N/A: ¡Hey, lindas!
Me olvidé de publicar hoy más temprano, mil perdones! Yo prometí que iba a publicar esta semana, y aquí estoy, incluso unos 10 minutos atrasados. Este es un capitulo de puente, no hay mucho, pero el próximo será mucho más cool. Lo prometo!
Lauren Jauregui's Point Of View.
Una mañana soleada, perfecta para un día productivo en Miami. Por suerte, conocía bien el clima cálido, y opté por ropas ligeras y sueltas para la sesión de compras con Dinah. La rubia como una buena turista de mi antigua ciudad, utilizo sus horas disponibles antes del trabajo para pasear por el centro de la ciudad, en el intento de conocer un poco más del lugar. Ella caminaba con sus bolsas, mientras mantenía su vista entre las vitrinas de las tiendas por las calles. Role los ojos impaciente, cuando ella se acercó a otra, como si no fueran suficientes las decenas de tiendas en las que entramos hace unos minutos. Yo suspiré en derrota, y caminé hasta una cafetería al lado del establecimiento donde ella se dirigió, haciendo una breve señal con las manos para que la rubia supiera hacia donde yo iba. Recibí un asentimiento positivo.
Entré en el interior de la cafetera, oyendo el ruido de las pequeñas campanas colgadas detrás de la puerta, probablemente como aviso para la llegada de nuevos clientes. El lugar no era tan grande, pero tenía el tamaño ideal para dejarlo acogedor, sin apretar a muchas personas en su interior. Las paredes se dividían en ladrillos de cerámica y madera pulida, todo perfectamente organizado para crear un clima simple, sin toda el lujo de las nuevas cafeterías de Nueva York. En las paredes, se encontraban cuadros con fotos, pinturas y mapas de la bella París. Y en el centro, bien al fondo, una placa con letras bien dibujadas, informando el nombre del lugar, "Le Café". Alrededor existían algunas estanterías con libros y revistas. Me acerqué al mostrador extenso, aún admirado con la belleza de aquel lugar, era un verdadero pedazo de París en el centro de Miami.
- Buenos días, hija. Bienvenida a Le Café, en el que puedo ayudar? -preguntó un señor de cabellos grises, y una barriga adelantada en un tono francés bien humorado.
- Buenos días. Deme un café, por favor. - murmuré al ocupar el lugar en un banco cerca del mostrador.
Había algunas personas distribuidas por las mesas de madera, mientras degustaban de un café de aroma delicioso. Parecía un lugar perfecto para huir de la euforia en días estresantes, todos allí conversaban tranquilamente, o se mantenían atentos a las hojas amarillentas de los libros en sus manos.
- ¿Puedo hacer una sugerencia? ¡Tenemos el mejor chocolate caliente de toda Miami! Vale la pena probar. - sugirió el señor muy amable. -Y a propósito, me llamo Gerald.
Él extendió la mano para que yo lo saludara, y así lo hice, entregándole una sonrisa serena.
- Voy a confiar en usted, puede servirme un chocolate caliente.
-Perfecto! Enseguida lo traigo, ok?
Yo asenti para el hombre que se retiró, y caminó hasta una mesa más reservada, en la esquina cerca del balcón, que daba una amplia visión del parque al fondo. Se sentó al lado de dos mujeres, y una pequeña niña de cabellos castaños. Tal vez fueran una familia, al menos eso parecían por la forma en que se comportaban entre sí. Eso pensaría cualquier persona ajena a su familia.
Después de algunas breves noticias en la segunda hoja, volví a la página principal del periódico de aquella mañana, viendo una foto de Karla Cabello como propaganda de una marca importante. Era imposible olvidar totalmente la existencia de aquella mujer, cuando su rostro y nombre se extendía por todos los medios de comunicación existentes. Me permití observar la bella foto, donde la joven latina emanaba una mirada seductora, típica de su personalidad atractiva. Era una propaganda para Chanel, donde Camila trabajaba desde hace meses como chica propaganda de la marca. Tal vez me había quedado más tiempo de lo necesario observando aquella foto, pero sucede que era imposible no admirar. Mis pensamientos volaron a nuestro último encuentro el día anterior, y en la forma en que todo parecía estar siguiendo bien entre nosotros. Todavía podía sentir la suavidad de los labios de Camila en nuestro último beso, que fue totalmente inesperado por mí. Sentir que incluso de poco en poco, la latina estaba abriendo espacio para que entrase nuevamente en su vida, eso me motivaba para persistir cada vez más en nuestra historia inconclusa.
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Fallen angel ..11
FanfictionHola, estaba tan entusiasmada por este Fic que continué con la traducción y me pareció incorrecto no compartirlo con mis hermanas camren shippers ❤️ Entonces, estos son los capítulos restantes de la versión original. Espero que los disfruten.