Lisa me llevo cojeando a uno de los pasillos de la escuela, que siempre se han mantenido con poca gente, el pasillo con los antiguos clubes, los cuales ya no están habilitados, nosotras solíamos estar en uno de los clubes, el de música para ser precisa, pero al darle mas importancia a otros clubes nuevos y mas famosos/solicitados como el de 'Deportes', el dinero para mantenerlos comenzó a faltar y los dejaron abandonados.
Nos sentamos en la banca en que siempre solemos utilizar, y entre palabras para calmarme, mis sollozos silenciados contra su hombro y suaves masajes para aliviar mi dolor, suena el timbre anunciando la hora del desayuno o el 1er descanso, nos dirigimos lentamente y con el ambiente algo pesado a la cafetería para comer
—Samantha que pedirás?— Lisa espera pacientemente por mi pronta respuesta.
—No tengo hambre Lisa, ni ánimos— le insinuo desganada pues si me sentía mal ahora estoy peor.
—Te insistiría pero se, que por mas que te fastidie, no lograre nada así que esta bien— cabizbaja habla de manera desanimada, para luego dirigirse a la señora de la cafetería—, amm ¿Podría darme un desayuno y dos yogures por favor?- luego de ser entregado su desayuno nos sentamos en una mesa cerca de la ventana bajo un melancólico silencio y Lisa se puso a desayunar mientra yo bebo mi yogurt obligada.
Luego nos fuimos a nuestra siguiente clase 'química' me dormí en a la mitad de la explicación, pues estaba muy cansada, solo logré dormir unas pocas horas en la noche.
Pasamos el resto del día igual a los otros, hasta que llego la hora de irme a casa, como siempre suelo ser una de las últimas en dejar el recinto, y lo que parece ser una tormenta comenzó a caer, realmente mis ánimos por llegar a casa son completamente nulos, así que me fui caminando a casa bajo la lluvia, hasta que de un momento a otro siento que las gotas de agua paran de caer, cuando me fijo hay alguien sosteniendo un paraguas sobre mi cabeza, deteniendo la lluvia torrencial, para mí suerte es un chico apuesto.
—Hola, soy Lucas— Su encantadora sonrisa derritió el frío que sentía por mi tristeza.
—Samantha— digo un poco tosca, para devolver la sonrisa de manera mas corta y algo fría, aún así mis ojos reflejan pura sinceridad.
Caminamos juntos hasta llegar a mi casa hablando de temas banales como '¿Donde estudia?' 'su edad' y ese tipo de cosas, descubrí que estudia en mi salón y que es amigo de Erick aquel extraño y efusivo chico que me saludó hoy, luego de llegar nos despedimos y cada quien tomo su camino.
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Detrás de mi ventana
Novela JuvenilSe supone que no se puede hablar de lo que no se sabe, sin embargo muchas personas hacen esto. Pero... ¿Como contar algo que te está quitando la vida? ¿Como hablar de eso que te atormenta cada noche, y te persigue cada día? Pues esto sucede entre Sa...