V

6.4K 547 62
                                    

Jungkook 〗 

Taehyung irrumpió en mi habitación con velocidad. Abrió los ojos como platos al verme en el suelo.

—¿Si saben que el objetivo era dormirlo, cierto? —preguntó levantando una ceja.

Jin hyung salió del estado de sorpresa acercándose a mí.

—Lo sentimos, Kookie. —dijo sobando mi espalda con voz arrepentida. Intenté sonreír un poco, ellos solo querían ayudarme, pero yo no podía evitar estas reacciones. 

Namjoon hyung hizo una seña para que todos salieran de la habitación. Con miradas arrepentidas se retiraron hasta quedar solo Taehyung.

—Te contaré un cuento entonces. —informó sonriente, sacando su teléfono, seguramente para buscar el cuento.

Tallé mis ojos en un intento de retirar las lágrimas y rastros de ellas. Esto no podría ser peor

—¿D-dónde está Jiminnie? —pregunté extrañado al notar su ausencia. Lo extraño

—A él y Yoongi hyung los mandamos por la comida. —explicó pasando su dedo por la pantalla táctil. — ¿Las moscas de Narciso? —preguntó alzando su mirada expectante.

Lo miré extrañado. 

¿Dónde he escuchado ese título? 

Sonrío complacido, pero le duro poco al escuchar un hipido de mi parte. Moscas grandes picando a invasores franceses. Excelente Taehyung

Invasores, allanadores, ladrones, todos invadían tu espacio y amenazaban tu vida. Las lágrimas volvieron sin que pudiera retenerlas. Patético  

El miedo que poco a poco me iba dejando volvió a aparecer, pero con mayor fuerza. La sensación de la colcha de mi cama volvió a mis dedos, la respiración acelerada de Taehyung revivió mis recuerdos. Esto si podía ser peor

Puntos negros comenzaron a nublar mi vista, mi respiración se volvía más rápida, mi corazón galopaba embotado. El sonido de la puerta de entrada abriéndose me hizo temblar.

—¡Chicos! —gritó Tae. —¡Su turno!

Salió corriendo. Su acción me alteró más. Si es que se puede

Entonces entró alguien más. Ya no quería más de esta desastrosa situación, por lo que intenté alejarlo cuando me abrazó. Pero la calidez de sus brazos me dijo de inmediato quien era. Me dejé hacer, pues a él no le podía negar nada.

—Bebé. —susurró en mi oído, yo escuché el rápido latido de su corazón. —Corrí hasta aquí cuando gritó Tae. —explicó ante mi muda pregunta.

Aspiré su suave perfume mientras él colocaba sus labios en mi cuello, justo como lo había hecho en la sala de ensayo hace tan solo unas horas. Si me hubieran dicho que el día de hoy lloraría más seguido que en toda mi vida, no les habría creído. Pero ahora sé que sí, que todo esto es tan real y palpable que no me explico cómo no me habían descubierto. Quizá si no hubiera ido al psicólogo, nada de esto estaría pasando, pero entonces los brazos de Jiminnie no estarían rodeándome, ni sus labios besando mi piel.

—Te dejo solo unos minutos y mira lo que pasa. —reclamó más para sí que para mí.

—No me dejes. —supliqué apretándome en su pecho.

—Nunca. —aseguró separándome un poco para verme fijamente a los ojos. —¿Ellos lo intentaron, cierto?

Asentí, algo incómodo para hablar. Sus ojos penetrantes se clavaron en mi mente, como algo que no debía olvidar y siempre recordar. El terror que antes me había dominado se había esfumado para ser remplazado por la calidez de Jimin. Mis lágrimas y sollozos habían parado y los hipidos ni siquiera hicieron el intento de aparecer. Yo solo estaba absorto en la perfección del rostro frente a mí. Sus bellos ojos me tenían cautivo, mientras que sus abultados labios me tentaban a tocarlos. Su respiración se combinaba con la mía y mi corazón latía de la misma forma que el suyo.

Entrecerré mis ojos cuando él se acercó más a mi rostro. Sentí sus manos rodear mis muslos y sin poder protestar me levantó del suelo. Solo pude rodear su cuello en un intento por mantenerme estable.

—Cierra los ojos. —susurró con voz áspera.

Asentí de nuevo, obedeciendo su petición. Entonces sentí como daba pequeños pasos, acercándose a algo. Cuando me tente a abrirlos un poco, percibí sus labios besando mis párpados.

—No. —su aliento chocó contra mí boca haciéndome suspirar.

Entonces el desnivel que advertí al él sentarse encendió todos mis sentidos de alerta, pero en ningún momento abrí los ojos, confiando ciegamente en él. Mis rodillas tocaron; a través de la tela rasgada de mi pantalón, la suave piel de su antebrazo. Sonreí conmovido. Él había evitado por completo mi contacto con la cama. No

Mi mente estaba confundida, no sabía que reacciones mandar, estaba consciente de que me encontraba sobre la cama, pero a su vez esto no era completamente cierto, pues mi cuerpo estaba completamente apoyado sobre el de Jimin sin tocar la colcha. Él me notó alerta pues beso mi coronilla y sus manos acariciaban mis tobillos. Pasaron los minutos, las caricias de Jimin me relajaban cada vez mas. Mi respiración se fue haciendo más tranquila al igual que fui perdiendo poco a poco la conciencia, hasta caer en un profundo y relajado sueño. 




Hola!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola!

Perdonen el haber tardado, pero entré a la escuela y no me da mucho tiempo de escribir, aun así, aquí les traigo la continuación. Disfrútenlo.

No olviden dejar comentarios y votar. 

Sin más que decir nos leemos.....

Ara 🐾 🐥🐰

Hypnophobia | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora