Tomé las cintas de mi bata, y las aferré a mi cuerpo. Me parecía muy extraño aquello que Hoseok me había pedido, pero aún así me era imposible ignorarlo.
Tomé aire y lentamente puse loción en mi cuello, pasandola por mi torso y cerrando la bata alrededor de mi cuerpo. Pensé por última vez en Hoseok mirándome fijamente mientras me pintaba completamente desnudo y su mirada posándose en cada detalle de mi cuerpo completamente expuesto.
Un sonrojo invadió mis mejillas al sentir pudor, ¿y si mi cuerpo no le gustaba? ¿y si aquella figura era un total fracaso? Hacer una lista con los pros y los contras solo hacía que mi cabeza doliera más. Con seguridad quité aquellos pensamientos de mi cabeza y sonreí con nervios frente al espejo, temiendo por mis propias imperfecciones y por la manera en la que me expondría delante de mi hyung.
Suspiré y salí de mi habitación para subir a la vieja terraza que él solía utilizar como base para hacer cada una de sus pinturas. Siempre le ayudé cuando él me pedía que usara vestimentas de diferentes tipos. Cada retrato mío era hecho a la perfección con el detalle más importante: la psicodelia.
Si puedo ser sincero desde que Hoseok me rescató la psicodelia ha sido una conexión entre ambos. Aquellas pinturas que reflejaban el verdadero arte, aquellos cuadros que representaban una parte enfermiza pero a la vez tan sencilla de él.
En cada momento, con sus acciones, con su forma de ser, todo se basaba en aquella extraña manera de pintar. Juntaba sus mejores ideas y las volcaba en un pedazo de tela, las cuales nunca lucía públicamente, mas quedaban guardadas en casa.
Cuando fue mi cumpleaños número dieciocho él me había regalado un retrato en el que yo estaba "distraído" junto a una tarjeta que traía escrito en ella “tú eres mi verdadero arte”.
Él se había convertido en el padre que nunca tuve... Él remplazó los golpes por caricias. Los insultos por palabras de amor. Incluso la ausencia por momentos llenos de sonrisa. Pero a la vez tenía miedo... Se trataba de la única persona la cual yo tenía; mi familia.
Tenía miedo de confundir mis sentimientos, y arruinar aquello que tanto me costó conseguir.
La inseguridad no era un buen aliado para la aclaración de aquellas dudas, así que solo pude mirar a través de la ventana el cielo y aquel sol que comenzaba a cesar cada vez más.
—Viniste, TaeTae.
Lentamente me di vuelta para mirarlo y sonreír de manera inconsciente, con nervios que hacían revolver mi estómago.
—No podría fallarte, Hoseok. Estoy a tus órdenes... —dije con algo de doble sentido en aquello. Quizás salirme de los límites no sería tan mala idea por ahora.
Pude ser consciente en la manera que tragó saliva y me miró levantando una ceja —Espero que hayas venido como he pedido, Tae.
Cuando escuché aquellas palabras mi corazón comenzó a salir de su lugar y mi cerebro estaba en duda al ver si respondía a aquellas palabras.
—S-sí.
—Muestrame —habló autoritariamente—, necesito verte desnudo.
Una última conexión de miradas hizo que él consiguiera lo que quería. Se posó frente a mí, cruzando sus brazos, como si esperase algo de mí, y yo acatando su orden deshice el nudo que amarraba mi bata, y deslicé lentamente la misma por mis hombros, para que ella cayera al suelo, y yo quedase completamente desnudo ante Hoseok.
Yo solo agaché mi rostro con pudor, no quería ver su cara al verme desnudo, pero al parecer sus planes eran diferentes.
—Mirame, ahora mismo. Mirame Taehyung. —Avergonzado me negué a su orden esta vez, podía sentir como estaba completamente sonrojado. No quería que el dijese algún tipo de comentario sobre mi cuerpo. Simplemente quería salir de allí corriendo —Dije que me mires, y que lo hagas ahora. —habló levantando mi mentón y conectando mi mirada con la suya. —¿Por qué te avergüenzas de algo tan precioso como lo es tu cuerpo?
—N-No es precioso.. N-No m-me gusta... —dije intentando bajar nuevamente mi mirada, pero fue completamente inútil, siempre la levantaba y hacía que lo mire.
—Es precioso, es la mejor obra de arte que mis ojos pudieron apreciar, tú desnudo eres la mejor obra de arte.
Me sonrojé al instante e intenté invadir su mirada, pero no lo lograba.
—Y-Yo...
—Sientate allí —dijo aún con su vista clavada en mí—, ya mismo comenzaré el retrato.
Y como pude, aún con los nervios a flor de punta por estar de aquella manera me senté en aquella silla que usaba para posar y que él me pintase. Opté por una pose que tapara mi miembro, y que sea apenas visible mi torso, pero a Hoseok no le parecía buena idea, ya que su mirada de desaprobación me lo decía.
—No quiero que tapes la mejor parte, Taehyung. Vamos hombre, se trata de mí. ¿Acaso me tienes miedo?
—N-No, hyung... Yo, n-no...
—Vamos. —alentó ésta vez acercandose a mí, y con una sonrisa digna de un patán— ¿te molesta acaso que te vea desnudo? ¿tienes miedo?
Sus preguntas hacían que mi corazón y mi pecho subieran y bajaran de manera totalmente irregular. Quería contestar a todas sus preguntas, pero me era imposible en todos los sentidos. Su sonrisa era cada vez más exasperada y me desesperaba aún más
—Hyung..
Sin decir una sola palabra se acercó a centímetros míos, quedando nuestros labios casi uno encima del otro. Y sintiendo su cálido aliento sobre mi rostro.
—Hay una sola cosa que quiero hacer hoy, pero necesito saber de tu permiso, bebé —me sorprendí al escuchar lo último, y habló mientras una de sus manos recorría mis mejillas—. Tú decides, solo dime. Muchos años esperando para esto, ahora solo necesito que digas que sí —susurró—. Si dices que sí prometo hacerte sentir bien, muy bien.
Y no pude ni esperar a terminar para sentir su labios probando los míos, y sus manos tibias yendo en descenso desde mis hombros, pasando por mi torso, hasta llegar a posarse en mis caderas, mientras que mis brazos se aferraban a su cuello, y el sabor de su boca invadía la mía.
Nunca había tenido la oportunidad de probar la boca de alguien tan exquisita, simplemente... Su boca era deliciosa.
Mordió mi labio y una sonrisa se infiltraba en medio de nuestro beso. Me sentía como una quinceañera que está teniendo su primer beso, que sentía mariposas en su estómago, y que besaba lentamente para no fallar y quedar como una inexperta.
Luego de algunos minutos me separé de él torpemente e intenté hablar, fue la mejor jodida fotografía ver como su labios estaban hinchados y rojos. —Mi respuesta es sí... No sé cual sea la propuesta, pero si se trata de ti digo que sí —susurré sonriente.
Él imitó mi acto y volvió a atacar mis labios con euforia y con una expresión que no había visto nunca en su rostro. Su lengua logró infiltrarse entre la mía, y la enredó de un manera sincronizada y lenta, apacible pero feroz.
Al estar tan cerca mío pude sentir como su erección se posaba en mi estómago -el cual seguía desnudo- y su respiración se agitaba. Tenía ganas de saber que sucedería ahora mismo.
—Hagamos psicodelia juntos, Taehyung —habló besándome nuevamente.
ESTÁS LEYENDO
psicodelia┆hopev
Fanfiction❝Taehyung es el hijo de Hoseok, un pintor de arte psicodélico.❞ completo; jung hoseok + kim taehyung ✒boyxboy ✒hoseok!top; taehyung!bottom ✒historia corta ✒fluff NO ACEPTO ADAPTACIONES NI COPIAS DE ESTA NI DE NINGUNA DE MIS OBRAS. ©martugalleta, 201...