya se encontraba enrojecida y húmeda, sin mencionar lo caliente que se sentía. El pecho de Izuku subía y bajaba irregularmente con cada movimiento. Llevó su mano a la zona superior, utilizando sus dedos para desplazar el prepucio y acariciar la sensible glande. Un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza ante la placentera sensación.