Epílogo

6.4K 577 54
                                    

Jungkook

—¿Cómo te has sentido? —preguntó el hombre frente mío.

—De maravilla. —me enorgullecía aceptar que no es mentira, después de aquel día tan largo y lleno de emociones, Jiminnie y yo habíamos continuado con mis "terapias". Donde yo era rodeado por sus brazos y besado por sus labios hasta quedarme dormido. Después él me abrazaría con fuerza contra su pecho y se dormiría a mi lado para despertar alegres al día siguiente.

—¿Todavía tienes miedo a dormir? —asentí algo tímido a su pregunta.

Si bien es verdad que Jiminnie me ha ayudado, todavía tengo algunos episodios de pánico, donde el terror me consume y comienzo a sudar frío. Algunas veces siendo consolado por mi Mochi, pero en algunas otras Namjoon hyung hacía el intento acompañado de Jin hyung y Hobi hyung. Mientras Tae observa con impotencia, con temor a asustarme más. Creo que lo he dejado algo traumado después de su intento por contarme un cuento.

—No puedo ofrecerte fármacos, pero puedo programar una sesión de Programación Neurolingüística. —miré con horror al psicólogo. Creo que esta vez sí capto mi indirecta, porque negó repetidas veces. —Supongo que te mantendremos en seguimiento por algún tiempo. 

Levanté una ceja inquisitivo. Un especialista no cambia de opinión tan rápido, menos este hombre, que desde el primer día era un insensible. ¿Qué pasa con él?

—¿Has tenido problemas con alguno de los demás miembros? —preguntó mientras anotaba algo en mi expediente.

—No realmente. —el problema que había tenido con Yoongi hyung lo solucionamos hace unos meses con una bebida en mano en la barra de un bar. Fue divertido a pesar de ser regañados posteriormente por los demás. Jiminnie no fue precisamente compasivo con mi condición. Ese día me dejó a merced de la noche, donde yo por orgulloso me quedé en cama sin pegar ojo. Al día siguiente los dos teníamos ojeras imposibles de cubrir con maquillaje y una disculpa para el otro. 

—Perfecto. —masculló, antes de firmar una hoja. La cual me entregó justo después. —Eso ha sido todo joven Jeon. Cualquier cosa no dude en buscar ayuda.

—Téngalo por seguro. —aseguré tomando la hoja y levantándome de mi asiento. Jamás volveré con usted

Hice una pequeña reverencia antes de salir de su oficina y correr a la sala de ensayo donde seguro estaría Jiminnie.

—¿Cómo te fue? —preguntó parando abruptamente sus pasos al verme entrara a la sala. Lo sabía

Sonreí enseñándole la hoja. Sus ojos brillaron al leer su contenido. Fui jalado a sus brazos sin retención de fuerza, arrugando con el movimiento el documento.

—Estoy tan orgulloso de ti. —exclamó alegremente. 

—Gracias, Mochi. —correspondí su abrazo posando mis brazos en su cintura. —Sin ti, jamás lo habría logrado.

—No digas tonterías. —me separó abruptamente de su pecho. —Eres más fuerte de lo que piensas.

Sonreí sarcástico recordando la cantidad de veces que había llorado frente a todos a lágrima tendida. 

—Mocoso. —regañó antes de golpear suavemente mi cabeza, separándose por completo de nuestro abrazo.

Se colocó frente al espejo, para seguir marcando los pasos de la coreografía. El cansancio se notaba en sus movimientos y ¿el hambre? ¿Cómo no lo noté antes?

—¿Cuándo fue la última vez que tomaste una comida completa? —él paró sus pasos inmediatamente volteando a verme con sorpresa.

—Yo... —no lo dejé terminar cuando tomé su mano y lo arrastré conmigo. 

—Vamos por comida, te hace falta un descanso. —declaré sin permitir que se soltará de mi agarre.

Todo el Staff volteaba a vernos al pasar a su lado. No era común entre nosotros este tipo de escenas, pero yo estaba molesto. No por Jiminnie, sino por mí. Solo me había centrado en lo que me pasaba sin notar lo que estaba sucediendo de nuevo con mi Mochi. Al llegar al comedor, lo senté en una mesa algo apartada del resto y fui a servir una cantidad significativa de comida en una bandeja. Arroz, pollo, ensalada, gelatina y galletas. Eso debe ser suficiente

Tomé una manzana roja para agregarla al menú y regresé a la mesa donde había dejado a Jiminnie, quien me observaba con la mirada perdida. Horrorizado ante la cantidad de comida en la bandeja. Me senté frente suyo colocando la bandeja en la mesa. Agarré los palillos y golpeándolos contra la mesa, me dispuse a comer un poco. La mirada de Jimin ahora era de confusión, pero seguía sin decirme nada. Convencido, tomé una porción de arroz y la acerqué a su boca.

—Abre. —indiqué, a lo que él obedeció sin rechistar. Aún confundido.

Volví a tomar otra porción, pero esta vez añadí un trozo de pollo. La acerqué de nuevo a su boca y él la abrió con curiosidad brillando en sus ojos. 

De esta manera terminamos todo lo que serví en la bandeja. Jiminnie no habló en todo ese rato. Comenzaba a preocuparme, por lo que me decidí a externar un poco de lo que pensaba.

—Ya no lo hagas más. —comencé, atrayendo su mirada en mí. —Por favor, Mochi. —susurré.

—Eres hermoso. —continué al verlo con los ojos cristalizados. —Ámate a ti mismo de la misma manera en que te amo. Incluso hasta más.

Para este punto, pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas. 

—G-gracias, Kookie. —formuló él con la voz entrecortada.

Sin importarme dónde estábamos, me levanté de mi lugar para inclinarme frente a él y plantarle un suave beso en los labios, que poco a poco fue profundizado por mi Mochi.

Él siempre ha sido el fuerte, pero esta vez es mi turno. Así como él estuvo para mí, yo estaré para él. 

Por siempre





Hola!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola!

Con este capítulo terminamos esta historia. Muchas gracias por haber leído hasta el final. Espero les haya gustado y hayan disfrutado leerla tanto como yo disfruté escribirla.

Por favor no olviden dejar sus hermosos comentarios y votar.

Sin más que decir nos leemos a la próxima.....

Ara 🐾 🐥🐰

Hypnophobia | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora